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El ministerio del canto SC 84

Los estudiantes que han aprendido a cantar dulces himnos evangélicos con melodía y claridad, pueden hacer una buena obra como evangelistas cantores. Hallarán muchas oportunidades para emplear el talento que Dios les ha dado y llevarán melodía y alegría a muchos lugares solitarios oscurecidos por el pesar y la aflicción, cantando para aquellos que tienen pocas veces el privilegio de asistir a una iglesia. SC 84.2

Estudiantes, salid a los caminos y los vallados. Esforzaos por alcanzar a los hombres de las clases superiores tanto como a los de condición humilde. Entrad en los hogares de los ricos como en los de los pobres, y a medida que tengáis oportunidad, preguntad: “¿Les agradaría que cantásemos algunos himnos evangelicos?” Luego, al enternecerse los corazones, se abrirá el camino para que ofrezcáis algunas palabras de oración pidiendo la bendición de Dios. Pocos se negarán a escuchar. Un ministerio tal es verdadera obra misionera.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 424. SC 84.3