Go to full page →

¡Rumbo al hogar! EUD92 284

Los justos vivos son mudados “en un momento, en un abrir de ojo”. A la voz de Dios fueron glorificados; ahora son hechos inmortales, y juntamente con los santos resucitados son arrebatados para recibir a Cristo su Señor en los aires. Los ángeles “juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro”. Santos ángeles llevan niñitos a los brazos de sus madres. Amigos, a quienes la muerte tenía separados desde largo tiempo, se reúnen para no separarse más, y con cantos de alegría suben juntos a la ciudad de Dios.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 703 (1911). EUD92 284.1

Juntos entramos en la nube y durante siete días fuimos ascendiendo al mar de vidrio.—Primeros Escritos, 16 (1851). EUD92 284.2

Cuando el carro ascendía, las ruedas exclamaban: “¡Santo!” y las alas, al batir, gritaban: “¡Santo!” y la comitiva de santos ángeles que rodeaba la nube exclamaba: “¡Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso!” Y los santos en la nube cantaban: “¡Gloria! ¡Aleluya!”—Primeros Escritos, 34 (1851). EUD92 284.3

¡Oh, cuán glorioso será verle y recibir la bienvenida como sus redimidos! Largo tiempo hemos aguardado; pero nuestra esperanza no debe debilitarse. Si tan sólo podemos ver al Rey en su hermosura, seremos bienaventurados para siempre. Me siento inducida a clamar con gran voz: “¡Vamos rumbo a la patria!”—Joyas de los Testimonios 3:257 (1904). EUD92 284.4