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Los seminarios MPa 156

La enseñanza combinada con discusión es una manera muy efectiva de esparcir nuestro mensaje—Durante la temporada pasada, el Hno. Geymet estuvo visitando y presentando clases bíblicas a las personas en estos establos. Cuando nosotros estuvimos allí, estaba celebrando dos reuniones por semana en un establo del Valle de Angrogna, como a diez kilómetros de Torre Pellice. El interés era bueno, y la asistencia promedio era entre cuarenta y cincuenta. Allí, en el piso de tierra del establo, a veces cubierto con hojas o paja, o en tablas puestas sobre cajas, se sentaban y escuchaban durante una o dos horas, y aún después de terminada la reunión se quedaban hablando acerca de lo presentado.—Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 248. MPa 156.3

Permitid que Daniel y el Apocalipsis hablen en una atmósfera Cristocéntrica, no controversial—No tenemos tiempo que perder; Dios nos pide que velemos por las almas como quienes han de dar cuenta. Presentad nuevos principios, y acumulad la clara verdad. Ella será como espada de doble filo. Pero no os manifestéis demasiado dispuestos a asumir una actitud polémica. Hay ocasiones en que hemos de quedar quietos para ver la salvación de Dios. Dejad que hablen Daniel y el Apocalipsis, y digan cuál es la verdad. Pero sea cual fuere el aspecto del tema que se presente, ensalzad a Jesús como el centro de toda esperanza, “la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”.—Testimonios para los Ministros, 118. MPa 156.4