1 Después de la muerte de Ehud, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehovah. RVa — Jueces 4:1
2 Entonces Jehovah los abandonó en mano de Jabín, rey de Canaán, el cual reinaba en Hazor. El jefe de su ejército era Sísara, y habitaba en Haroset-goím. RVa — Jueces 4:2
3 Los hijos de Israel clamaron a Jehovah, porque aquél tenía 900 carros de hierro y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel durante veinte años. RVa — Jueces 4:3
4 En aquel tiempo gobernaba a Israel Débora, profetisa, esposa de Lapidot. RVa — Jueces 4:4
5 Ella solía sentarse debajo de la palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la región montañosa de Efraín. Y los hijos de Israel acudían a ella para juicio. RVa — Jueces 4:5
6 Entonces ella mandó llamar a Barac hijo de Abinoam, de Quedes de Neftalí, y le dijo: —¿No te ha mandado Jehovah Dios de Israel, diciendo: “Vé, toma contigo a 10.000 hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón, reúnelos en el monte Tabor, RVa — Jueces 4:6
7 y yo atraeré hacia ti, al arroyo de Quisón, a Sísara, jefe del ejército de Jabín, con sus carros y sus escuadrones, y lo entregaré en tu mano”? RVa — Jueces 4:7
8 Barac le respondió: —Si tú vas conmigo, yo iré. Pero si no vas conmigo, no iré. RVa — Jueces 4:8
9 Ella le dijo: —¡Ciertamente iré contigo! Sólo que no será tuya la gloria, por la manera en que te comportas; porque en manos de una mujer entregará Jehovah a Sísara. Débora se levantó y fue con Barac a Quedes. RVa — Jueces 4:9
10 Entonces Barac convocó a Zabulón y a Neftalí en Quedes, y le siguieron 10.000 hombres. Y Débora fue con él. RVa — Jueces 4:10
11 Heber el queneo se había apartado de los queneos descendientes de Hobab, suegro de Moisés, y había ido instalando sus tiendas hasta la encina de Zaananim, que está junto a Quedes. RVa — Jueces 4:11
12 Cuando comunicaron a Sísara que Barac hijo de Abinoam había subido al monte Tabor, RVa — Jueces 4:12
13 Sísara reunió todos sus carros, 900 carros de hierro, con todo el pueblo que estaba con él, desde Haroset-goím hasta el arroyo de Quisón. RVa — Jueces 4:13
14 Entonces Débora dijo a Barac: —¡Levántate, porque éste es el día en que Jehovah ha entregado a Sísara en tu mano! ¿No ha salido Jehovah delante de ti? Barac descendió del monte Tabor con los 10.000 hombres detrás de él. RVa — Jueces 4:14
15 Y Jehovah desbarató a filo de espada a Sísara con todos sus carros y todo su ejército, delante de Barac. Sísara mismo se bajó del carro y huyó a pie. RVa — Jueces 4:15
16 Entonces Barac persiguió los carros y al ejército hasta Haroset-goím. Todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada hasta no quedar ni uno. RVa — Jueces 4:16
17 Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber el queneo, porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber el queneo. RVa — Jueces 4:17
18 Jael salió para recibir a Sísara y le dijo: —¡Ven, señor mío! Ven a mí; no tengas temor. El entró en la tienda con ella, y ella le cubrió con una manta. RVa — Jueces 4:18
19 Y él le dijo: —Por favor, dame un poco de agua, porque tengo sed. Ella abrió un odre de leche y le dio de beber, y lo volvió a cubrir. RVa — Jueces 4:19
20 Entonces él le dijo: —Quédate a la entrada de la tienda, y si alguien viene y te pregunta diciendo: “¿Hay alguno aquí?,” responderás que no. RVa — Jueces 4:20
21 Pero Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda, y tomando un mazo en su mano fue a él silenciosamente y le metió la estaca por las sienes, clavándola en la tierra, mientras él estaba profundamente dormido y agotado. Así murió. RVa — Jueces 4:21
22 Y he aquí que cuando Barac venía persiguiendo a Sísara, Jael salió a su encuentro y le dijo: —Ven, y te mostraré al hombre que buscas. El entró con ella, y he aquí que Sísara yacía muerto con la estaca clavada en su sien. RVa — Jueces 4:22
23 Así sometió Dios aquel día a Jabín, rey de Canaán, ante los hijos de Israel. RVa — Jueces 4:23
24 Y la mano de los hijos de Israel comenzó a endurecerse más y más contra Jabín, rey de Canaán, hasta que lo destruyeron. RVa — Jueces 4:24