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No las máximas de los hombres, sino la palabra de Dios 3MS 259

El alimento que se recibe de la divina Palabra de Dios es el elemento divino que el alma necesita para lograr un desarrollo sano de todas sus facultades espirituales. Esta Palabra debe convertirse en todas nuestras escuelas en la esencia de la educación; ella será la que dé fuerza santificada, sabiduría, integridad y poder moral, si se incorpora en la experiencia. No son las palabras de la sabiduría del mundo, no son las máximas de los hombres ni la teoría de los seres humanos, sino la Palabra de Dios.—Manuscrito 41a, 1896. 3MS 259.2