Go to full page →

Conocimiento que debe impartirse a los niños 8TPI 334

El conocimiento de Dios, según está revelado en su Palabra, debe ser impartido a los niños. Desde el nacimiento temprano de la razón, deben familiarizarse con el nombre y la vida de Jesús. La primera lección que debe dárseles es que Dios es su Padre. Durante su primera formación debiera enseñárseles a obedecer. Con reverencia y ternura debiera leérseles y repetírseles la Palabra de Dios, con trozos adecuados a su nivel de comprensión y adaptados de tal manera que despierten su interés. Sobre todo, que se enteren de su amor manifestado en Cristo y la gran lección del mismo: 8TPI 334.1

“Si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros”. 1 Juan 4:11. 8TPI 334.2

Que los jóvenes hagan de la Palabra de Dios el alimento de la mente y del alma. Que la cruz de Cristo se convierta en la ciencia de toda educación, el centro de toda enseñanza y estudio. Que sea incorporada en la experiencia de la vida práctica. Así el Salvador será para los jóvenes un compañero y un amigo de todos los días. Todo pensamiento quedará sujeto a la obediencia de Cristo. Con el apóstol Pablo, podrán exclamar: 8TPI 334.3

“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo”. Gálatas 6:14. 8TPI 334.4