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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio - Contents
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    Apéndice 2—Una declaración de Jaime White con respecto a la reforma pro salud

    [Al presentar un informe ante el congreso campestre de Kansas, en 1870, el pastor Jaime White hizo la siguiente declaración con respecto a la luz progresiva que había sido recibida sobre la reforma pro salud, los peligros de usar un método falto de juicio para enseñar estos temas, y la relación de la Sra. de White con ciertas posiciones extremas que entonces algunos defendían. Como una declaración histórica, ilumina algunas de sus enseñanzas registradas en ese tiempo.—Los compiladores.]CRA 594.3

    La Sra. de White ha hablado sobre el tema de la salud de manera tal que ha producido entera satisfacción. Sus observaciones fueron claras y enérgicas, y sin embargo prudentes, de tal suerte que conquistaba los sentimientos de toda la congregación. Cuando habla de este tema, ella siempre evita los extremos, y es cuidadosa como para asumir únicamente las posiciones que ella está completamente segura que no despertarán prejuicios.CRA 595.1

    La gente se excita y alberga prejuicios con facilidad sobre el tema de la reforma pro salud, si quienes manejan esta cuestión son desacertados en la selección de la oportunidad, o en el estilo en que presentan el asunto, especialmente si aparecen ante el pueblo como extremistas. Algunas cuestiones delicadas, tales como “el vicio solitario”, raramente deben discutirse, si es que alguna vez hay que hacerlo, y sólo en publicaciones adecuadas sobre el tema. No hay ni uno de cada diez de nuestros predicadores que está convenientemente informado, y que es debidamente cuidadoso, como para presentar la cuestión de la salud en sus diversos aspectos ante el pueblo. Y la cantidad de daño que se hace a la causa de la verdad presente por un proceder falto de juicio de parte de los que han introducido el tema de la reforma pro salud en las oportunidades y los lugares no adecuados, y de la manera equivocada, apenas puede estimarse.CRA 595.2

    “Aún tengo muchas cosas que deciros—dijo Jesús—, pero ahora no las podéis sobrellevar”. Juan 16:12. Jesús sabía cómo llevar consigo las mentes de sus discípulos. El Señor también sabía cómo presentar a la gente que lo esperaba el gran tema de la reforma pro salud, paso a paso, en la medida en que podían soportarlo, y hacer un buen uso de él, sin herir la mente del público. En el presente otoño se cumplen veintidós años desde que nuestra atención fue dirigida a los efectos perjudiciales del tabaco, el té y el café, por medio del testimonio de la Sra. de White. Dios ha bendecido maravillosamente el esfuerzo para eliminar estas cosas de nosotros, de manera que como denominación podemos regocijarnos en la victoria, con muy pocas excepciones, sobre estas complacencias pecaminosas del apetito...CRA 595.3

    Cuando habíamos obtenido una buena victoria sobre estas cosas, y cuando el Señor vio que podíamos soportar más, nos fue dada luz con respecto a los alimentos y el vestido. Y la causa de la reforma pro salud entre nuestros hermanos avanzó en forma decidida, y se hicieron grandes cambios, especialmente con respecto al uso de la carne de cerdo, hasta el momento cuando, a consecuencia de nuestra enfermedad, la Sra. de White dejó de hablar y de escribir sobre el tema de la reforma pro salud. Desde ese punto puede datarse el comienzo de nuestras desgracias y errores como pueblo con respecto a este asunto.CRA 596.1

    Desde que hemos vuelto a ser activos de nuevo, la Sra. de White se siente llamada a hablar acerca del tema de la reforma pro salud más a menudo a causa de los extremos que manifiestan los reformadores, que por cualquier otra razón. El hecho de que todos o casi todos los extremistas sobre el tema de la reforma, que hay entre nosotros, esperan recibir la sanción absoluta de la Hna. White, es la razón por la cual ella se siente llamada a exponer sus verdaderos sentimientos. El pueblo debe conocer su posición sobre este asunto, y a su debido tiempo la sabrá.CRA 596.2

    Con respecto al uso del tabaco, el té, el café y la carne, y también sobre el vestido, existe acuerdo general. Pero por el momento ella no está preparada para asumir una posición extrema en lo que atañe a la sal, el azúcar y la leche. Si no hubiera otras razones para avanzar cuidadosamente con respecto a estas cosas de uso tan común y abundante, existe por lo menos una razón suficiente en el hecho de que las mentes de muchos no están preparadas aún para recibir los hechos relativos a estas cosas. La ruina completa de algunos individuos y la casi destrucción de algunas de nuestras iglesias, pueden adjudicarse claramente a algunas posiciones extremas sobre el régimen, presentadas en forma poco juiciosa en la Review hace algún tiempo. Los resultados han sido malos. En tanto que algunos han rechazado el tema de la reforma pro salud, debido a que éste ha sido malamente dirigido, otros, listos y concienzudos, han adoptado las más extremas posiciones, que perjudican grandemente su salud, y como consecuencia la causa de la reforma pro salud.CRA 596.3

    En este estado de cosas, por desanimador que sea, la Sra. de White se siente llamada a reasumir su tarea en este ramo de labor, y al hacerlo, hará que sus puntos de vista sean plenamente entendidos. Será bueno declarar aquí, sin embargo, que aun cuando ella no considera la leche, tomada en grandes cantidades, como se consume habitualmente con pan, el mejor artículo de alimentación, su atención hasta ahora ha sido llamada solamente a la importancia de la mejor y más saludable condición posible de la vaca, cuya leche se usa como artículo alimenticio. Ella no puede unirse para hacer circular publicaciones que asuman una posición extrema sobre el importante asunto de la leche, con la luz que ella tiene hoy sobre el tema. Tales publicaciones pueden ser muy buenas para los reformadores en pro de la salud bien informados, y pueden ser una guía debida en el departamento de arte culinario de nuestro Instituto de Salud de Battle Creek después que de sus mesas eliminen el empleo habitual de la leche. Además, tales obras pueden tener una influencia mayor entre nuestros hermanos cuando nuestros pastores, que son ardientes reformadores en pro de la salud, abandonen el uso abundante de la leche de vaca.CRA 597.1

    Aquí está nuestra debilidad sobre este tema. Nuestras publicaciones, que circulan entre las personas no informadas y entre los que son muy susceptibles de prejuicios, están más adelantadas, sobre algunos de estos puntos, que las prácticas de los que entre nosotros representan la reforma pro salud. La Sra. de White ruega que este asunto sea cambiado de tal manera que nuestras publicaciones presenten solamente los conceptos sobre los cuales están de acuerdo los que están a la cabeza de la reforma, y esto, en un estilo que no suscite prejuicio, y no ponga a buenos hombres y buenas mujeres fuera de nuestra influencia. Que la práctica uniforme de los reformadores en pro de la salud existan primero, y que luego sigan nuestras publicaciones, y presenten puntos de vista bien madurados a medida que las personas no instruidas puedan soportarlos.CRA 597.2

    La Sra. de White cree que un cambio de las más sencillas clases de carne a un uso abundante de azúcar, está yendo de mal en peor. Ella quiere recomendar un empleo muy escaso tanto del azúcar como de la sal. El apetito puede y debe acomodarse a un uso muy moderado de ambas cosas. En el caso de la sal, los alimentos con una cantidad de sal tan reducida que los hace parecer insípidos a uno que está acostumbrado a usarla en gran cantidad, después de unas pocas semanas de un uso muy moderado, llegarán a parecer desagradablemente salados al gusto.CRA 598.1

    Aunque el tabaco, el té y el café pueden ser dejados de inmediato, uno a la vez, los que son tan desafortunados que han sido esclavizados por todos, deben realizar con cuidado los cambios en el régimen, uno a la vez. Y aun cuando ella quiere decirles esto a los que están en peligro de hacer los cambios demasiado rápidamente, también quiere decir a los despaciosos: Estad seguros de no olvidar el cambio. Los hechos más sencillos posibles exigen un cambio de los hábitos comunes de la vida, pero no se hagan éstos con tanta rapidez como para perjudicar la salud y la constitución física.The Review and Herald, 8 de noviembre de 1870CRA 598.2

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