Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents
La Fe por la Cual Vivo - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    No hace acepción de personas, 23 de febrero

    Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: Por verdad hallo que Dios no hace acepción de personas; sino que de cualquiera nación que le teme y obra justicia, se agrada. Hechos 10:34, 35.FV 62.1

    “No todos los pecados son delante de Dios de igual magnitud; hay diferencia de pecados a su juicio, como la hay a juicio de los hombres; sin embargo, aunque este o aquel acto malo puede parecer frívolo a los ojos de los hombres, ningún pecado es pequeño a la vista de Dios. El juicio de los hombres es parcial e imperfecto; mas Dios ve todas las cosas como son realmente. El borracho es detestado y se dice que su pecado lo excluirá del cielo, mientras que el orgullo, el egoísmo y la codicia muchísimas veces pasan sin condenarse. Sin embargo, estos son pecados que ofenden especialmente a Dios; porque son contrarios a la benevolencia de su carácter, a ese amor desinteresado que es la misma atmósfera del universo que no ha caído.”—El Camino a Cristo, 21.FV 62.2

    “La excesiva corrupción del pecado puede conocerse solamente a la luz de la cruz. Cuando los hombres insisten en que Dios es demasiado bueno para desechar a los pecadores, miren al Calvario. fue porque no había otro modo por el cual el hombre pudiese ser salvo porque sin este sacrificio era imposible para la raza humana escapar del poder contaminador del pecado y ponerse en comunión con los seres santos, imposible para ellos llegar a ser partícipes de la vida espiritual, fue por esta causa por lo que Cristo tomó sobre sí la culpabilidad del desobediente y sufrió en lugar del pecador. El amor, los sufrimientos y la muerte del Hijo de Dios, todo da testimonio de la terrible enormidad del pecado, y prueba que no hay modo de escapar de su poder ni esperanza de una vida más elevada, sino mediante la sumisión del alma a Cristo.”—Ibid. 22.FV 62.3

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents