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Los mandatos de Dios van acompañados de promesas CMC 96

El deber es el deber, y debe cumplirse por esa misma razón. Pero el Señor tiene compasión de nosotros en nuestra condición caída y acompaña sus mandatos con promesas. Pide a su pueblo que lo pruebe y declara que recompensará la obediencia con las bendiciones más ricas... Nos estimula a darle y declara que lo que él nos retribuya estará en proporción con los donativos que le hagamos. “El que siembra escasamente, también segará escasamente”. 2 Corintios 9:6. Dios no es injusto para que se olvide de vuestro trabajo y de vuestras acciones de amor. CMC 96.1

¡Cuán tierno y fiel es Dios con nosotros! Nos ha dado en Cristo las bendiciones más escogidas. Mediante él puso su firma en el contrato que ha hecho con nosotros.—The Review and Herald, 3 de diciembre de 1901. CMC 96.2