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El sacrificio de los principios CMC 151

Con frecuencia vemos a hombres que ocupan posiciones elevadas, como seguidores de Cristo, pero que han hecho naufragar su fe. Encuentran una tentación y sacrifican los principios y sus ventajas religiosas para obtener un codiciado tesoro mundanal. Muerden el anzuelo de Satanás. Cristo venció y con esto hizo posible que el hombre también pudiera vencer; pero el hombre se coloca bajo la dirección del dios de este mundo y se aparta del estandarte de Jesucristo para ir a las filas enemigas. Dedica todas sus facultades a la obtención de ganancias y adora a otros dioses antes que al Señor. CMC 151.1

El hombre mundano no se conforma con tener suficiente para vivir, ni siquiera con la abundancia. Siempre está tratando de poseer un capital comercial más grande y encamina en esa dirección cada pensamiento y cada facultad.—The Review and Herald, 1 de marzo de 1887. CMC 151.2