Go to full page →

Transacciones mezquinas y egoístas CMC 151

Me dirijo a mis hermanos en la fe y los insto a cultivar la ternura de corazón. Cualquiera sea vuestra profesión o cargo, si abrigáis el egoísmo y la codicia, recibiréis el desagrado del Señor. No convirtáis la obra y la causa de Dios en una excusa para tratar mezquinamente y con egoísmo a la gente, ni en las transacciones comerciales que tienen que ver con su obra. Dios no aceptará ninguna suma que sea llevada a su tesorería ganada mediante transacciones egoístas. Cada acto que se relaciona con su obra debe soportar la inspección divina. Cada transacción astuta, cada intento de obtener ventaja de una persona que se encuentra sometida a la presión de las circunstancias, cada plan para comprar su tierra o propiedad por una suma inferior a su valor, no serán aceptables a Dios, aunque el dinero ganado sea presentado como ofrenda para su causa. El precio de la sangre del Hijo unigénito de Dios se ha pagado por cada hombre, y es necesario que se trate honrada y equitativamente con cada persona a fin de cumplir los principios de la ley de Dios... CMC 151.3

Si un hermano que ha trabajado en forma desinteresada por la causa de Dios se debilita y no puede cumplir con su tarea no se lo despida ni se lo obligue a componérselas lo mejor que pueda. Désele un salario adecuado para sostenerse, porque recordad que pertenece a la familia de Dios y que vosotros sois sus hermanos.—The Review and Herald, 18 de diciembre de 1894. CMC 152.1