El edificio de la casa editora que fue durante dos años el hogar de Elena G. de White, estaba situado en la esquina de Weiherweg y Rudolphstrasse, y costó, incluyendo la maquinaria, más de 30.000 dólares. A ella le agradó mucho el edificio y no le resultó desconocido, aun antes de llegar a Basilea. En el libro Life Sketches se relata la historia: EGWE 54.1
“Cuando la Sra de White y su grupo llegaron a la casa editora, el pastor [B. L.] Whitney dijo: ‘Vean nuestra sala de reuniones antes de subir’. Era una hermosa habitación en la planta baja, bien iluminada y amueblada. La Sra. de White observó con ojos escrutadores todos los aspectos del lugar, y luego dijo: ‘Es una buena sala de reuniones. Tengo la impresión de haber visto antes este lugar’. EGWE 54.2
“Al poco rato, visitaron la parte destinada a la imprenta. Cuando llegaron a la habitación donde estaba la prensa, la Sra. de White observó: ‘He visto antes esta prensa. Esta habitación me resulta muy familiar’. Los dos jóvenes que trabajaban allí no tardaron en acercarse, y los presentaron a los visitantes. Después de estrecharles la mano, la Sra. de White preguntó: ‘¿Dónde está el otro?’ EGWE 54.3
“‘¿Qué otro?’, preguntó el pastor Whitney. EGWE 56.1
“‘Hay un hombre de más edad aquí’, contestó la Sra. de White, ‘y tengo un mensaje para él’. EGWE 56.2
“El pastor Whitney le explicó que el capataz de la sala de prensas había ido a la ciudad por asuntos de negocios” (págs. 282, 283). EGWE 56.3
Diez años atrás, el 3 de enero de 1875, la Sra. de White relató a la gran congregación de la iglesia de Battle Creek que había visto en visión prensas que funcionaban en muchos países, imprimiendo periódicos, folletos y libros acerca de la verdad presente. EGWE 56.4
“Al llegar a ese punto de su narración, Jaime White la interrumpió para preguntarle si podía nombrar algunos de esos países. Ella contestó que no, porque no se lo habían dicho, “excepto uno; recuerdo que el ángel dijo Australia”. Pero declaró que aunque no podía nombrar los países, reconocería los lugares si los veía, porque conservaba la imagen muy clara en su mente. EGWE 56.5
“En la sala de prensas de la nueva casa editora de Basilea reconoció uno de esos lugares. Pocos meses después, al visitar Noruega, reconoció que había visto antes en visión la sala de prensas de la casa editora de Cristianía [actualmente Oslo]; y seis años después, cuando visitó Australia vio en la oficina del Bible Echo de Melbourne, otra sala de prensas que reconoció como la que había visto en la visión de Battle Creek el 3 de enero de 1875.—Ibid. EGWE 56.6
Cuánto debe haber animado al pastor Whitney y a los prensistas de Basilea la visión que ella relató. Ellos estaban cumpliendo la obra que el Señor quería que hicieran. EGWE 56.7
Un año después de la visión, en un editorial publicado en la Review bajo el título “Predicación a todo vapor”, Jaime White lanzó un desafío a los creyentes con estas conmovedoras palabras: EGWE 56.8
“El avance de la causa en Europa requiere que haya una oficina de publicaciones en Suiza, como lo sugirió en un informe reciente nuestro digno misionero, el pastor J. N. Andrews. Aprobamos encarecidamente la medida... Poco es lo que se ha logrado en nuestro país sin la prensa. La causa avanzó muy lentamente en este continente hasta que comenzamos a publicar con gran fervor. La obra en Europa tendrá poco valor hasta que nuestros hermanos europeos empiecen a predicar a todo vapor... EGWE 57.1
“Tenemos tres hombres capaces en Europa, consagrados a la causa de Dios, y esperamos que se levanten otros allí para defender la verdad. La Sra. de White se une a nosotros en la promesa de dar 1.000 dólares para la misión y la imprenta en Europa antes que concluya el año 1876, y esperamos que aquellos hermanos que poseen algo más que unos pocos recursos se nos unan con mano generosa en esta obra importante. Por la gracia de Dios tendremos una casa editora en Basilea, que es el punto central para Suiza, Alemania y Francia” (30 de marzo de 1876). EGWE 57.2
Pero la imprenta europea no abrió sus puertas hasta 1885, justamente antes de la llegada de Elena G. de White, en el mes de septiembre. Hasta entonces todo el trabajo lo hacían las imprentas comerciales. El primer esfuerzo por imprimir que realizó el pastor Andrews en Suiza, dio como resultado folletos preparados al principio por editores de Neuchatel y posteriormente de Basilea. EGWE 57.3
En julio de 1876 el pastor Andrews comenzó a publicar Les Signes des Temps (Señales de los tiempos) que también fue impreso en un taller comercial. Su trabajo alcanzó un éxito considerable. A su muerte, el periódico francés contaba con 6.000 suscriptores. EGWE 57.4
La imprenta Suiza, en Basilea, construida con gran esfuerzo y sacrificio, fue seguida al poco tiempo por nuevas imprentas en Noruega, Inglaterra y Australia. Cuando se reunió la Asociación General en 1901, había veinte casas editoras en diferentes partes del mundo “predicando a todo vapor”. En la actualidad hay medio centenar que preparan publicaciones en más de 200 idiomas. EGWE 58.1