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No refrenar el cariño y la ternura 1MCP 218

Motiven la expresión del amor hacia Dios y de unos hacia otros. La razón por la cual hay tantos hombres y mujeres de corazón duro en el mundo es porque el verdadero afecto ha sido considerado como debilidad, y ha sido desalentado y reprimido. Lo mejor de la naturaleza de estas personas fue ahogado en la infancia; y a menos que la luz del amor divino derrita su frío egoísmo, su felicidad quedará arruinada para siempre. Si queremos que nuestros hijos posean el bondadoso espíritu de Jesús y la ternura que los ángeles manifiestan por nosotros, debemos estimular los impulsos generosos y amantes de la infancia.—El Deseado de Todas las Gentes, 475 (1898). 1MCP 218.4