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La mente bien educada no vacila 1MCP 85

La mente tiene que ser educada por medio de pruebas diarias hasta lograr hábitos de fidelidad, hasta obtener un sentido de las exigencias de lo recto y del deber por sobre las inclinaciones y los placeres. Las mentes así educadas no vácilarán entre lo bueno y lo malo, como si fuera una caña mecida por el viento; pero tan pronto como el problema se presenta ante ellas, descubren de inmediato el principio que está involucrado, e instintivamente eligen lo correcto sin debatir largamente el asunto. Son leales porque han sido instruidos por medio de hábitos de fidelidad y de verdad.—Testimonies for the Church 3:22 (1872). 1MCP 85.1