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Conduzcámoslos a la fuente de agua viva 2MCP 412

El que trate de aplacar su sed en las fuentes de este mundo, bebe solamente para tener sed otra vez. Por todas partes, hay hombres que no están satisfechos. Anhelan algo que supla la necesidad del alma. Un solo Ser puede satisfacer esta necesidad y dar al mundo lo que necesita: “el Deseado de todas las gentes”, Cristo. La gracia divina, que él solo puede impartir, es como agua viva que purifica, refrigera y vigoriza al alma.—El Deseado de Todas las Gentes, 157 (1898). 2MCP 412.4