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La transgresión rompe la armonía 2MCP 62

El mismo poder que sostiene la naturaleza, trabaja también en el hombre. Las mismas grandes leyes que guían igualmente a la estrella y al átomo, rigen la vida humana. Las leyes que gobiernan la acción del corazón para regular la salida de la corriente de vida al cuerpo, son las leyes de la poderosa Inteligencia que tiene jurisdicción sobre el alma. De esta Inteligencia procede toda la vida. Únicamente en la armonía con Dios se puede hallar la verdadera esfera de acción de la vida. La condición para todos los objetos de su creación es la misma: Una vida sostenida por la vida que se recibe de Dios, una vida que esté en armonía con la voluntad del Creador. Transgredir su ley, física, mental o moral, significa perder la armonía con el universo, introducir discordia, anarquía y ruina.—La Educación, 99, 100 (1903). 2MCP 62.2