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El matrimonio no debe destruir la individualidad 2MCP 71

Ni el marido ni la mujer deben pensar en ejercer gobierno arbitrario uno sobre otro. No intenten imponer sus deseos uno a otro. No pueden hacer esto y conservar el amor mutuo. Sean bondadosos, pacientes, indulgentes, considerados y corteses. Mediante la gracia de Dios pueden hacerse felices uno al otro, tal como lo prometieron al casarse.—El Ministerio de Curación, 279, 280 (1905). 2MCP 71.2