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Cada niño debe tener su individualidad 2MCP 71

Se puede disciplinar a un niño para que no tenga voluntad propia, como si fuera un animal, con su individualidad sumergida en la de su maestro [...]. Pero, en la medida de lo posible, cada niño debe ser educado para bastarse a sí mismo. Al poner en funcionamiento sus diversas facultades, sabrá dónde es más fuerte y en qué es deficiente. El sabio instructor prestará especial atención al desarrollo de los rasgos más débiles, de manera que el niño pueda formar un carácter bien equilibrado y armonioso.—The Review and Herald, 10 de enero de 1882; Fundamentals of Christian Education, 57. 2MCP 71.1