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Mensajes Selectos Tomo 3 - Contents
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    Tesoros para la última generación

    Enoc, séptimo desde Adán, estuvo profetizando siempre la venida del Señor. Este gran acontecimiento le había sido revelado en visión. Abel, aunque muerto, está siempre hablando de la sangre de Cristo, que es la única que puede hacer nuestras ofrendas y nuestros dones perfectos. La Biblia ha acumulado y reunido sus tesoros para esta última generación. Todos los grandes eventos y las solemnes transacciones de la historia del Antiguo Testamento, han sido repetidas y se están repitiendo en la iglesia en estos últimos días. Moisés todavía habla, enseñando la negación de sí mismo al desear que él mismo fuera borrado del libro de la vida en favor de sus semejantes, a fin de que ellos se salvaran. David encabeza la [el acto de] intercesión de la iglesia a favor de la salvación de almas hasta los confines de la tierra. Los profetas todavía testifican de los sufrimientos de Cristo y de la gloria que debía seguir. Allí todas las verdades acumuladas se nos presentan con fuerza para que aprovechemos sus enseñanzas. Estamos bajo la influencia de todas ellas. ¿Qué clase de personas debemos ser nosotros, a quienes ha sido dada toda esta rica luz como herencia? Al concentrarse toda la influencia del pasado con una luz nueva y acrecentada del presente, a todos los que la siguen se les da un poder intensificado. Su fe aumentará y se pondrá en ejercicio en el tiempo presente, despertando una energía y un fervor intensamente ampliado; y en base a una dependencia de Dios y de su poder, llenarán el mundo y enviarán la luz del Sol de Justicia hasta los confines de la tierra.3MS 387.1

    Dios ha enriquecido el mundo en estos días finales en proporción al aumento de la impiedad, si sus hijos sólo echaran mano de su don inapreciable y vincularan todo su interés con el Señor. No debe haber ídolos acariciados, y no necesitamos temer lo que vendrá, sino encomendar el cuidado de nuestras almas a Dios, como a un Creador fiel. El guardará lo que se encomiende a su cuidado.—Carta 74a, 1897.3MS 388.1

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