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Cristo en Su Santuario - Contents
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    Jesús, el abogado

    Jesús aparecerá como el Abogado de ellos, para interceder en su favor ante Dios. “Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. 1 Juan 2:1. “Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante de Dios en favor nuestro”. “Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos”. Hebreos 9:24; 7:25, NVI.CES 115.2

    A medida que los libros de registros se van abriendo en el juicio, las vidas de todos los que hayan creído en Jesús pasan ante Dios para ser examinadas por él. Empezando con los que vivieron primero en la Tierra, nuestro Abogado presenta los casos de cada generación sucesiva y termina con los vivos. Cada nombre es mencionado, cada caso cuidadosamente investigado. Habrá nombres que serán aceptados, y nombres rechazados. Cuando alguien tenga en los libros de registros pecados de los cuales no se arrepintió y no fueron perdonados, su nombre será borrado del libro de la vida y el registro de sus buenas obras será borrado del libro de memoria de Dios. El Señor declaró a Moisés: “Al que haya pecado contra mí, a éste borraré de mi libro”. Éxodo 32:33, VM. Y el profeta Ezequiel dice: “Si el justo se apartare de su justicia, y cometiere maldad... ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en cuenta”. Ezequiel 18:24.CES 115.3

    A todos los que se hayan arrepentido verdaderamente de su pecado, y por medio de la fe reclamen la sangre de Cristo como su sacrificio expiatorio, se les ha inscrito el perdón frente a sus nombres en los libros del cielo; como llegaron a ser partícipes de la justicia de Cristo y su carácter está en armonía con la ley de Dios, sus pecados serán borrados y ellos mismos serán considerados dignos de la vida eterna. El Señor declara a través del profeta Isaías: “Yo, yo soy aquel que borro tus transgresiones a causa de mí mismo, y no me acordaré más de tus pecados”. Isaías 43:25, VM. Jesús dijo: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles”. “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también lo confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos”. Apocalipsis 3:5; Mateo 10:32, 33.CES 116.1

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