Fe y Obras

La salvación es por la fe únicamente; pero la fe nunca está sola.
Tal es el mensaje de estas 18 secciones (redactadas entre 1881 y 1902) en cuanto a la salvación. Le gema de toda esta colección es un manuscrito de 1890, quizá la declaración más audaz y definitiva de Elena White en torno a la justificación por la fe; salió de su pluma durante la efervescencia teológica que siguió a la sesión de la Asociación General en 1888.
Si bien se enfatiza la importancia de la obediencia, revela con meridiana claridad el fundamental rol de la gracia divina, por la cual el ser humano recibe justificación; es un don de Dios, en quien se ejerce fe. . . “Cualesquiera sean las obras buenas que se produzcan, ante Dios son mucho menos que nada.”
El Dios de la gracia figura en estas páginas como abrazando a cada alma pecadora y luchadora, que acepta su justicia por medio de la fe.