El Discurso Maestro de Jesucristo - Contents
- Prefacio
- En la ladera del monte
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- “Abriendo su boca, les enseñaba, diciendo: bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”.
- “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”.
- “Bienaventurados los mansos”.
- “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos”.
- “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”.
- “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”.
- “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.
- “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”.
- “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan”.
- “Vosotros sois la sal de la tierra”.
- “Vosotros sois la luz del mundo”.
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- “No he venido para abrogar, sino para cumplir”.
- “Cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos”.
- “Si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.
- “Cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio”.
- “Reconcíliate primero con tu hermano”.
- “Cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”.
- “Si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti”.
- “¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?”
- “No perjurarás”.
- “No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.
- “Amad a vuestros enemigos”.
- “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro padre que está en los cielos es perfecto”.
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- “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos”.
- “Y cuando ores, no seas como los hipócritas”.
- “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles”.
- “Cuando ayunéis, no seáis... como los hipócritas”.
- “No os hagáis tesoros en la tierra”.
- “Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz”.
- “Ninguno puede servir a dos señores”.
- “No os afanéis por vuestra vida”.
- “Buscad primeramente el reino de Dios”.
- “No os afanéis por el día de mañana... basta a cada día su propio mal”.
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- “Cuando oréis, decid: padre nuestro”.
- “Que estás en los cielos”.
- “Santificado sea tu nombre”.
- “Venga tu reino”.
- “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”.
- “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”.
- “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”.
- “No nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal”.
- “Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria”.
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- “No juzguéis, para que no seáis juzgados”.
- “¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano?”
- “No deis lo santo a los perros”.
- “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.
- “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos”.
- “Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida”.
- “Esforzaos a entrar por la puerta angosta”.
- “Guardaos de los falsos profetas”.
- “Y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca”.