Manuscrito 73—La obra entre los judíos

Hay una grandiosa obra que ha de hacerse en nuestro mundo. El Señor ha declarado que los gentiles serán reunidos, y no solamente los gentiles, sino también los judíos. Hay entre los judíos muchos que se convertirán, y veremos cómo la salvación de Dios avanza como una lámpara que arde.MI1 289.1

Hay judíos por todas partes, y a ellos ha de serles llevada la luz de la verdad presente, para que tengan oportunidad de aceptarla. Hay entre los judíos muchos que vendrán a la luz, y que proclamarán la inmutabilidad de la ley de Dios con enorme poder. El Señor Dios obrará. Hará cosas maravillosas en justicia. [...]MI1 289.2

Que no crean los que no se han dedicado a un trabajo de evangelización personal que todo el mundo debería considerar las cosas como ellos. Que Dios actúe según su propio criterio, y aparten ustedes sus manos de aquellos a los que usa en las ciudades. Tiene hombres de talentos y dones especiales a los que usará para proclamar la verdad en las ciudades.MI1 289.3

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Solicitado por W. E. Read para su uso en una compilación sobre la obra entre judíos.

Debería haber miles ocupados en las ciudades, trabajando con in-teligencia. No todos esos obreros deberían recurrir a la Asociación en busca de apoyo. Deberían procurar que su trabajo fuera de sostén propio. Muchos pueden realizar trabajo de sostén propio, pero algunos no.MI1 290.1

Debemos apartarnos de nuestra pequeñez y trazar planes ambiciosos. Ha de haber un despliegue más amplio por los que se hallan cerca y los de lejos.— Ms 74, 1905, pp. 1, 3 («Our Duty toward the Jews» [Nuestro deber hacia los judíos], 29 de mayo de 1905).MI1 290.2

Ha de realizarse un trabajo misionero verdadero y sincero entre los judíos. Algo se hace, pero nada en comparación con lo que podría hacerse. Se ha cometido un gran error a la hora de acometer esta tarea como es debido. Que el pueblo del Señor medite y ore sobre este asunto. «Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Como pensé haceros mal cuando vuestros padres me provocaron a ira, dice Jehová de los ejércitos, y no me arrepentí, así en cambio he pensado hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá en estos días. No temáis» (Zac. 8: 14, 15).MI1 290.3

Recordemos que el tiempo es corto. Digan a la gente que se están perdiendo oportunidades de oro para servir. Todas las naciones han de ser advertidas e instruidas para que busquen al Señor sin demora; porque ese ángel poderoso que engañó a tantos de la hueste angélica trabaja sin cesar para poner en operación sus seductoras artimañas, con las que ha engañado a millones, y a través de las cuales desea engañar al mundo entero. La obra de la que escribe el profeta Zacarías es un tipo de restauración espiritual que había de obrarse para Israel antes del fin del tiempo. El profeta declaró: «Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Cobrad ánimo, vosotros que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas. [...] Ahora no haré con el resto de este pueblo como en aquellos pasados días. [...] Porque habrá simiente de paz: la vid dará su fruto, la tierra, su producto, y los cielos, su rocío; y haré que el resto de este pueblo posea todo esto.MI1 290.4

»Y así como fuisteis maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. ¡No temáis! ¡Cobrad ánimo!» (Zac. 8: 9-13). «Así ha dicho Jehová de los ejércitos: “Yo salvo a mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra donde se pone el sol; los traeré y habitarán en medio de Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios en verdad y en justicia» (Zac. 8: 7, 8).— Carta 42, 1912, pp. 1, 2 (a «Queridos hermanos», 6 de noviembre de 1911).MI1 290.5

Patrimonio White, Washington, D. C., 22 de febrero de 1955

El número 74 se usó en el material suplementario del tomo 7 del Comentario bíblico adventista.
El número 75 está incluido en el nº 134.

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