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Historia del Sábado - Contents
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    27 – El sábado en América del Norte

    La primera iglesia observadora del sábado en América del Norte – Nombre de sus miembros – Origen de la segunda – Organización de la Asociación General de los Bautistas del séptimo día – Estadísticas de la denominación en ese tiempo – Naturaleza de su organización – Estadísticas actuales – Obra misionera – La Sociedad Sabática Norteamericana de Tratados – Responsabilidad por la luz del sábado – Los Bautistas del S. D. alemanes en Pensilvania – Referencia a los observadores del sábado en Hungría – En Siberia – Los adventistas del séptimo día – Su origen – Labores de José Bates – De Jaime White – La Asociación Publicadora – La Benevolencia sistemática – La obra de los predicadores principalmente en campos nuevos – Organización de los Adventistas del S. D. – Estadísticas – Peculiaridades de su fe – Su objetivo – Los Adventistas del S. D. de Suiza – Por qué el sábado es de valor inapreciable para la humanidad – Las naciones de los salvados observan el sábado en la tierra nueva

    La primera iglesia sabataria en América del Norte se originó en Newport, R. I. El primer observador del sábado fue Stephen Mumford, que abandonó Londres tres años después del martirio de John James, y cuarenta y cuatro años después de la llegada de los padres peregrinos a Plymouth. El Sr. Mumford, parece, vino como misionero de los observadores ingleses del sábado.1“Cuando los bautistas del séptimo día de Londres, en 1664, enviaron a Stephen Mumford a Norteamérica, y en 1675 enviaron al Pr. William Gibson, hicieron lo mismo, en proporción a su capacidad, como lo había hecho cualquier sociedad para propagar el evangelio en los lugres extranjeros”. Memorial de los Bautistas del séptimo día, t. i, p. 43. El Sr. Isaac Backus, el historiador de los bautistas de Nueva Inglaterra, hace el siguiente registro:HSPDS 321.1

    “Stephen Mumford vino desde Londres en 1664, y trajo consigo la creencia de que todos los diez mandamientos, como fueron entregados desde el Monte Sinaí, eran morales e inmutables; y que era el poder anticristiano que pensó en cambiar los tiempos y la ley, que cambió el sábado del séptimo al primer día de la semana. Varios miembros de la primera iglesia en Newport abrazaron esta creencia, y no obstante continuaron con la iglesia por algunos años, hasta que dos hombres y sus esposas que habían hecho así, se volvieron a la observancia del primer día”.2Hist. Ecles. de Nva. Inglaterra, de 1783 a 1796, cap. 11, sec. 10.HSPDS 321.2

    El Sr. Mumford, a su llegada, se puso a trabajar fervientemente para convertir a los hombres a la observancia del cuarto mandamiento, como se infiere del siguiente registro:HSPDS 321.3

    “Stephen Mumford, el primer observador del sábado en Norteamérica, vino de Londres en 1664. Tacy Hubbard comenzó a guardar el sábado, el 11 de marazo de 1665. Samuel Hubbard comenzó el 1º de abril de 1665. Rachel Langworthy, el 15 de enero de 1666. Roger Baxter, el 15 de abril de 1666, y William Hiscox, el 28 de abril de 1666. Estos fueron los primeros observadores del sábado en Norteamérica. Una controversia, que duró varios años, surgió entre ellos y los miembros de la iglesia. Ellos deseaban retener su conexión con la iglesia, pero fueron, por último, obligados a retirarse, para que pudiera gozar en paz y guardar el día santo de Dios”.3Jas. Bailey, Hist. de la Asoc. Gral. de los Baut. S. D., pp. 237, 238. [Baxter es Baster en el Memorial de los B. S. D.]HSPDS 321.4

    Aunque el Sr. Mumford fielmente enseñó la verdad, él parece haber acariciado la idea de los sabatarios ingleses, de que era posible que los observadores del primer día y del séptimo día caminaran juntos en el compañerismo de la iglesia. Si la gente del primer-día hubieran tenido la misma idea, la luz dcl sábado se hubiera extinguido en unos pocos años, como la historia de los observadores ingleses sabatarios claramente lo demuestra. Pero, en la providencia de Dios, el peligro fue evitado por la oposición que estos observadores de los mandamientos tuvieron que afrontar.HSPDS 322.1

    Además de las personas enumeradas arriba, cuatro otras personas abrazaron el sábado en 1666, pero en 1668 renunciaron a ello. Estos cuatro también eran miembros de la iglesia bautista del primer día de Newport. Aunque los observadores del sábado que retuvieron su integridad pensaron que podrían legítimamente tener comunión con los miembros de la iglesia que estaban completamente persuadidos de observar el primer día, no obstante ellos sentían otra cosa con respecto a estos que habían visto claramente el sábado, y por un tiempo lo habían observado, y luego apostataron. Estas personas “escribieron y también hablaron en contra de él, que tanto les dolió que no pudieron sentarse a la mesa del Señor con ellos, ni con la iglesia por causa de ellos”. Pero como eran miembros de la iglesia del primer-día, y “no tenían poder para tratar con ellos por sí mismos sin la ayuda de la iglesia”, ellos “se encontraron impedidos de seguir con ellos, como si fueran hermanos privados. Así concluyeron que no debían llevar el caso a la iglesia para juzgarlos, es decir, al volverse de la observancia del séptimo día, teniendo una creencia contraria a ella”. Ellos por tanto, enviaron pidiendo consejo a los observadores del sábado de Londres, y entretanto se abstuvieron de tener compañerismo con la iglesia.HSPDS 322.2

    El Dr. Edward Stennet les escribió de parte de los observadores del sábado de Londres: “Si la iglesia quiere tener comunión con estos apóstatas de la verdad, ustedes deberían desear cortésmente ser despedidos de la iglesia; si la iglesia rehúsa, deberían retirarse ustedes mismos”.4Memorial Baut. del séptimo día, t. i, pp. 27, 28, 29. Sin embargo, ellos decidieron no abandonar la iglesia. Pero le dijeron “a la iglesia, públicamente que no podían estar cómodos en comunión con aquellas cuatro personas que habían pecado”. “Y así por varios meses anduvieron sin que la iglesia los ofendiera, después de lo cual los hermanos dirigentes o ministrantes comenzaran a declararse con respecto a los diez preceptos”. El Sr. Tory “declaro que la ley había sido eliminada”. El Sr. Luker y el Sr. Clarke “se ocuparon de predicar la no-observancia de la ley, día tras día”. Pero los observadores del sábado replicaron “que los diez preceptos todavía eran santos, justos, buenos y espirituales, como siempre”. El Sr. Tory “con algunas palabras poco agradables dijo ‘que su tema era sólo el cuarto precepto’, a lo cual ellos respondieron, ‘que todos los diez preceptos tenían igual fuerza para ellos, y que ellos no abogaban por el uno sin el otro’. Y por varios años, siguieron con la iglesia en una especie de media-comunión”.5Registros de la Primera Iglesia Bautista de Newport, citados en el Memorial de los Bautistas del S. D., t. i, pp. 28-39.HSPDS 322.3

    El Sr. Bailey expone así el resultado:HSPDS 323.1

    “Al tiempo en que cambiaron de creencia y práctica, [con respecto al sábado bíblico,] ellos no tenían intención de establecer una iglesia con este rasgo distintivo. Dios, evidentemente, tenía una misión diferente para ellos, y los llevó a ella, por medio de la severa prueba de la persecución. Ellos fueron forzados a dejar la comunión de la iglesia bautista, o abandonar el sábado del Señor su Dios”.6Bailey, Hist., pp. 9 10.HSPDS 323.2

    “Estos dejaron la iglesia bautista el 7 de diciembre de 1671”.7Íd., p. 237.HSPDS 323.3

    “El 23 de diciembre, solo dieciséis días después de retirarse de la iglesia bautista, ellos hicieron un pacto para organizarse en una iglesia”.8Íd., p. 238.HSPDS 323.4

    Este fue el origen de la primera iglesia observadora del sábado en Norteamérica.9Hist. de la Asoc. Gral. de los Baut. S. D., p. 39, 40; Backus, cap. 11, sec. 10. La segunda de estas iglesias debe su origen a esta circunstancia: Por el año 1700, Edmund Dunham de Piscataway, N. J., reprendió a una persona por trabajar en domingo. Le preguntaron por su autoridad bíblica. Al buscarla, llegó a convencerse de que el séptimo día es el único sábado semanal en la Biblia, y comenzó a observarlo.HSPDS 323.5

    “Poco después, otros siguieron su ejemplo, y en 1707 se organizó una iglesia bautista del séptimo día, con diecisiete miembros. Edmund Dunham fue elegido como pastor y enviado a Rhode Island para recibir la ordenación”.10Hist. de la Asoc. Gral. de los Baut. S. D., pp. 15, 238.HSPDS 323.6

    La Asociación General de los Bautistas del Séptimo Día fue organizada en 1802. En su primera sesión anual incluía en su organización ocho iglesias, nueve ministros ordenados, y 1.130 miembros.11Íd., pp. 46-55. La asociación fue organizada con solo poderes de consejería, las iglesias individuales retenían los asuntos de disciplina y gobierno eclesiástico en sus propias manos.12Íd., pp. 57, 58, 62, 74, 82. La Asociación ahora incluye unas ochenta iglesias, y unos 8.000 miembros. Estas iglesias se encuentran en la mayoría de los estados del norte y del oeste, y están divididas en cinco asociaciones, las que, sin embargo, no tiene poderes disciplinarios ni legislativos sobre las iglesias que las constituyen. Hay cinco academias [colegios secundarios], un colegio terciario, “y una universidad con departamentos académicos, colegiado, mecánico, y teológico en funcionamiento”.13Sábado y domingo, p. 232. La sociedad misionera bautista del S. D. sostiene varios misioneros nacionales que trabajan principalmente en las fronteras sur y oeste de la denominación. En los últimos pocos años han tenido cierto grado de éxito en esta obra. También tiene una estación misionera en Shanghai, China, y una pequeña iglesia allí con cristianos fieles.HSPDS 323.7

    La sociedad misionera sabática norteamericana de tratados es la agencia de publicaciones de la denominación. Sus oficinas centrales están en Alfred Center, N. Y. Publica el Sabbath Recorder [Registro sabático], el órgano de los bautistas del séptimo día, y también publica una serie de obras valiosas relacionadas con el sábado y la ley de Dios.HSPDS 324.1

    Durante los doscientos años que han pasado desde la organización de la primera iglesia sabataria en Norteamérica, Dios ha levantado entre esta gente hombres de eminentes talentos y valor moral. También en forma providencial ha llamado la atención al sagrado tesoro que hace tanto tiempo ha confiado a los bautistas del S. D., y ellos han sido lentos en darse cuenta de su inmensa importancia.HSPDS 324.2

    Entre los convertidos al sábado mediante la agencia de estas personas, el nombre de J. W. Morton es particularmente digno de una mención honrosa. Él fue enviado en 1847 como misionero a la isla de Haití por los Presbiterianos Reformados. Allí llegó en contacto con publicaciones sabatarias, y después de un examen serio llegó a convencerse de que el séptimo día es el sábado del Señor. Como hombre honesto, lo que vio como verdad, la obedeció de inmediato, y retornó a casa para ser juzgado por su herejía, fue sumariamente expulsado de la iglesia presbiteriana reformada, sin haber tenido la oportunidad de exponer las razones que habían gobernado su conducta. Él ha dado al mundo una valiosa obra titulada: Vindicación del Sábado verdadero, en la cual relata su experiencia, y sus razones para observar el séptimo día, presentados con gran fuerza y claridad.HSPDS 324.3

    Los Bautistas del S. D. no tuvieron falta de hombres educados y con talento, y tienen amplios medios en su posesión con los cuales sustentar la causa de Dios. Si en el pasado ellos no percibieron completamente que eran deudores a toda la humanidad por causa de la gran verdad que Dios les había encomendado a su cuidado, hay razón para creer que ellos están ahora hasta cierto punto despertando a esta enorme deuda.14Mucho material interesante acerca de los bautistas del séptimo día en Norteamérica puede encontrarse en Utter, Manual de los Bautistas del S. D.; Bailey, Hist. de la Asoc. Gral. de los Baut. del S. D.; Lewis, Sábado y domingo, y en el Memorial Bautista del S. D.HSPDS 324.4

    Hay también en el Estado de Pensilvania un pequeño grupo de Bautistas del S. D. alemanes en los condados de Lancaster, York, Franklin y Bedford, y en las partes central y oeste del estado. Se originaron en 1728 por las enseñanzas de Conrad Beissel, un alemán nativo. Ellos practican la triple inmersión, y el lavamiento de los pies, y observan la comunión abierta. Estimulan el celibato, pero no lo hacen obligatorio para nadie. Aun aquellos que eligieron esta forma de vida están en libertad de casarse en cualquier momento en que lo decidan hacer. Establecieron y mantuvieron con éxito una escuela sabática en Ephrata, sus oficinas centrales, cuarenta años antes de que Robert Raikes hubiera introducido el sistema de las escuelas dominicales. Estas personas habían sufrido mucha persecución por causa de su observancia del séptimo día, ya que las leyes de Pensilvania eran especialmente opresivas para los sabatarios.15Rupp, Historia de todas las denominaciones religiosas en los Estados Unidos, pp. 109-123, 2da. ed.; Bailey, Hist. Asoc. Gral., pp. 255-258. Los bautistas del S. D. alemanes no pertenecen a la Asociación General de los Bautistas del S. D.HSPDS 324.5

    Ya hemos notado el hecho de que los observadores del sábado eran numerosos en Rusia, en Polonia, y en Turquía. Encontramos la siguiente declaración con respecto a los observadores del sábado en Hungría:HSPDS 325.1

    “Una congregación de cristianos del séptimo día en Hungría, que por las leyes se les rehusaba tolerancia, habían abrazado el judaísmo, a fin de que se les permitiera existir en conexión con una de las ‘religiones recibidas’”.16Independiente, de Nueva York, marzo de 1869.HSPDS 325.2

    La probabilidad es que como las leyes del Imperio Austríaco pesaban muy severamente sobre todos los cuerpos religiosos que no pertenecían a una de las sectas u órdenes toleradas, estos “cristianos del séptimo día” al “serles rehusada la tolerancia” en su propio nombre, consiguieron el privilegio de observar el séptimo día al permitir que su doctrina sea clasificada por las autoridades civiles bajo el encabezamiento del Judaísmo, y así se pusieron bajo la tolerancia acordada a las “religiones recibidas”. No decimos que eso estaba bien, aún como algo técnico, pero es evidente el extremo al que ellos fueron. No hay razón para creer que ellos renunciaron a Cristo. También aprendemos que hay sabatarios en el norte de Asia:HSPDS 325.3

    “Hay una secta de cristianos griegos en Siberia que guardan el sábado judío (Saturday). Tales sectas ya existen en los Estados Unidos, en Alemania, y creemos que en Inglaterra”.17Tribuna quincenal, 4 de mayo de 1869.HSPDS 325.4

    El sábado fue primero presentado a la atención del pueblo del Advenimiento en Washington, N. H. Una fiel hermana bautista del séptimo día, la Sra. Rachel D. Preston, del Estado de Nueva York, habiéndose mudado a este lugar, trajo consigo el sábado del Señor. Aquí ella llegó a interesarse en la doctrina del inminente y glorioso advenimiento del Salvador. Siendo instruida en este tema por el pueblo del advenimiento, ella a su vez los instruyó en los mandamientos de Dios, y tan temprano como 1844, casi toda la iglesia en ese lugar, que consistía en unas cuarenta personas, llegaron a ser observadores del sábado del Señor.18Esta hermana había nacido en Vernon, Vt. Su nombre de soltera era Rachel D. Harris. A la edad de diecisiete años, ella se convirtió y poco después se unió a la iglesia metodista. Después de su casamiento, ella se mudó con su esposo al centro de Nueva York. Allí, a la edad de veintiocho, ella llegó a ser observadora del sábado bíblico. El ministro metodista, su pastor, hizo lo que pudo para volverla del sábado, pero finalmente le dijo que ella podría guardarlo si no los dejaba. Pero ella era fiel a sus convicciones del deber y se unió a la primera iglesia bautista del séptimo día de Verona, condado de Oneida, N. Y. Su primer esposo era de apellido Oaks; su segundo, el de Preston. Ella y su hija, Delight Oaks, fueron miembros de la primera iglesia de Verona en el tiempo de su mudanza a Washington, N. H. La madre murió el 1º de febrero de 1868; la hija, varios años más tarde. El grupo más antiguo de observadores del sábado entre los adventistas del séptimo día es por lo tanto, la de Washington, N. H. El número de sus miembros es pequeño, pues ha sido disminuido por la emigración y por los estragos de la muerte; pero todavía permanece un pequeño grupo para dar testimonio de esta antigua verdad bíblica.HSPDS 325.5

    De este lugar, varios ministros adventistas recibieron la verdad del sábado durante el año 1844. Uno de ellos fue el pastor T. M. Preble, quien tiene el honor de llevar esta gran verdad ante los adventistas por medio de la prensa. Su ensayo fue fechado el 13 de febrero de 1845. Presentó brevemente las demandas del sábado bíblico, y mostró que no lo había cambiado el Salvador, sino que fue cambiado por la gran apostasía. Luego dice:HSPDS 326.1

    “Así vemos que se cumplió Daniel 7:25, el cuerno pequeño cambiando ‘los tiempos y la ley’. Por lo tanto me parece que todos los que guardan el primer día como sábado, son observadores del domingo del papa, y quebrantan el sábado de Dios”.19El artículo del pastor Preble apareció en La esperanza de Israel, del 28 de feb. de 1845, publicado en Portland, Maine. Este artículo fue reimpreso en la Revista Adventista [en inglés] del 23 de agosto de 1870. El artículo, como fue reescrito por el pastor Preble y publicado en forma de folleto, fue también impreso en la Revista, del 21 de diciembre de 1869.HSPDS 326.2

    En unos pocos meses muchas personas comenzaron a observar el sábado, como resultado de la luz así echada sobre su sendero. El pastor J. B. Cook, un hombre de talento decidido como predicador y escritor, fue uno de esos conversos tempranos al sábado. Los pastores Preble y Cook estaban en ese momento en pleno vigor de sus poderes mentales, y estaban poseídos por un talento y reputación de piedad, que les dio gran influencia entre los adventistas en favor del sábado. Estos hombres fueron llamados en la providencia de Dios para ocupar un lugar importante en la obra de la reforma del sábado.HSPDS 326.3

    Pero ambos, mientras predicaban y escribían en su favor, cometieron el error fatal de hacer que no tuviera importancia práctica. Aparentemente oferecían el mismo compañerismo con aquellos que rechazaban el sábado que el que tenían por aquellos que lo observaban. Tal curso de acción produjo su resultado natural. Después de dos o tres años de esta clase de observancia del sábado, cada uno de estos hombres apostataron de él, y de allí en adelante usaron la influencia que les quedaba en pelear contra el cuarto mandamiento. La mayor parte de los que abrazaron el sábado por sus labores no quedaron suficientemente impresionados con su importancia como para quedar establecidos y fundados en evidencias de peso, y después de un período breve, se volvieron atrás de su observancia. Pero se había hecho lo suficiente para excitar amarga oposición hacia el sábado de parte de muchos adventistas, y para formular argumentos ingeniosos y plausibles por medio de los cuales los hombres intentaban probar que Dios había abolido su propia y sagrada ley.HSPDS 326.4

    Tal fue el fruto de su curso, y tal la condición de las cosas en el tiempo de su defección. Pero el resultado de su plan de acción enseñó a los observadores del sábado del advenimiento una lección de valor, que nunca olvidaron. Aprendieron que el cuarto mandamiento debe ser tratado como una parte de la ley moral, si los hombres han de ser guiados alguna vez a su sagrada observancia.HSPDS 326.5

    El primer artículo del pastor Preble en favor del sábado fue el medio de llamar la atención de nuestro venerable hermano, José Bates, a esta institución divina. Pronto llegó a convencerse de su obligación, y de inmediato comenzó a observarlo. Él había actuado una parte destacada en el movimiento adventista de 1843-1844, y ahora, con celo y sacrificio propio, se aferró de la verdad despreciada del sábado para presentarlo delante de sus prójimos. No lo hizo a medias como habían hecho los pastores Preble y Cook, sino como un hombre totalmente ferviente y plenamente consciente de la importancia de su tema.HSPDS 326.6

    El tema del Santuario celestial comenzó por ese tiempo a interesar a muchos adventistas, y especialmente al pastor Bates. Él fue uno de los primeros en ver que el objeto central de ese santuario era el arca de Dios. También llamó la atención a la proclamación del tercer ángel relacionado con los mandamientos de Dios. Él se vistió con la armadura solo para dejarla cuando su obra estuviera realizada. Él fue instrumental en conducir a muchos a la observancia de los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, y pocos de los que recibieron el sábado por sus enseñanzas apostataron de él.20Él se durmió el 19 de marzo de 1872, en su octogésimo año de edad.HSPDS 327.1

    Solo unos pocos meses después que el pastor Bates, nuestro estimado y eficiente hermano, el pastor Jaime White, también abrazó el sábado. Él había trabajado con mucho éxito en el gran movimiento adventista, y ahora entró de todo corazón en la obra de la reforma del sábado. Uniéndose al pastor Bates en la proclamación de la doctrina del advenimiento y del sábado como conectados en el santuario y el mensaje del tercer ángel, él logró grandes resultados, con la bendición de Dios, en favor del sábado.HSPDS 327.2

    Los intereses en las publicaciones de los adventistas del séptimo día se originaron por su intermedio. Él comenzó la obra de publicaciones en 1849, sin recursos, y con muy pocos amigos, pero con mucho trabajo, sacrificio propio, y angustiosa preocupación; y con la bendición Dios sobre sus esfuerzos, ha sido el medio de establecer un eficiente taller de publicaciones, y de diseminar muchos obras importantes por todo nuestro país, y hasta cierto punto, a otras naciones también. La publicación de La Revista del Advenimiento y el Heraldo del Sábado [Review and Herald, en inglés] el órgano de los adventistas del séptimo día, comenzó con él en 1850. En la mayoría de los años de su existencia, él ha servido como uno de sus editores; y en todos sus primeros años, él fue tanto el publicador y el único editor. Durante este tiempo, él también trabajó con energía como ministro del evangelio de Cristo.HSPDS 327.3

    Las necesidades de la causa requirieron un aumento de capital y operaciones más extensas, y para este fin se incorporó una Asociación en la ciudad de Battle Creek, Michigan, el 3 de mayo de 1861, con el nombre de Asociación Publicadora Adventista del Séptimo Día. Esta asociación posee tres cómodas casas publicadoras, con máquinas, prensas motorizadas, y todo los equipos necesarios para hacer un trabajo extenso. Hay unas cincuenta personas empleadas constantemente en esta obra de publicación. La asociación tiene un capital de unos $ 70.000. Bajo Dios, debe su prosperidad a la administración prudente y la energía incansable del pastor Jaime White.HSPDS 327.4

    La Revista Adventista [en inglés] tiene actualmente (nov. de 1873) una circulación de unos 5.000 ejemplares. El Instructor de la Juventud [Youth’s Instructor], un periódico mensual diseñado para los hijos de los adventistas observadores del sábado, comenzó a publicarse en 1852, y ahora ha alcanzado una circulación de casi 5.000 ejemplares.HSPDS 327.5

    El Advent Tidende, un periódico mensual en danés con una circulación de 800, se publica para beneficio de aquellos que hablan danés y noruego, de quien un número considerable han abrazado el sábado.HSPDS 328.1

    Los adventistas del S. D. han tomado un sólido interés en el tema de la higiene y las leyes de la salud, y han establecido un Instituto de Salud en Battle Creek, Mich., que publica el Reformador de la Salud, un periódico mensual, en forma de revista, que tiene una circulación de cerca de 5.000 ejemplares.HSPDS 328.2

    Numerosas publicaciones sobre profecía, señales de los tiempos, la venida de Cristo, el sábado, la ley de Dios, el santuario, etc., se han publicado dentro de los últimos veinte años, y han tenido una extensa circulación, que agregadas han sido millones de páginas.HSPDS 328.3

    Las necesidades financieras ordinarias de la causa son sostenidas por un método de recolección de recursos conocido como Benevolencia sistemática. Por medio de este sistema cada amigo de la causa paga una cierta suma de dinero cada semana, proporcional al valor de las propiedades que posee. Pero no hay compulsión en este asunto. De esta manera todos llevan una parte de la carga, de modo que no resulta pesado para ninguno; y los recursos necesarios para la obra fluyen en una corriente continua a la tesorería de las diversas iglesias, y finalmente a las asociaciones en cada estado. Cada año se instituye un ajuste en las asociaciones de cada estado, en el que las tareas, los recibos y los gastos de cada ministro son considerados cuidadosamente. De esta manera no se permite que nadie desperdicie los recursos, y ninguno de los que se reconoce que son llamados por Dios al ministerio sufren.HSPDS 328.4

    Las iglesias sostienen sus reuniones, en su mayoría, sin la ayuda de la predicación. Ellos reúnen los medios para sostener a los siervos de Cristo, pero les piden que dediquen la mayor parte de su tiempo y fuerzas a salvar a aquellos que no han tenido la luz de estas importantes verdades brillando sobre su sendero. Así ellos salen a todas partes predicando la palabra de Dios, según la providencia guíe sus pasos. Durante los meses de verano, la obra en los campos nuevos se realiza principalmente por medio de grandes tiendas o carpas, que permiten que el predicador provea un lugar aceptable de adoración, dondequiera él piense que es apropiado trabajar.HSPDS 328.5

    Los adventistas del séptimo día tienen trece asociaciones en los Estados, que se reúnen anualmente en sus respectivos estados. Estos llevan los nombres de Maine, Vermont, Nueva Inglaterra, Nueva York y Pensilvania, Ohio, Michigan, Indiana, Illinois, Wisconsin, Minnesota, Iowa, Missouri, y Kansas, y California. Estas asociaciones están diseñadas para atender las necesidades locales de la causa. Hay también una Asociación General que se reúne anualmente, compuesta por delegados de las conferencias de los Estados. Estas asociaciones realizan la supervisión general de la obra en todas las Asociaciones de los Estados, suministrando a las más destituidas con trabajadores hasta donde sea posible, y uniendo la fuerza total del cuerpo para la realización de la obra. También toma a su cargo la labor misionera en aquellos estados donde no se han organizado todavía las Asociaciones.HSPDS 328.6

    Hay unos cincuenta ministros que dedican todo su tiempo a la obra del evangelio. Hay también un número considerable que predican una parte del tiempo, y dedican el resto a labores seculares. Hay unos 6.000 miembros en las diversas organizaciones en los estados. Pero la condición de dispersión de estas personas (porque se encuentran en todos los estados del norte y en varios del sur), que una gran parte de ellas no tienen conexión con su organización. Se los encuentra en familias solas esparcidas desde Maine a California y Oregón. La Revista y el Instructor constituyen, para un gran número de casos, los únicos predicadores de su fe.HSPDS 329.1

    Aquellos temas que interesan más especialmente a este pueblo, son el cumplimiento de las profecías, la segunda venida personal del Salvador como un evento ahora cerca de su cumplimiento, la inmortalidad por medio solo de Cristo, un cambio de corazón por medio de la operación del Espíritu Santo, la observancia del sábado del cuarto mandamiento, la divinidad y obra mediadora de Cristo, y el desarrollo de un carácter santo por la obediencia a la perfecta y santa ley de Dios.21Para un mayor conocimiento de sus creencias, véase su periódico semanal, la Revista adventista y Heraldo del sábado, publicado en Battle Creek, Michigan, a $ 2.00 por año, y la lista de publicaciones anunciadas en sus columnas.HSPDS 329.2

    Son muy estrictos con respecto a la ordenanza del bautismo, creyendo no solo que requiere que las personas sean sepultadas en la tumba líquida, sino que aun tal bautismo es defectuoso si se administra a quienes están quebrantando uno de los diez mandamientos. También creen que la indicación de nuestro Señor en Juan 13 debiera ser observada en relación con la cena [del Señor]-HSPDS 329.3

    Enseñan que los dones del Espíritu presentados en 1 Corintios 12 y Efesios 4, fueron designados para permanecer en la iglesia hasta el fin del tiempo. Creen que estos se perdieron como consecuencia de la misma apostasía que cambió el sábado. También creen que en la restauración final de los mandamientos por la obra del tercer ángel, los dones del Espíritu de Dios son restaurados con ellos. Así el remanente de la iglesia, o la última generación de sus miembros, se dicen que “guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.22Apocalipsis 12:17; 14:12. Y el ángel de Dios explica esto al decir: “El testimonio de Jesús es el espíritu de profecía”.23Apocalipsis 19:10. El espíritu de profecía por lo tanto tiene un lugar destacado asignado a él en la obra final de la reforma del sábado. Estas son sus creencias sobre esta porción de la Escritura; y su historia desde el comienzo está marcada por la influencia de este sagrado don.HSPDS 329.4

    Frente a una fuerte oposición, las personas conocidas como adventistas del séptimo día han surgido para dar su testimonio en favor del sábado del Señor. Han afrontado peligros de enemigos abiertos, y de falsos hermanos; pero han vencido las dificultades del camino, y de cada uno han reunido fuerzas para el conflicto frente a ellos. Tienen una obra definida que esperan realizar. Es la de preparar un pueblo listo para la venida del Señor.HSPDS 329.5

    Debería hacerse una mención honorable de los adventistas del séptimo día de Suiza. Conocieron por primera vez estas preciosas verdades del pastor M. B. Czechowski, quien hace unos pocos años los instruyó en los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Desde que cesaron sus labores por ellos, Dios les ha dado fuerzas para mantenerse firmes en favor de su verdad, y ha añadido a su número. Obedecen de todo corazón la verdad y se sacrifican para su progreso. Su número es de unas sesenta personas. Hay unas pocas personas de esta fe también en Italia, Alemania y Dinamarca.HSPDS 330.1

    La observancia del sábado a veces es defendida porque el hombre necesita un día de descanso y se volverá prematuramente anciano si trabaja siete días cada semana, que es sin duda cierto; y también ha sido defendido sobre la base de que Dios bendecirá en frutos y depósitos a quienes santifican su sábado, que puede ser cierto en muchos casos; pero la Biblia no recomienda motivos de esta clase con respecto a esta sagrada institución. Sin duda hay grandes ventajas secundarias en la observancia del sábado. Pero estas no son lo que Dios nos presenta como las razones para su observancia. La verdadera razón es infinitamente más elevada que todas las consideraciones de esta clase, y debiera impulsar a los hombres a obedecer, aun si fuera cierto que les costara todo lo que es precioso en la vida presente.HSPDS 330.2

    El sábado ha sido defendido sobre la base de que asegura a los hombres un día para la adoración de Dios en la que por consenso común pueden aparecer ante Dios. Esta es una consideración muy importante, y no obstante la Biblia dice poco con respecto a ella. Es una de las bendiciones secundarias del sábado, y no la razón principal para su observancia. El sábado fue ordenado para conmemorar la creación de los cielos y la tierra.HSPDS 330.3

    La importancia del sábado como un monumento de la creación es que mantiene siempre presente la verdadera razón por la que la adoración es debida a Dios. Porque la adoración de Dios se basa sobre el hecho de que es el creador y que todos los demás seres fueron creados por él. El sábado, por lo tanto, yace en el mismo fundamento de la adoración divina, porque enseña esta gran verdad de la manera más impresionante, y ninguna otra institución hace esto. La verdadera base de la adoración divina, no de la del séptimo día solamente, sino de toda adoración, se encuentra entre la distinción entre el Creador y sus criaturas. Este gran hecho nunca puede llegar a ser obsoleto, y nunca debe ser olvidado. Para mantenerlo en la mente del hombre, Dios le dio el sábado. Lo recibió en su inocencia, y a pesar de la perversidad de su pueblo profeso, Dios ha preservado esta sagrada institución a través del período entero del estado caído de la humanidad.HSPDS 330.4

    Los veinticuatro ancianos en el mismo acto de adoración al que está sentado sobre el trono, declaran la razón por la que se debe adoración a Dios:HSPDS 330.5

    “Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.24Apocalipsis 4:10, 11.HSPDS 330.6

    Esta gran verdad por lo tanto es digna de ser recordada aún en el estado glorificado. Y realmente aprenderemos que lo que Dios le dio al hombre en el Paraíso, para mantener esta gran verdad ante su mente, será honrado por él en el Paraíso restaurado.HSPDS 331.1

    El futuro se nos presenta en las Escrituras proféticas. De ellas aprendemos que nuestra tierra está reservada para el fuego, y que de sus cenizas surgirán cielos nuevos y tierra nueva, y edades sin fin.252 Pedro 3; Isaías 65; Apocalipsis 21, 22. Milton expone así esta doctrina:
    “El mundo arderá, y de sus cenizas brotan
    Nuevos cielos y tierra, donde la justicia habita,
    Y después de toda su tribulación larga,
    Ve días dorados, actos de oro fructíferos”.
    El paraíso perdido, libro iii, líneas 234-238.
    “Así seguirá el mundo,
    Maligno hacia los buenos, a los hombres malos benigno,
    Bajo su propio peso, quejándose; hasta que el día
    Aparezca de respiro para el justo,
    Y venganza para los impíos, en el retorno
    De Aquel que te prometió venir en tu ayuda,
    La simiente de la mujer; oscuramente entonces predicho,
    Ahora más conocido tu Salvador y tu Señor:
    Finalmente, en las nubes, del cielo para ser revelado,
    En gloria del Padre, para disolver
    A Satanás con su mundo pervertido; luego levantarse
    De la masa ardiente, depurada y refinada,
    Nuevo cielo, nueva tierra, de edades sin fin,
    Fundada en justicia, y paz, y amor;
    Para producir frutos, gozo y delicia eterna”.
    Íd., libro xii, líneas 537-551.
    Sobre esta herencia glorificada, el segundo Adán, el Señor del sábado, gobernará, y bajo su protección llena de gracia las naciones de los que serán salvos heredarán la tierra para siempre.26Daniel 7:9, 10, 13, 14, 17-27; Salmo 2:7-9; 37:9-11, 18-22, 34; Malaquías 4:1-3. Cuando la gloria del Señor llene la tierra como las aguas cubren el mar, el sábado del Altísimo aparecerá a la vista nuevamente y por última vez:
    HSPDS 331.2

    “Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí, dice Jehová”.27Isaías 66:22, 23.HSPDS 331.3

    ¿No se refiere Pablo a estos mismos hechos presentados por Isaías cuando dice: “Queda un reposo [griego, sabbatismós, literalmente “UNA OBSERVANCIA DEL SÁBADO”] para el pueblo de Dios”?28Hebreos 4:9. El margen [en la ed. inglesa] rinde “una observancia de un sábado”. Liddell y Scott define Sabatismós “una observancia del sábado”. Ellos no dan otra definición, sino la derivan del verbo Sabbvatizo, que ellos definen por estas solas palabras, “guardar el sábado”. Schrevelius define Sabbatismós con esta frase: “Observancia del sábado”. Él también la deriva de SabbatizoSabbatismós es, por lo tanto el sustantivo en griego que significa el acto de guardar el sábado, mientras que sabbatizo, de la cual ella se deriva, es el verbo que expresa el acto. La razón para esta reunión mensual en la Nueva Jerusalén de toda la hueste de los redimidos de todas partes de la tierra nueva, puede encontrarse en las palabras del Apocalipsis:HSPDS 331.4

    “Después me mostró un río limpio, de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad y a uno y otro lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad [literalmente, el servicio]29Ver el Léxico de Liddell y Scott, Schrevelius, y Greenfield. de las naciones”.30Apocalipsis 22:1, 2.HSPDS 332.1

    La reunión de las naciones que son salvas ante la presencia del Creador, de toda la faz de la tierra nueva en cada sábado sucesivo, aun en ese estado santo, pone el sello del Altísimo a la perpetuidad de esta institución antigua.HSPDS 332.2

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