II – LA REGLA DEL ROMANISTA: BIBLIA Y TRADICIÓN
“Si queremos tener toda la regla de la fe y práctica cristianas, no debemos contentarnos con aquellas escrituras que Timoteo conocía desde su infancia, es decir, con solo el Antiguo Testamento; ni siquiera con el Nuevo Testamento, sin tomar junto con ellos las tradiciones de los apóstoles y la interpretación de la iglesia, a la que los apóstoles entregaron tanto el libro como el verdadero significado de él”.
Es seguro que el sábado del primer día no puede sustentarse por la primera de estas reglas; porque la palabra de Dios no dice nada con respecto a tal institución. La segunda de estas reglas es adoptada necesariamente por todos los que defienden el carácter sagrado del primer día de la semana. Porque los escritos de los padres y las tradiciones de la iglesia proveen todo el testimonio que se puede aducir en apoyo de ese día. Adoptar la primera regla es condenar el sábado del primer día como una institución humana. Adoptar la segunda es virtualmente reconocer que los romanistas tienen razón; porque es por esta regla que ellos pueden sustentar sus dogmas no bíblicos. El Sr. W. B. Taylor, un hábil escritor anti sabatario, declara este punto con gran claridad:HSPDS 129.1
“El triunfo de los católico romanos consistentes sobre todos los observadores del domingo, que se llaman protestantes, es de hecho completo e incontestable… Debería presentar un tema de reflexión muy grave para los cristianos de las denominaciones reformadas y evangélicas, encontrar que no hay un solo argumento o sugerencia que puedan ofrecer en favor de la observancia del domingo que no se aplique con igual fuerza y en su más completa extensión para sostener los diversos otros ‘días santos’ marcados por ‘la iglesia’”.HSPDS 129.2
Escuchen el argumento de un católico romano:HSPDS 129.3
“La palabra de Dios ordena el séptimo día como sábado de nuestro Señor, y para santificarlo: ustedes [los protestantes] sin ningún precepto de la Escritura, lo cambian al primer día de la semana, sólo autorizado por nuestras tradiciones. Diversos Puritanos ingleses se oponen a este punto, que la observancia del primer día es probado por las Escrituras, donde se dice ‘el primer día de la semana’. ¿No han hilado muy fino al citar estos lugares? Si produjéramos nada mejor para el purgatorio y las oraciones por los muertos, la invocación de los santos, y otros similares, ellos podrían tener una buena causa, de hecho, de reírse hasta ponernos en ridículo; porque ¿dónde está escrito que estos eran días sábados en los que aquellas reuniones se realizaron? ¿O dónde se ordena que ellos siempre fueran observados? ¿O cuál es el resumen de todo, dónde se decreta que la observancia del primer día fuera abrogado o abolida la santificación del séptimo día, que Dios ordenó santificar para siempre? Ni uno de estos es expresado en la palabra escrita de Dios”.HSPDS 129.4
Por lo tanto, quienquiera que entre en las listas en favor del sábado en el primer día, debe necesariamente hacerlo –aunque tal vez no perciba el hecho– bajo la bandera de la iglesia de Roma.HSPDS 130.1