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Historia del Sábado - Contents
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    Prefacio

    La historia del sábado abarca el período de 6.000 años. El séptimo día es el Sábado del Señor. Los actos que los constituyeron en tal fueron, primero, el ejemplo del Creador; segundo, el dar su bendición al día; y tercero, la santificación o designación divina del día para un uso santo. Por lo tanto, el sábado data desde el comienzo de la historia de nuestro mundo. El primero que sabatizó en el séptimo día es Dios el Creador; y el primero séptimo día del tiempo es el día que él honró de ese modo. Por lo tanto, el más elevado de los honores posibles pertenece al séptimo día. Tampoco se limitó este honor al primer séptimo día del tiempo; porque tan pronto como Dios había descansado en ese día, el designó el séptimo día para un uso santo, para que el hombre pudiera santificarlo en memoria de su Creador.HSPDS 7.1

    Esta designación divina surge de la naturaleza y de la adecuación de las cosas, y debe haber sido hecha directamente a Adán, porque él mismo y su esposa eran entonces los únicos seres que podían usar los días de la semana. Como fue dirigido a Adán mientras todavía era justo, debe haberle sido dado como cabeza de la familia humana. El cuarto mandamiento basa toda su autoridad sobre este mandato original del Creador, y por lo tanto, debe ser en sustancia lo que Dios ordenó a Adán y Eva como los representantes de la humanidad.HSPDS 7.2

    Los patriarcas no pueden haber ignorado los hechos y la obligación que el cuarto mandamiento muestra que se originó en el principio, porque Adán estuvo presente entre ellos por un período igual a más de la mitad de la dispensación cristiana. Por ello, aquellos que caminaron con Dios en la observancia de sus mandamientos ciertamente santificaron su sábado.HSPDS 7.3

    Los observadores del séptimo día deben haber incluido, por lo tanto, a los antiguos patriarcas piadosos, y nadie negaría que ellos incluyen también a los profetas y a los apóstoles. De hecho, toda la iglesia de Dios abarcada dentro de los registros de la inspiración fueron observadores del sábado. A este número debe añadirse al Hijo de Dios.HSPDS 7.4

    Por eso, ¡qué historia tiene el sábado del Señor! ¡Fue instituido en el Paraíso, honrado por varios milagros cada semana por el espacio de cuarenta años, proclamado por el gran Legislador en el Sinaí, observado por el Creador, los patriarcas, los profetas, los apóstoles, y el Hijo de Dios! Constituye el corazón mismo de la ley de Dios, y mientras dure esa ley, por ese mismo tiempo la autoridad de esa sagrada institución permanece firme.HSPDS 7.5

    Siendo éste el registro del séptimo día, se puede preguntar: ¿Cómo es que este día ha sido rebajado hasta el polvo, y otro día fue elevado a sus honores sagrados? En ninguna parte las Escrituras atribuyen esta obra al Hijo de Dios. Sin embargo, ellos lo hacen, prediciendo la gran apostasía en la iglesia cristiana, y que el cuerno pequeño, u hombre de pecado, el inicuo, pensaría en cambiar los tiempos y la ley.HSPDS 7.6

    El objeto del presente tomo es mostrar: 1. El registro bíblico del sábado; 2. El registro del sábado en la historia secular; 3. El registro del festival del domingo, y de los diversos pasos por los cuales ha usurpado el lugar del antiguo sábado.HSPDS 8.1

    El autor ha intentado determinar la verdad exacta en el tema al consultar las autoridades originales hasta donde se ha podido tener acceso a ellos. Las notas al pie mostrarán a quién debe el autor los hechos presentados en esta obra, aunque indican solamente una muy pequeña parte de las obras consultadas. Él ha presentado las palabras exactas de los historiadores, y ha procurado, concienzudamente, presentarlos de tal manera de hacer justicia a los autores citados.HSPDS 8.2

    No es culpa del autor que la historia del festival dominical presente tal conjunto de fraudes e iniquidades en su apoyo. Estos son, en la naturaleza del caso, esenciales a su misma existencia, porque la pretensión de un usurpador está necesariamente basada en el fraude. La responsabilidad por éstos descansa con aquellos que se atreven a cometer o sustentar tales actos. El antiguo sábado del Señor nunca ha necesitado ayudas de esta clase, y nunca su registro ha sido manchado por el fraude o la falsedad.HSPDS 8.3

    J. N. A.

    Battle Creek, Mich., 18 de nov. de 1873

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