Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents
Consejos sobre Mayordomía Cristiana - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Hay que apreciar los bienes materiales pero no amontonarlos

    El que busca las riquezas eternas debería esforzarse por obtener el tesoro celestial con mucho más fervor y perseverancia, y con una intensidad que sea proporcional al valor del objeto que persigue. Los mundanos trabajan para obtener cosas terrenales y temporales. Colocan su tesoro en la tierra y hacen justamente lo que Jesús les dijo que no debían hacer.CMC 164.3

    Los cristianos sinceros aprecian la advertencia dada por Jesús y ponen en práctica su Palabra, y en esta forma se hacen tesoros en el cielo, tal como el Redentor del mundo les ha ordenado. Contemplan una eternidad de gloria que bien vale una vida de esfuerzos perseverantes e incansables. No se están empeñando en una dirección equivocada. Están colocando sus afectos en las cosas de arriba, donde Cristo se sienta a la diestra de Dios. Son transformados por la gracia y su vida se oculta con Cristo en Dios.CMC 164.4

    No han perdido en manera alguna el poder de acumulación; pero emplean sus energías activas en la búsqueda de adquisiciones espirituales; consideran que todos sus talentos constituyen dones de Dios que han de emplearse para gloria suya. Estos aprecian los recursos materiales pero no los acumulan, y los evalúan únicamente en la medida en que pueden utilizarse para promover la verdad, para trabajar como Cristo trabajó cuando vivió en el mundo, para bendecir a la humanidad. Utilizan sus facultades para conseguir este propósito y no para agradarse o glorificarse a sí mismos, sino para fortalecer cada don que les ha sido confiado a fin de rendir el servicio más elevado a Dios. De ellos puede decirse: “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”. Romanos 12:11.CMC 165.1

    Dios no condena la prudencia y la previsión en el uso de las cosas de esta vida, pero la preocupación febril y la ansiedad indebida con respecto a las cosas mundanas no están de acuerdo con su voluntad.—The Review and Herald, 1 de marzo de 1887.CMC 165.2

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents