Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents
Consejos Sobre la Salud - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    El estudio de la fisiología

    Los padres deben tratar de interesar a sus hijos en el estudio de la fisiología. Pocos jóvenes tienen un conocimiento preciso de los misterios de la vida. Muchos padres no se interesan bastante en el estudio del maravilloso organismo humano, de las relaciones y de la dependencia de sus complicados órganos. Aunque Dios les dice: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como tu alma”, no comprenden, sin embargo, la influencia del cuerpo sobre el espíritu ni del espíritu sobre el cuerpo. Dedican su atención a cosas triviales y luego alegan que les falta el tiempo para obtener la información necesaria que les permitiría instruir convenientemente a sus hijos.CSI 425.2

    Si cada uno quisiese obtener conocimientos al respecto y sintiese la importancia de ponerlos en práctica, presenciaríamos un estado de cosas mejor. Padres, enseñad a vuestros hijos a razonar de las causas a los efectos. Mostradles que si violan las leyes de la salud tendrán que pagar la transgresión con sufrimientos. Mostradles que la temeridad respecto a la salud del cuerpo favorece la temeridad en las cosas morales. Vuestros hijos necesitan cuidado paciente y fiel. No basta que los alimentéis y los vistáis. Debéis tratar también de desarrollar su fuerza mental y llenar su corazón de principios justos. Mas ¡cuán a menudo sucede que la belleza del carácter y la amabilidad del genio son descuidadas para atender a la apariencia externa! ¡Oh, padres, no os dejéis gobernar por la opinión del mundo ni tratéis de alcanzar su norma! Decidid por vosotros mismos cuál debe ser el objeto esencial de la vida y luego dedicad todos vuestros esfuerzos a alcanzarlo. No podéis descuidar impunemente la educación de vuestros hijos. Los defectos de su carácter publicarán vuestro descuido a este respecto. Los males que dejéis pasar sin corrección, los modales bruscos, groseros, y la falta de respeto y obediencia, las costumbres de indolencia y falta de atención, deshonrarán vuestro nombre y amargarán vuestra vida. El destino de vuestros hijos está en gran medida en vuestras manos. Al faltar a vuestro deber con respecto a ellos, podéis colocarlos en las filas del enemigo y hacer de ellos agentes suyos para arruinar a otros; por otra parte, instruyéndolos fielmente, ofreciéndoles con vuestra vida un ejemplo de piedad, podéis conducirlos a Cristo. A su vez, ellos ejercerán sobre otros la misma influencia, y así, por vuestro medio, podrá salvarse gran número de almas.CSI 425.3

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents