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El Colportor Evangélico - Contents
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    Publicaciones para todas las clases

    Ningún colportor debe exaltar el libro con el cual trabaja por encima de otros que presentan la verdad para este tiempo. Si nuestros colportores trabajaran todos con un solo libro, y concentrarán sus energías en él, la obra no podría realizarse de acuerdo con el plan de Dios. No todas las mentes están constituidas de la misma manera, y lo que puede ser alimento para uno podría dejar de atraer a otro; por lo tanto, debiera haber en el campo libros que traten en una variedad de formas los temas especiales para este tiempo. Será necesario que el colportor haga una sabia selección. Que ninguno que trabaje en la obra de Dios se vuelva estrecho de miras o corto de vista. El Señor tiene muchos instrumentos por medio de los cuales se propone trabajar. Cuando un libro es ponderado por encima de otro, existe el peligro de que la misma obra que está mejor adaptada para dar la luz a la gente sea quitada de su lugar. No hay necesidad de contraponer diferentes libros, y juzgar de antemano cuál de ellos hará mayor bien. Dios tiene un lugar para todas las voces y para todas las plumas que él ha inspirado para hablar de él. Para algunas mentes será difícil comprender nuestros libros más complicados, y una manera más sencilla de presentar la verdad los alcanzará con más facilidad. Que los dirigentes animen a los más débiles, y muestren un interés por igual en cada uno de los instrumentos puestos en acción para preparar a un pueblo para la venida del Señor. Algunos recibirán mayor beneficio de revistas y folletos que de los libros. Las revistas, los folletos que se espacian en las lecciones de la Biblia, todos necesitan atención en la obra del colportaje, porque son como pequeñas cuñas que abren el camino para las obras mayores.—El Ministerio de Curación, 48, 49 (1902).CE 144.3

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