Los padres pueden ser demasiado complacientes
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Queridos amigos, Hno. y Hna. Bailey: He sentido que es mi deber escribirles, ya que también lo he hecho con otros hermanos para decirles lo que se me había mostrado con referencia a ellos. Tenía que escribirles sobre algunas cosas, pero hasta ahora no me había sentido libre de hacerlo. Si se hubiera dado la oportunidad de haberlo hecho personalmente en vuestro hogar, lo hubiera hecho para liberar mi mente de esta responsabilidad. Ahora, al retornar a mi hogar, no puedo dejar pasar más tiempo sin escribirles.HD99 221.2
He tenido que escribir mucho en relación a los errores que los padres cometen en la instrucción de sus hijos, y los resultados que pueden sobrevenir. Vuestro caso también fue abierto delante de mí. Se me mostró que habéis sido demasiado indulgentes con vuestros hijos. Estos peligros y errores no han sido plenamente comprendidos como para llevaros a tomar una posición firme y gobernar a vuestra familia tras de vosotros.HD99 221.3
El Señor en su gran misericordia os ha hecho conocer la verdad; y vosotros amáis la verdad y aceptáis sus demandas. Os ha llevado a una reforma en la vida y os ha dirigido a tener un interés profundo en el bienestar espiritual de vuestros hijos. Todo esto está de acuerdo con la voluntad de Dios. Sin embargo, a pesar de vuestra ansiedad, habéis fracasado seriamente en hacer la obra que el Señor les encomienda a los padres hacer. Vuestros hijos no han tenido restricciones; se les ha complacido en todo para su perjuicio. No han sido traídos a la sujeción que Dios requiere.HD99 221.4
Han existido serias faltas en la instrucción de vuestros hijos. Vuestros varones no han sido educados correctamente, y con vuestra hija habéis sido especialmente indulgentes. Tanto es así, que su utilidad para la vida se ha tornado muy pequeña. Su atención se ha centrado mayormente en sí misma y su mente se ha tornado egocéntrica. Tiene aversión al trabajo, y usando la excusa de cualquier indisposición, ha sido eximida de toda tarea. Debido a que hablábais delante de ella y aceptábais sus excusas, su imaginación se excitó en esa dirección. La madre ha soportado todas las pesadas cargas que debía haber compartido con su hija y con sus hijos varones. La madre se hubiese evitado mucho sufrimiento en la forma de agudos ataques de enfermedad, si hubiera tenido la ayuda de sus hijos, especialmente de la hija. Tal labor hubiera sido una bendición para la madre, y hubiese sido saludable también para la hija quien se hubiera evitado esas indisposiciones...HD99 222.1
Otro mal que amenaza destruir la utilidad de su hija es su amor por el mundo y su orgullo en la apariencia personal. Ella ha desarrollado una afectación que puede matar su espiritualidad.HD99 222.2
Hna. Bailey, usted ha cometido un serio error en la crianza de sus hijos. Cuando la rama se dobla, el árbol se inclina. Al ser complaciente con sus errores y al excusar su falta de respeto por la autoridad, ha puesto en peligro su salvación. Los niños que no son educados a ser corteses y respetar los pedidos de los padres, no tendrán un correcto sentido de su deber para con Dios y sus demandas de obediencia y sumisión...HD99 222.3
Los niños que reciben toda la abundancia y hospitalidad de los padres, deben entender que, en respuesta a todo lo que se les brinda, deben mostrar respeto por la autoridad de sus progenitores. Sin la gracia de Dios, sus hijos le causarán muchos dolores de cabeza y la más profunda angustia, sin que ellos sientan el menor remordimiento. La más pequeña restricción será considerada por ellos como una invasión de sus derechos y despreciarán el reproche.HD99 222.4
Aunque sus hijos han perdido los beneficios de una instrucción temprana, usted puede redimir el tiempo cambiando enteramente su disciplina. A sus hijos les faltan esas cualidades deseables en una mente noble que sólo una disciplina correcta y la cultura pueden darles. No son corteses ni respetuosos; les ha permitido pronunciar palabras que nunca debieran ser permitidas bajo su techo. Los jóvenes que no son restringidos a temprana edad, se transforman en sus propios amos y en sus propias dueñas. Toman las riendas en sus propias manos y se creen importantes, engreídos e impetuosos, sin gusto o ambición por el respeto propio o la disciplina. Sus mentes no se aplican a ninguna cosa; desprecian la disciplina de la escuela porque no han sido disciplinados en el hogar...HD99 223.1
Dios no se ha agradado de la forma en que la Hna. Bailey ha manejado a sus hijos. “Pesada ha sido en balanza, y ha sido hallada falta”. Este es un serio defecto en una madre. Por haber sido demasiado complaciente, les permitió pecar; les permitió ser apasionados, desagradecidos, desobedientes, testarudos y engreídos. Y aun más: los ha justificado delante de los ojos de otros, y delante de sus propios ojos. En esto ha participado de los pecados y errores de sus hijos; la sangre de sus almas estará en su vestimenta y en la de su marido. Pueden ambos redimir el pasado haciendo una reforma de su parte; pero no pueden borrar los resultados de su descuido en la vida de sus hijos. En cierto grado, Dios considera a los padres como responsables de la conducta de sus hijos, debido a que tenían la responsabilidad de formar sus caracteres...HD99 223.2
Su hija necesita tener una labor activa. Ella puede compartir muy bien las cargas de la vida, a fin de que esas cargas no le sean agregadas a las de su madre. El trabajo que se le pida hacer, pondrá en acción sus músculos y los órganos del cuerpo, y será la mejor medicina que su hija puede recibir. La ociosidad la está manteniendo descontenta e infeliz... Que Dios pueda bendecirlos en estos aspectos, tanto a usted como a su esposo.—Carta 1, 1871.HD99 223.3