Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Capítulo 9—El Edén restaurado

    Restaurado con mayor gloria—El huerto del Edén permaneció en la tierra mucho tiempo después que el hombre fuera expulsado de sus agradables senderos. Véase Génesis 4:16. Durante mucho tiempo después, se le permitió a la raza caída contemplar de lejos el hogar de la inocencia, cuya entrada estaba vedada por los vigilantes ángeles. En la puerta del paraíso, custodiada por querubines, se revelaba la gloria divina. Allí iban Adán y sus hijos a adorar a Dios. Allí renovaban sus votos de obediencia a aquella ley cuya transgresión los había arrojado del Edén. Cuando la ola de iniquidad cubrió al mundo, y la maldad de los hombres trajo su destrucción por medio del diluvio, la mano que había plantado el Edén lo quitó de la tierra. Pero en la final restitución, cuando haya “un cielo nuevo, y una tierra nueva” (Apocalipsis 21:1), ha de ser restaurado más gloriosamente embellecido que al principio.SVC 75.1

    Entonces los que hayan guardado los mandamientos de Dios respirarán llenos de inmortal vigor bajo el árbol de la vida; y a través de las edades sin fin los habitantes de los mundos sin pecado contemplarán en aquel huerto de delicias un modelo de la perfecta obra de la creación de Dios, incólume de la maldición del pecado, una muestra de lo que toda la tierra hubiera llegado a ser si el hombre hubiera cumplido el glorioso plan de Dios.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 46, 47.SVC 75.2

    Una visión dada a Moisés—[Moisés]...vio la segunda venida de Cristo en gloria, a los muertos resucitar para recibir la vida eterna, y a los santos vivos trasladados sin ver la muerte, para ascender juntos con cantos de alabanza y alegría a la ciudad eterna de Dios.SVC 76.1

    Otra escena aún se abre ante sus ojos: la tierra libertada de la maldición, más hermosa que la tierra de promisión cuya belleza fuera desplegada a su vista tan breves momentos antes. Ya no hay pecado, y la muerte no puede entrar en ella. Allí las naciones de los salvos y bienaventurados hallan una patria eterna. Con alborozo indecible, Moisés mira la escena, el cumplimiento de una liberación aun más gloriosa que cuanto hayan imaginado sus esperanzas más halagüeñas. Habiendo terminado para siempre su peregrinación, el Israel de Dios entró por fin en la buena tierra.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 509, 510.SVC 76.2

    El Edén florecerá otra vez—Cuando el Edén vuelva a florecer en la tierra, la ley de amor dada por Dios será obedecida por todos debajo del sol.—El discurso maestro de Jesucristo, 47.SVC 76.3

    La tierra redimida—El gran plan de la redención dará por resultado el completo restablecimiento del favor de Dios para el mundo. Será restaurado todo lo que se perdió a causa del pecado. No sólo el hombre, sino también la tierra, será redimida, para que sea la morada eterna de los obedientes. Durante seis mil años, Satanás luchó por mantener la posesión de la tierra. Pero se cumplirá el propósito original de Dios al crearla. “Tomarán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, y hasta el siglo de los siglos”. Daniel 7:18.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 355.SVC 76.4

    “Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová”. “En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre”. “Y Jehová será Rey sobre toda la tierra”. La Sagrada Escritura dice: “Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos”. “Fieles son todos sus mandamientos; afirmados por siglo de siglo”. Los sagrados estatutos que Satanás ha odiado y ha tratado de destruir, serán honrados en todo el universo inmaculado. Y “como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su simiente, así el Señor Jehová hará brotar justicia y alabanza delante de todas las gentes”. Salmos 113:3; Zacarías 14:9; Salmos 119:89; 111:7, 8; Isaías 61:1.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 355.SVC 77.1

    Adán nuevamente en el Edén—Cuando los fieles que han muerto sea resucitados y el Rey de gloria abra ante ellos las puertas de la ciudad de Dios, y las naciones que han sido salvas entren por ellas, ¡qué gloria y belleza será vista por aquellos que sólo han presenciado las cosas de la naturaleza después que la triple maldición cayó sobre ella! Es imposible describir el gozo de Adán cuando nuevamente vea el paraíso, el jardín del Edén que una vez fue su hogar feliz, del cual, por causa de la transgresión, fue separado por tanto tiempo. Volverá a ver las hermosas flores y los árboles llenos de belleza y frutos, a cada uno de los cuales les había dado un nombre en el tiempo de su inocencia. Verá nuevamente las viñas y enredaderas en las que se deleitaba colocándolas sobre árboles y arbustos. Y cuando vea el árbol de la vida con sus ramas extendidas y sus resplandecientes frutos a los cuales tiene nuevamente acceso, su gratitud será ilimitada. Se arrodillará en adoración ante el Rey de gloria, y después se unirá al canto de todos los redimidos: “¡Digno, digno es el Cordero que fue inmolado!” Adán perdió el Edén por desobedecer los mandamientos de Dios. Ahora lo volverá a recibir mediante el arrepentimiento y la obediencia fiel. Si la maldición cayó sobre él por su desobediencia, ahora la bendición descansará sobre él por su obediencia.—Spiritual Gifts 3:88, 89.SVC 77.2

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents