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    Capitulo 7 - Métodos De Enseñanza Y De Cosecha

    Se debe instruir a los miembros de iglesia para trabajar por los demás. Es deber de los que son líderes y maestros del pueblo instruir a los miembros de iglesia para trabajar en las filas misioneras, y luego poner en funcionamiento la grandiosa obra de proclamar ampliamente este mensaje, que tiene que despertar a cada ciudad no trabajada antes de que venga la crisis cuando, mediante el empleo de agentes satánicos, se cerrarán las puertas que ahora están abiertas al mensaje del tercer ángel. Dios requiere que demos el mensaje de la verdad presente a cada ciudad, y que la obra no siga restringida a algunos pocos lugares. Dondequiera que se pueda hallar una puerta para la verdad, que se dispongan hombres capaces de presentar sus enseñanzas con un poder y una convicción que lleguen a los corazones.-- Manuscrito 61, 1909 (Manuscript Releases, t. 10, pp. 215, 216).MLC 88.1

    Los miembros de iglesia deben aprender a impartir la verdad a los demás. La preciosa verdad salvífica ha sido repetida una y otra vez a nuestros miembros de iglesia, mientras justo en las ciudades donde están organizadas nuestras iglesias hay almas que perecen por la falta de conocimiento que los miembros de nuestras iglesias podrían impartir. Apenas se conoce la guerra agresiva. Si los creyentes estuviesen bien despiertos, buscando oportunidades para difundir la luz, encontrarían mucho trabajo para hacer. La seriedad, la sobriedad y la revelación del sentido de solemne responsabilidad que descansa sobre los seguidores de Cristo pesarán fuertemente en favor de la verdad. Los que son cristianos abnegados causarán una impresión en sus vecinos al vivir una vida de santidad práctica. Trabajarán fervientemente al servicio de su Maestro, manifestando alabanzas a Aquel que los ha llamado a salir de las tinieblas a su luz maravillosa. Obedecerán la instrucción de Cristo: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Cada miembro de iglesia debería aprender a comunicar luz a otros que yacen en tinieblas. Que todos velen por las almas, “como quienes han de dar cuenta”.- Review and Herald, 11 de junio de 1895.MLC 88.2

    Proclamemos La Verdad Bíblica

    Comiencen presentando el evangelio lo más claramente posible. Hay una obra sagrada y solemne que hacer para elevar la norma entre los que aún no han oído el primer llamado a la fiesta evangélica. Toda clase de trabajo debe hacerse en su debido orden. Debemos levantar la voz y proclamar el mensaje en los caminos, y reunir a todos los que vendrán a la cena de bodas del Cordero. Esto es lo que estamos haciendo. Estamos ubicando nuestras reuniones campestres en las ciudades y los pueblos donde el mensaje de la verdad presente aún no ha sido oído. Al principio no proclamamos a estas almas los temas doctrinales, de los cuales no tienen comprensión. Lo primero y lo más importante es ablandar y suavizar el alma al presentar a nuestro Señor Jesucristo como el portador del pecado, el Salvador que perdona los pecados, aclarando lo más posible el evangelio.- Carta 4, 1899.MLC 89.1

    Develen las verdades de la Palabra de Dios a quienes los escuchen. En nuestras ciudades y pueblos hay almas que viven en la ignorancia de las verdades de la Palabra de Dios; muchos están pereciendo en el pecado. Algunos vienen por curiosidad a nuestras casas de culto. Que todo discurso predicado sea una revelación de las grandes verdades aplicables a este tiempo. Revélense los misterios de la redención a los alumnos de la escuela y a las congregaciones que se reúnen para oír la Palabra. Este es un conocimiento que necesitan los educados y los iletrados. Se encontrará la educación superior al estudiar el mis- terio de la piedad. Las grandes verdades de la Palabra de Dios, si son creídas, recibidas y practicadas en la vida, resultarán en una educación del orden más elevado.- Consejos para los maestros, padres y alumnos, p. 384. (1913)MLC 89.2

    La verdad bíblica debe proclamarse con sencillez para que todos puedan entender. El Señor se dirige ahora a su pueblo diciendo: Obtengan entrada en las ciudades, y proclamen la verdad con sencillez y fe. El Espíritu Santo obrará por medio de sus esfuerzos para impresionar los corazones. No introduzcan doctrina extraña en su mensaje, sino expresen las sencillas palabras del evangelio de Cristo, que tanto el joven como el adulto puedan entender. De igual forma, tanto el inculto como el letrado necesitan comprender las verdades del mensaje del tercer ángel, que deben enseñarse con sencillez. Si desean encontrar acceso a la gente y hacerlo en forma aceptable, humillen su corazón delante de Dios y aprendan sus caminos.- Review and Herald, 18 de enero de 1912 (El ministerio médico, p. 397).MLC 90.1

    Develen la verdad bíblica solo en la medida en que se entienda. Anoche, en mis horas de descanso, me pareció que me reunía con mis hermanos a escuchar a Aquel que hablaba como quien tiene autoridad. Él dijo: “Hay muchas almas que asistirán a esta reunión y que ignoran honestamente las verdades que se presentarán ante ellas. Escucharán y se interesarán, porque Dios las está atrayendo; la conciencia les dice que lo que escuchan es cierto y tiene la Biblia como su fundamento. Se necesita usar el mayor cuidado para tratar con estas almas... Al comienzo, no hagan hincapié en los rasgos más objetables de nuestra fe ante la gente, para no cerrar los oídos de aquellos a quienes estas cosas les llegan como una revelación nueva.MLC 90.2

    “Que esas porciones de la verdad les sean impartidas a medida que sean capaces de captarlas y apreciarlas; aunque pueda parecer extraño y asombroso, muchos reconocerán con gozo que se derrama nueva luz sobre la Palabra de Dios; mientras que, si la verdad se presentara en una medida tan grande que no pudieran recibirla, algunos se alejarían y no volverían nunca más. Es más, tergiversarían la verdad; en su explicación de lo que se dijo, se distorsionarían tanto las Escrituras que terminarían confundiendo a otras mentes. Tenemos que aprovechar las circunstancias ahora. Presenten la verdad tal como es en Jesús. No debe haber un espíritu combativo ni controversial en defensa de la verdad”.-Manuscrito 44, 1894 (Special Testimonies to Ministers and Workers, serie A, N° 3, pp. 13, 14).MLC 90.3

    Temas De Predicación

    Muchos solo saben lo que sus pastores les dicen. La gente no sabe nada de la verdad; no sabe nada de las razones de nuestra fe. Cree lo que le dicen los pastores de la iglesia. Entonces, ¿no debería hacerse ningún esfuerzo para que se sepa cuál es la verdad para este tiempo? ¿Qué se puede hacer en estas ciudades, sin dinero, para iniciar la obra? Si continuamente vemos lugares donde creemos que podemos usar recursos para provecho, ¿deben dejarse estos campos, y el terreno no debe ser arado ni sembrado? ¿Se complacerá el Señor con esta clase de negligencia?- Carta 9a, 1893 (Manuscript Releases, t. 11, p. 7).MLC 91.1

    Prediquen las señales del pronto regreso de Cristo. Creemos que ha llegado la hora de hacer esfuerzos decididos en nuestras ciudades. Lean el capítulo 21 de Lucas. Este es el mensaje que debemos llevar. Es un mensaje de lo más solemne para este tiempo.- Carta 160, 1906.MLC 91.2

    Debe enfatizarse el día de reposo sabático. A muchos lugares se les tendrían que haber asignado recursos para hacer una guerra agresiva en las ciudades y los pueblos, en conexión con los esfuerzos en carpa, y levantar iglesias que deberían ser monumentos de la verdad y la justicia. Cada movimiento debería señalar a Dios y a su santo sábado.MLC 91.3

    Es decir, sobresalir en toda nuestra obra en forma marcada y pronunciada, como testimonio de que el séptimo día es la señal, el sello de Dios.-Carta 45, 1900 (Manuscript Releases, t. 9, p. 88).MLC 92.1

    La Evangelización Pública En Las Grandes Ciudades

    Alquilen salones u otros lugares aptos para reuniones públicas. En los lugares donde no se conoce la verdad, los hermanos que están adaptados a la obra podrían alquilar un salón o algún otro lugar adecuado para reunirse, a fin de que se congreguen todos los que asistan. Entonces, instruyan a la gente en la verdad; no necesitan sermo-near, sino tomar la Biblia y permitir que Dios hable directamente con su palabra. Si solo hay un pequeño grupo presente, pueden leer un “Así dice el Señor” sin grandes desfiles ni efervescencia; tan solo lean y expliquen la sencilla verdad evangélica, canten y oren con ellos.- Review and Herald, 29 de septiembre de 1891.MLC 92.2

    Los esfuerzos evangelizadores deben incluir un seguimiento. En nuestros esfuerzos por alcanzar a la gente, existe el peligro de adoptar métodos que no producirán los mejores resultados. Se pueden seguir planes que parecen suscitar mucho interés por el momento; pero, el efecto demuestra que la obra no es duradera. El uso del vagón evangélico *Un vagón tirado por caballos, decorado para llamar la atención e instalado en una ciudad para ser usado como plataforma desde donde presentar el mensaje. puede ser beneficioso; sin embargo, en la mayoría de los casos, los resultados posteriores serán decepcionantes. La gente se sentirá atraída por la música, y escuchará las presentaciones y los llamados que se hagan. Pero, los obreros cambian rápidamente de un lugar a otro, y no hay tiempo para que las personas se establezcan en la fe. Las impresiones hechas pronto se borran; es poca la semilla sembrada que germina y lleva fruto. Al término de la temporada, habrá pocas gavillas para recoger...MLC 92.3

    En muchos lugares, es casi imposible lograr entrar en alguna casa de culto.MLC 93.1

    El prejuicio, la envidia y los celos son tan fuertes que frecuentemente no encontramos algún lugar para hablar a la gente de la Palabra de vida Si las reuniones campestres se pudieran realizar en diferentes lugares, los que deseen escuchar pueden tener la oportunidad. Las almas hambrientas del pan de vida serán saciadas.MLC 93.2

    En vez de tener enormes reuniones campestres en pocas localidades, a menudo sería más beneficioso tener reuniones pequeñas en muchos lugares. Realícenlas en ciudades y pueblos donde no se haya expuesto el mensaje de la verdad presente...MLC 93.3

    Esto tendría que continuar con reuniones en carpa y con obra bíblica. En el campo deberían quedarse obreros experimentados con sus ayudantes, para buscar a todos los que están interesados. Deberían trabajar como si buscaran a la oveja perdida. Muchos que van a las reuniones campestres simplemente para escuchar o ver algo nuevo quedarán impresionados por la verdad, y algunos tomarán la decisión de obedecer...MLC 93.4

    En estas reuniones, no deberían presentar al principio temas doctrinales, de los que los oyentes no tienen comprensión. Capten la atención de la gente presentándoles la verdad como es en Jesús. Lo primero y lo más importante es ablandar y suavizar el alma al mostrar a nuestro Señor Jesucristo como el Salvador que perdona los pecados. Mantengan ante la gente la cruz del Calvario. ¿Qué causó la muerte de Cristo? La transgresión de la Ley. Muestren que Cristo murió para dar al hombre una oportunidad de llegar a ser en súbdito leal de su Reino.MLC 93.5

    Que la verdad sea presentada no en discursos largos y elaborados, sino en charlas cortas, directo al punto. Eduquen, eduquen para el servicio cabal y sincero. Mediante la consagración, mucha oración e intenso ahínco, se logrará causar una impresión; porque los ángeles de Dios estarán presentes para moverse en el corazón de los oyentes.MLC 93.6

    Que haya cantos y música instrumental. Los instrumentos musicales eran usados en los cultos religiosos de la antigüedad. Los adoradores alababan a Dios con arpa y címbalo, y la música debería tener su lugar en nuestros cultos. Esto aumentará el interés.- Manuscrito 3, 1899 (General Conference Daily Bulletin, 2 de marzo de 1899, p. 128).MLC 93.7

    Las reuniones al aire libre son eficaces en algunos lugares.Se deben realizar más esfuerzos las ciudades. Hay lugares donde se puede llegar mejor a la gente con reuniones al aire libre. Hay muchos que pueden hacer este tipo de trabajo, pero deben estar vestidos con toda la armadura de la justicia. Estamos muy dedicados a nuestra obra; sin embargo, se necesitan propiedades y sensatez.-- Manuscrito 139, 1898 (An Appeal for Missions [Folleto 004], p. 15).MLC 94.1

    Oradores En Las Reuniones Urbanas En Carpa

    Se debe utilizar a los mejores oradores posibles en las reuniones campestres urbanas. *Aquí se usa con el significado de reuniones de evangelización para miembros y no miembros, casi siempre llevadas a cabo en carpas. Todos necesitamos estar bien despiertos para que, a medida que se abra el camino, podamos fomentar la obra en las grandes ciudades. Estamos muy atrasados en seguir la instrucción de entrar en estas ciudades y de levantar monumentos para Dios. Paso a paso, debemos guiar a las almas a la luz plena de la verdad. Tenemos que continuar trabajando hasta que se organice una iglesia y se construya una humilde casa de culto...MLC 94.2

    En cada ciudad hay una obra que hacer. Los obreros deben entrar en nuestras grandes ciudades y realizar reuniones campestres. En estas reuniones, se deben emplear los mejores talentos para que la verdad pueda proclamarse con poder. Es necesario conseguir hombres de talentos variados, pues un hombre no tiene todos los dones requeridos para la obra. A fin de que una reunión campestre tenga éxito, se ne-cesitan varios obreros. Ningún hombre debería pensar que es su prerrogativa hacer todo el trabajo importante.- Review and Herald, 30 de septiembre de 1902.MLC 94.3

    Los oradores deben ser cuidadosos con sus palabras. Si en las reuniones campestres llevadas a cabo en las ciudades los oradores prestan atención a todo lo que dicen, los corazones serán alcanzados a medida que se proclama la verdad en el poder del Espíritu. El amor de Cristo recibido en el corazón desterrará el amor al error. El amor y la benevolencia manifestados en la vida de Cristo deben manifestarse en la vida de los que trabajan para él; la actividad fervorosa e incansable que marcó la vida de él debe marcar la de ellos. El carácter del cristiano debe ser una reproducción del carácter de Cristo...MLC 95.1

    Este campo de labor no tiene que ser considerado como algo separado y distinto del trabajo de las reuniones campestres. Cada línea de la obra de Dios está estrechamente relacionada con las demás. Y, si bien las diferentes líneas son distintas, deben avanzar en perfecta armonía...MLC 95.2

    Entréguense, todos los que puedan, a l trabajo en nuestras ciudades, por tanto tiempo descuidado; una obra que hemos visto, y que luego pasamos de largo por el otro lado, como el sacerdote y el levita vieron al herido y pasaron de largo. Asuman el trabajo en las ciudades de todo corazón, con inteligencia, desinteresadamente-Pacific Union Recorder, 23 de octubre de 1902.MLC 95.3

    Eviten Las Presentaciones Extravagantes

    No se necesita una presentación imponente. Deseo hablar decididamente. El plan de Dios no es que su iglesia disponga en cualquier momento hacer un gran despliegue en nuestras ciudades, en cualquier ocasión. Disgustamos y deshonramos a Dios cuando los recursos que nos confió son usados en esas presentaciones. Se me permitió ver la última, y se me instruyó en cuanto a que el dinero usado de ese modo tendría que haber sido utilizado en aliviar la situación de algunos que han prestado recursos a nuestras instituciones y que ahora los necesitan. Hay quienes prestaron sus recursos de buena fe, pero aunque han pedido e implorado por su dinero, no han podido obtenerlo. Los recursos que tomamos prestados de nuestro pueblo deben ser devueltos cuando se los solicita.- Manuscrito 162, 1905 (Manuscript Releases, t. 10, p. 230).MLC 95.4

    La oración y el Espíritu Santo lograrán más que una ostentación externa. Los que llevan a cabo la obra del Señor en las ciudades tienen que realizar un esfuerzo calmado, constante y dedicado para instruir a la gente. Si bien deben trabajar decididamente para interesar a los oyentes y retener su interés, al mismo tiempo es necesario que se cuiden de incurrir en actividades sensacionalistas. En esta época, do-minada por la extravagancia y la ostentación, cuando se piensa que es necesario hacer un despliegue de actividades extravagantes a fin de tener éxito, los mensajeros designados por Dios deben exponer la inutilidad de gastar innecesariamente recursos con el propósito de producir efectos teatrales. Cuando trabajen con sencillez, humildad y dignidad, evitando todo lo que sea de naturaleza teatral, su obra realizará una impresión duradera para el bien.MLC 96.1

    Es verdad que existe la necesidad de gastar dinero juiciosamente para anunciar las reuniones y hacer avanzar la obra con solidez. Pero, el poder de cada obrero no se encuentra en el uso de recursos exteriores; sino en la confiada dependencia de Dios, en la oración ferviente en busca de ayuda y en la obediencia a su Palabra. Hay que introdu-cir en la obra de Dios más oración, más semejanza con Cristo y más conformidad con la voluntad de Dios. Las manifestaciones exteriores y el gasto extravagante de recursos no llevarán a cabo la obra que se debe realizar.MLC 96.2

    La obra de Dios debe efectuarse con poder. Necesitamos del bautismo del Espíritu Santo. Tenemos que comprender que Dios añadirá a las filas de su pueblo a personas de habilidad e influencia que desempeñarán su parte en la tarea de advertir al mundo. No todos los habitantes del mundo viven en la ilegalidad y el pecado. Dios tiene muchos miles que no se han inclinado ante Baal; hay hombres y mujeres temerosos de Dios en las iglesias caídas. Si no fuera así, no se nos habría encargado proclamar este mensaje: “Ha caído, ha caído la gran Babilonia... Salid de ella, pueblo mío” (Apoc. 18:2-4). Muchas personas sinceras anhelan respirar el aire fresco del Cielo. Reconocerán el evangelio cuando alguien lo presente en la hermosura y la sencillez con que lo presenta la Palabra de Dios.-- Testimonios para la iglesia, t. 9, pp. 89, 90. (1909)MLC 96.3

    La presentación extravagante es contraria a la voluntad de Dios. Dios ha contemplado el gran despliegue llevado a cabo por algunos que han trabajado en Nueva York; pero no se corresponde con la manera de predicar el evangelio. El mensaje solemne se mezcla con una gran cantidad de paja, que causa en la mente una impresión que no está en armonía con nuestra obra. La buena noticia de la gracia salvífica debe ser llevada a todos los lugares, la amonestación tiene que darse al mundo; pero, si nos movemos en el espíritu del que Cristo nos ha dado ejemplo en su vida de servicio, se debe practicar la economía. Él no incurriría en ninguno de estos gastos a fin de presentar la reforma pro salud en ningún lugar...MLC 97.1

    Todas las grandes ostentaciones que se han realizado en la obra médico-misionera, o en edificios, indumentaria o cualquier tipo de adorno, son contrarias a la voluntad de Dios. Es necesario que nuestra obra sea estudiada con cuidado, y esté de acuerdo con el plan de nuestro Salvador. Él podría haber dispuesto a ejércitos de ángeles para presentar su verdadero carácter regio; pero, dejó todo eso de lado y vino a nuestro mundo con el manto de la humanidad, para sufrir con la humanidad todas las tentaciones con las que el hombre es tentado...MLC 97.2

    Dios llama a los adventistas del séptimo día a revelar al mundo que nos estamos alistar para las mansiones que Cristo ha ido a preparar para los que purifiquen su alma al obedecer la verdad tal como es en Jesús. Que toda alma que venga en pos de Cristo se niegue a sí misma, tome su cruz y lo siga. Así dice el gran Maestro.--Carta 309, 1905 (Review and Herald, 6 de agosto de 1914).MLC 97.3

    Evangelización Personal

    La testificación personal es más eficaz que la predicación pública. Al sociabilizarnos con [las personas que deseamos alcanzar] y acercarnos a ellas, la corriente de sus pensamientos cambiará más rápido que con los sermones más poderosos. La presentación de Cristo en la familia, junto al fuego, y en pequeñas reuniones en casas particulares tiene más éxito en obtener almas para Jesús que los sermones pronunciados al aire libre ante una multitud conmovedora, o incluso en salones o iglesias.- Review and Herald, 8 de diciembre de 1885.MLC 98.1

    La predicación se intensifica con los esfuerzos casa por casa. Hay que trabajar las ciudades, no solo predicar en ellas; debe hacerse un un esfuerzo casa por casa. Después de dar la amonestación, después de que la verdad ha sido presentada con las Escrituras, muchas almas se convertirán. Entonces, se requiere mucho cuidado. El instrumento humano no puede hacer la obra del Espíritu Santo; nosotros solo somos los canales a través de los cuales el Señor trabaja. Muy a menudo, se impone un espíritu de autosuficiencia si el obrero tiene, en cierta medida, éxito en sus esfuerzos. Pero, no debe haber exaltación del yo, nada tiene que atribuirse al yo; la obra es del Señor, y su precioso nombre debe recibir toda la gloria. Que el yo se esconda en Jesús.- Review and Herald, 14 de octubre de 1902.MLC 98.2

    Cómo Alcanzar Al Vecindario

    Comience en su propio vecindario. El Señor me ha presentado la obra que debe hacerse en nuestras ciudades. Los creyentes de estas ciudades pueden trabajar para Dios en el vecindario de sus casas. Tienen que trabajar con rapidez y humildad, llevando consigo, dondequiera que vayan, la atmósfera del Cielo. Si dejan el yo a un lado y señalan siempre a Cristo, el poder de su influencia estará de parte de la verdad. -Review and Herald, 12 de agosto de 1902.MLC 98.3

    Los cristianos que viven en las ciudades deben testificar a los demás. Me dirijo a los cristianos que viven en nuestras grandes ciudades: Dios los ha hecho depositarios de la verdad no para que la retengan, sino para que la impartan a los demás. Tendrían que hacer visitaciones casa por casa, como mayordomos fieles de la gracia de Cristo. Mientras trabajan, proyectan y planifican, continuamente se les presentarán nuevos métodos en su mente y, con el uso, las facultades de su intelecto se incrementarán. Un cumplimiento displicente y flojo del deber es un agravio para el alma por la que Cristo murió. Si encontráramos las perlas enterradas en los escombros de las ciudades, saldríamos hacia adelante dispuestos a hacer la obra requerida por el Maestro. Algunos, quizá, trabajen en silencio, creando interés, mientras otros hablan en salas. Es cierto que Satanás tramará toda forma posible para embotar los sentidos, enceguecer los ojos y cerrar los oídos de los hombres a la verdad; pero, a pesar de esto, salgan a trabajar. Trabajen de casa en casa, sin descuidar a los pobres, que generalmente son pasados por alto. Cristo dijo: “Me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres”, y nosotros debemos ir y hacer lo mismo.- Review and Herald, 11 de junio de 1895.MLC 99.1

    Comparta con amigos. Hemos de considerar nuestro deber especial el trabajar por quienes viven en nuestro vecindario. Examinen cómo pueden ayudar mejor a quienes no tienen interés por las cosas religiosas. Al visitar a sus amigos y vecinos, manifiesten interés por su bienestar espiritual y temporal. Háblenles de Cristo, el Salvador que perdona los pecados. Inviten a sus vecinos a su casa y léanles trozos de la preciosa Biblia y de libros que expliquen sus verdades. Invítenlos a que se unan con ustedes en canto y oración. En esas pequeñas reuniones, Cristo mismo estará presente, tal como lo prometió, y su gracia tocará los corazones.MLC 99.2

    Los miembros de iglesia deberían educarse para esta obra, que es tan esencial como la de salvar las almas entenebrecidas que viven en países lejanos. Si algunos sienten responsabilidad para con esas almas leja nas, los muchos que quedan en su propio país han de sentir esa misma preocupación por las almas que los rodean, y han trabajar con el mismo celo por su salvación.- El ministerio de curación, pp. 110, 111. (1905)MLC 99.3

    Todos Deben Ser Alcanzados

    Toda la familia humana es nuestra congregación. El amor que se manifestó en la vida y el carácter de Cristo no es ningún afecto mezquino ni egoísta. Ustedes deben ser constreñidos por su amor a fin de predicar el evangelio en otras regiones, y no gloriarse en la variedad de cosas que otro hombre ponga en manos de ustedes. “El que se gloría, gloríese en el Señor”. “Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba”. La obra que está siempre delante del ministro de Cristo es predicar el evangelio a los que están cerca y “en los lugares más allá”. Implica abnegación y requiere llevar la cruz. Esta clase de obra, que nos guiará continuamente para ser fieles misioneros locales, y hará que nos apresuremos y avancemos en campos nuevos, debe continuar cada vez más a medida que nos acercamos al fin de la historia de la Tierra. El evangelio no debe limitarse a ningún tiempo ni ceñirse a ningún lugar. El mundo es el campo para el pastor evangélico, y toda la familia humana es su congregación. Cuando termina de dar un sermón, su obra apenas acaba de empezar; porque la palabra de vida debe presentarse de casa en casa. La verdad debe ser transmitida de ciudad en ciudad, de calle en calle, de familia en familia. Se tienen que probar todos los métodos por los cuales sería posible acceder a los hogares de las personas, porque el mensajero debe familiarizarse con ellas. La verdad debe ser llevada de provincia en provincia, de reino en reino. Los caminos y los vallados deben ser cuidadosamente espigados, y el mensaje debe difundirse de un continente al otro, hasta que toda la Tierra sea rodeada con el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.MLC 100.1

    Los pastores y los misioneros deben tener siempre presentes los “lugares más allá”. El Salvador ha dicho a su pueblo: “Vosotros sois la luz del mundo”. La verdad debe proclamarse; la luz debe brillar con rayos claros y penetrantes. La abnegación, el sacrificio, la entrega de todo corazón deben ser puestos a trabajar; la luz debe brillar hasta que las preciosas almas sean llevadas a decidirse por el Señor. Entonces, el obrero debe avanzar en las “regiones más allá”, donde hay que recoger almas y hacer brillar la preciosa luz en medio de la oscuridad moral que envuelve completamente a la gente. Así necesita predicarse la verdad, hasta que la mente de los que habitan en tinieblas como bajo el manto de la muerte sea iluminada, elevada y ampliada. Cada obrero tiene que permanecer en su puesto del deber no solo para predicar, sino también para acercarse a las almas como lo hacía Jesús, para familiarizarse con ellas en sus hogares, trabajando desinteresadamente, con devoción, hasta que la obra esté bien acabada. Cuando un grupo se levanta para llevar luz a la comunidad, se verán oportunidades que inviten a los obreros a ir a las “regiones más allá”. Los obreros de Dios siempre se apresurarán a avanzar, siempre dependiendo de la conducción del Espíritu Santo.- Bible Echo, 21 de mayo de 1894.MLC 100.2

    Todos los necesitados son mi prójimo. Dondequiera que haya necesidades humanas y sufrimiento, hay un campo para la obra misionera. Hay muchas personas poco prometedoras a nuestro alrededor, que están sacrificando las facultades de su virilidad, dada por Dios, por hábitos perniciosos. ¿Las menospreciaremos? No; el Señor Jesús ha comprado sus almas a un precio infinito, incluso mediante el derramamiento de la sangre de su corazón. Ustedes, que confiesan ser hijos de Dios, cristianos en la acepción plena del término y en su vida práctica, ¿son solo falsificadores, impostores? ¿Preguntan, como Caín: “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” ¿Dirá el Señor a alguno de nosotros como le dijo a Caín: “¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”? ¿Dejaremos de hacer la obra que nos ha dado Dios, y no intentaremos salvar lo que se ha perdido? Hay muchos que preguntan, como el intérprete de la ley “¿Y quién es mi prójimo?” La respuesta les llega en las circunstancias que se dieron cerca de Jericó, cuando el sacerdote y el levita pasaron de largo por el otro lado, y deja ron al pobre extranjero, magullado y herido, al cuidado del buen samaritano. Todo el que sufre una necesidad es nuestro prójimo. Todo hijo o hija de Adán extraviado, que ha sido entrampado por el enemigo de las almas y confinado a la esclavitud de los malos hábitos que arruinan la condición de virilidad en el hombre y de femineidad en la mujer, es mi prójimo.- Review and Herald, 12 de noviembre de 1895.MLC 101.1

    El mundo entero debe ser trabajado para Dios. Me desperté angustiada. Volví a dormirme, y me pareció encontrarme en una gran asamblea. Un Ser de autoridad hablaba al auditorio, señalando un mapamundi. Decía que aquel mapa representaba la viña de Dios, que debemos cultivar. Cuando la luz celestial brillaba sobre algún lugar, ese transmitía la luz a otros. Debían encenderse luces en diferentes puntos, y de estas luces se encenderían otras aún.MLC 102.1

    Estas palabras fueron repetidas: “Vosotros sois la sal de la tierra: y si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada de los hombres. Vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, mas sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mat. 5:13-16).MLC 102.2

    Vi focos de luz que brillaban desde las ciudades y los pueblos, en las montañas y los llanos. La Palabra de Dios era obedecida y, como resultado, en cada ciudad y cada pueblo se levantaban monumentos a su gloria. Su verdad era proclamada en todo el mundo.- Testimonios para la iglesia, pp. 23, 24. (1909)MLC 102.3

    Los rayos del Sol de Justicia deben difundirse a los necesitados. Hay una labor que deben realizar nuestras iglesias, de la que pocos tienen idea. “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí”. Debemos dar de nuestros medios a fin de sostener obreros en el campo de cosecha y regocijarnos al recoger las gavillas. Pero, si bien es cierto que esto es bueno, hay una obra, hasta ahora intacta, que es necesario realizar. La misión de Cristo fue sanar a los enfermos, alentar a los desesperanzados, vendar a los quebrantados. Esta labor de restauración debe ser hecha entre los dolientes necesitados de la humanidad. Dios no solamente pide su caridad, sino también su semblante alegre, sus esperanzadas palabras, el apretón de su mano. Aliviad a algunos de los afligidos de Dios. Algunos están enfermos y han perdido la esperanza; devuélvanles la luz del sol. Hay almas que han perdido su valor; háblenles, oren por ellas. Hay quienes necesitan el pan de vida; léanles de la Palabra de Dios. Hay una enfermedad del alma que ningún bálsamo puede alcanzar, ninguna medicina curar. Oren por estas [almas] y llévenlas a Jesucristo. Y en toda su obra, Cristo estará presente para impresionar a los corazones humanos.MLC 102.4

    Esta es la clase de obra médico-misionera que debe hacerse. Dejen entrar los rayos del Sol de Justicia en la habitación de los enfermos y los dolientes. Enséñenles a cocinar a los ocupantes de los hogares pobres. “Como pastor apacentará su rebaño”, con alimento temporal y espiritual.- Manuscrito 105, 1898 (A Call to Medical Evangelism and Health Education, pp. 22, 23). (Parcialmente en El ministerio de la bondad, p. 75).MLC 103.1

    El bienestar de todos, entretejido. No debe haber monopolio de lo que, en cierta medida, pertenece a todos, encumbrados y humildes, ricos y pobres, sabios e ignorantes. Ningún rayo de luz debe ser estimado en menos que su valor; ningún rayo debe ser ocultado ni pasar inadvertido, ni siquiera ser reconocido de mala gana. Desempeñen todos su parte por la verdad y la justicia. Los intereses de las diferentes clases de la sociedad están indisolublemente unidos. Estamos todos entretejidos en la gran trama de la humanidad, y no podemos retirar nuestras simpatías unos de otros sin que haya pérdidas. Es imposible que se conserve una influencia sana en la iglesia cuando no existen esta simpatía y este interés recíprocos.- Obreros evangélicos, p. 346. (1915)MLC 103.2

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