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Estudios en Educación Cristiana - Contents
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    Cursos electivos de estudios y títulos académicos

    La educación mundana obliga a los estudiantes, sin tener en cuenta sus necesidades o su trabajo futuro, a seguir un curso prescrito de instrucción. Trata con los alumnos en masa. La educación cristiana reconoce las necesidades individuales, y se esfuerza en perfeccionar el carácter individual. Permite que los estudiantes, en consejo con los docentes, elijan las materias según sus necesidades futuras. El papado no puede prosperar a menos que los alumnos pasen por un curso prescrito, “el molinillo”, para destruir la independencia y la individualidad. El protestantismo es lo opuesto.EEC 31.3

    “Este proceso prolongado, que añade más y más tiempo, más ramas, es una de las trampas de Satanás para retener a los obreros… Si tuviéramos mil años ante nosotros, tal profundidad de conocimiento no sería necesario, aunque podría ser mucho más apropiado; pero ahora nuestro tiempo es limitado” (Special Testimonies on Education, p. 106).EEC 31.4

    Cursos electivos:—Thomas Jefferson en su declaración de Principios para la Universidad de Virginia en 1823 dijo, con respecto al currículo estereotípico:EEC 31.5

    “No estoy completamente informado acerca de las prácticas en Harvard, pero hay una de la cual ciertamente diferimos, aunque creo que fue copiada por casi cada colegio y academia en los Estados Unidos. Es la de tener a todos los alumnos sujetos a un curso prescrito de lectura, y negarles la aplicación a aquellas ramas que son las únicas que han de calificarlos para la vocación específica a la cual están destinados. Debiéramos, por lo contrario, permitirles elegir sin controlarles las cátedras a las que deseen asistir, y solo exigir calificaciones elementales y edad suficiente” (Herbert B. Adams, Thomas Jefferson and the University of Virginia, pp. 123-124 [Government Printing Office, 1888]).EEC 31.6

    Boone dice además,EEC 32.1

    “Esta regla ha estado en operación desde entonces… No hay currículo de estudios como en la mayoría de las instituciones similares… Esta es la ‘libertad de enseñanza’… y es el correlato de aquella… igualmente fundamental ‘libertad de aprender’ que en este país ha llegado a conocerse como el ‘sistema abierto’, o el principio de elección” (Education in the United States, pp. 190-191).EEC 32.2

    El plan de Jefferson para un curso electivo fue un golpe a uno de los principios fundamentales del sistema papal que no le da ninguna elección al alumno, y por supuesto, los que controlaban el sistema papal se opusieron a él. Boone dice: “En 1814, después de numerosas derrotas y constante oposición del Colegio William and Mary, de las iglesias protestantes, y de la mayor parte de los líderes políticos de la época, el Sr. Jefferson y sus amigos procuraron proveer… una universidad” que reconociera el gran principio de la libertad en la educación (Idem.).EEC 32.3

    El Colegio Randolph-Macon, una institución metodista fundada por 1828, captó la luz de la educación cristiana e hizo un esfuerzo para apartarse del sistema medieval que exaltaba los clásicos. Randolph-Macon tomó el siguiente acuerdo con respecto a los antiguos cursos medievales:EEC 32.4

    “Se adoptó el sistema ‘ecléctico’… Se afirma que se puede hacer un trabajo más completo bajo este sistema que bajo el antiguo sistema de currículo. Pero a los estudiantes no se les permite elegir por sí mismos sin consultar con los docentes. Prácticamente todos los estudiantes tienen un currículo elegido para él según el curso que desea seguir” (Thomas Jefferson and the University of Virginia, p. 243.)EEC 32.5

    Randolph-Macon tuvo dificultades, y no pudo cumplir la reforma.EEC 32.6

    “Era un movimiento nuevo, y encontró el prejuicio o la fría indiferencia de parte de los predicadores y del pueblo” (Ibíd., p. 240).EEC 32.7

    Harvard, la escuela que absorbió el sistema papal de John Sturm, del Cambridge inglés, y que condujo a todas las demás escuelas norteamericanas al sistema papal de educación, estuvo entre los primeros de los colegios más antiguos en intentar ponerse en línea con la educación verdadera sobre esta reforma. Comenzó por 1824.EEC 32.8

    “La experiencia de Harvard, durante la larga transición de un currículo uniforme requerido, a una libertad controlada de elección de estudios” podría ser útil para otras instituciones…. Se adoptó un curso [descrito] como ‘por lejos el plan más amplio llevado a cabo hasta ese tiempo’” (Education in the United States, p. 192].EEC 32.9

    A los alumnos se les dio una gran libertad en la elección de sus estudios. Se les permitía “elegir de las siguientes materias… Era una gran concesión, y tuvo una influencia permanente sobre el curso” (Ídem).EEC 33.1

    Yale, que imitó muy estrechamente a Harvard en su historia temprana, fue materialmente afectada por la reforma en los cursos hecha por Harvard, y permitía una mayor libertad a los alumnos en la elección de sus estudios.EEC 33.2

    “Aún Yale, que ha sido general y apropiadamente considerada como la conservadora del principio de autoridad en la instrucción universitaria, otorgó una gran libertad por un cuarto de siglo… Tan numerosas fueron las concesiones que ‘casi la mitad del trabajo de los últimos dos años’… ‘quedaba para que cada estudiante lo decidiera por sí mismo’… [Los] juniors [alumnos del penúltimo año de estudios] [elegían] como el sesenta por ciento de su trabajo, y los seniors [los del último año] más del ochenta por ciento. Desde el punto de vista de los antiguos, o aún de un erudito del período revolucionario, el cambio parecería ser ruinoso… Pero ya no se niega la necesidad o la sabiduría del principio de la elección. ‘Permitir la elección… es peligroso; no permitirlo, es más peligroso‘” (Ibíd., pp. 197, 198).EEC 33.3

    Hace años, la Universidad de Michigan, aflojó, y “se les permite a los estudiantes seguir cursos especiales, y asegurar, al partir, certificados de aprovechamiento”.EEC 33.4

    La Universidad de Cornell también captó el principio de la educación cristiana sobre el tema de los cursos electivos. “Se considera que la libertad en la elección de los estudios es fundamental”. En muchas escuelas bien despiertas se hace esta pregunta: “¿Se dará el grado de B. A. [Bachiller en Artes] cuando se han omitido los clásicos? Johns Hopkins dice, Sí” (Ibíd., pp. 197-198).EEC 33.5

    Un educador destacado resume así las virtudes del sistema de elección: Estimula la elección temprana del trabajo del alumno; desarrolla la individualidad; da una mejor oportunidad para las elecciones individuales y la orientación; da la oportunidad de enseñar lo que el estudiante más necesita; retiene mejor el interés del estudiante; revelará temprano la capacidad del estudiante.EEC 33.6

    Los antiguos cursos establecidos eran arbitrarios, y fueron necesarios para construir la confianza adecuada a las necesidades del papado. Sin tales cursos era difícil someter a los alumnos, haciéndolos herramientas eficientes en las manos de los líderes. De acuerdo con sus ideas de educación, a ninguno debía permitírsele el derecho de elección, por temor de que no pudiera ser dirigido para ser un siervo obediente del sistema cuando se ocupara en la labor de su vida. La individualidad y la personalidad, toda independencia y originalidad podía ser en gran medida aplastada al poner a los estudiantes bajo el curso regular de estudios prescrito. A ninguna persona se le permitía enseñar, predicar o hacer alguna cosa importante sin primero terminar un curso y recibir un grado.EEC 33.7

    Debido a esto el Señor, a fin de preparar obreros para el clamor de medianoche, inspiró a los reformadores a atacar los cursos de estudio fijos y establecidos que habían sido heredados, prácticamente sin cambios, de los siglos pasados, cursos que mantenían la mente de los alumnos en un pasado sombrío y anticuado; que los cegaba a las cosas interesantes y prácticas de la vida, y los incapacitaba para entrar en la vida con la capacidad de poner en práctica las cosas que habían aprendido en la escuela. Tal formación era absolutamente inútil para quien se preparaba para dar el clamor de medianoche.EEC 34.1

    Los títulos:—Los cristianos deben mantener frente al mundo “que todos los hombres fueron creados iguales; que su Creador los dotó con ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”. El papado se opone a estas verdades, y ha encontrado que las herramientas más efectivas en sobreponerse a estos derechos inalienables es su sistema educacional con sus cursos y títulos. Por un lado, éstos destruyen la libertad, la independencia y la originalidad de pensamiento, mientras que por otro lado desarrollan la distinción de clases, la aristocracia y el imperialismo.EEC 34.2

    La iglesia apostólica apóstata encontró que era necesario desarrollar una corporación educativa a fin de mantener a sus miembros sumisos a su voluntad en la enseñanza. Este monopolio educacional llegó a ser efectivo y completo cuando adoptó el esquema pagano de cursos rígidos que conducen a títulos. Les dio forma de cristianismo, y en lugar del Espíritu de Dios puso el espíritu pagano. La combinación de forma cristiana y vida pagana produjo el papado. Hartman, escribiendo con respecto al sistema educativo de la iglesia apóstata, dice: “El otorgamiento de títulos se originó con un papa”. (Rev. B. Hartman, Religion or No Religion in Education, p. 43).EEC 34.3

    “Muchos de los que profesaban ser convertidos se aferraban aún a los dogmas de su filosofía pagana, y no solo seguían estudiándolos ellos mismos, sino que inducían a otros a que los estudiaran también a fin de extender su influencia entre los paganos” (El conflicto de los siglos, p. 62, 63).EEC 34.4

    “Mientras navegamos en la corriente del mundo, no tenemos necesidad de vela ni de remo. En realidad, es al volvernos decididamente contra la corriente cuando empieza nuestro trabajo. Satanás introducirá toda clase de teorías para pervertir la verdad. La obra avanzará con dificultad” (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 135).EEC 34.5

    “Hay necesidad de una conversión del corazón entre los maestros. Un cambio genuino de pensamiento y métodos de enseñanza se requiere para ponerlos donde tendrán una relación personal con un Salvador viviente” (Elena G. de White, Fundamentals of Christian Education, p. 435).EEC 35.1

    Thomas Jefferson, el hombre que escribió aquel antiguo y grandioso documento, la Declaración de Independencia, que anunció al mundo nuestra separación de la forma papal de gobierno, y que enunció el principio divino de que todos los hombres fueron creados libres e iguales, procuró desarrollar un sistema educativo en armonía con la posición de reforma que el gobierno había asumido. Vio la necesidad de descartar los cursos rígidos y los títulos, e introducir el “sistema de elecciones” que hemos visto.EEC 35.2

    “Al principio intentó abandonar los títulos académicos establecidos por largo tiempo, salvo el de M. D. [“Medical doctor”] y adoptar el sencillo título de Graduado de U. V., el nombre de la escuela o escuelas en las que el estudiante ‘había sido declarado eminente’, lo que se expresaba en su ‘certificado’, donde el profesor específico ‘daba fe’ o testificaba (Thomas Jefferson and the University of Virginia, p. 153).EEC 35.3

    El profesor Tappan, primer presidente de la Universidad de Michigan, siguió el plan de Jefferson. “Se permitía a los alumnos el seguir cursos especiales, y recibir al final certificados de aprovechamiento” (Education in the United States, p. 191).EEC 35.4

    Esas “primeras tentativas para cambiar las viejas costumbres acarrearon pruebas severas” (Elena G. de White, Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 146) quedaron bien ilustradas por la experiencia de los fundadores de la Universidad de Virginia, porque “en pocos años la junta directiva y la facultad fueron forzadas a abandonar la reforma”.EEC 35.5

    Hemos visto que la demanda popular por los cursos y títulos académicos establecidos era demasiado fuerte para que Jefferson pudiera resistirla. Más tarde el espíritu de Dios conmovió a las iglesias al originar una agitación en la escuela de Oberlin, dándoles una oportunidad de apartarse de ese sistema tan efectivo que mantenía al papado, y preparar al pueblo de Dios para el clamor de medianoche. Se dice del Colegio de Oberlin:EEC 35.6

    “El sentimiento democrático, el espíritu de igualdad, la ausencia de clases y castas, basadas sobre distinciones meramente artificiales, es casi tan marcada en la institución como en la aldea (The Story of Oberlin, p. 398).EEC 35.7

    “No ha habido acciones positivas de los directores o los docentes en oposición a tales títulos, solo una repugnancia tradicional. Aun los títulos comunes, en curso, han sido a veces sometidos a una mala reputación entre los estudiantes. La mitad de la clase de 1838, que eran veinte, se rehusó a recibir el diploma y el presidente anunció en la graduación que aquellos que deseaban el título académico podrían recibir sus diplomas en la oficina de la institución”. (James H. Fairchild, Oberlin: The Colony and the College, p. 267.)EEC 35.8

    La presión de la iglesia que controlaba a Oberlin fue tan fuerte, que los reformadores fueron incapaces de abandonar el viejo sistema educacional. ¿Quién puede decir cuánto peso tuvo este fracaso en reducir las iglesias protestantes a la condición llamada “Babilonia”?EEC 36.1

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