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Testimonios para los Ministros - Contents
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    La Asociación General

    27 de diciembre de 1896

    Al Congreso de la Asociación General de 1897:

    Tengo palabras que hablar a nuestros hermanos que se han de reunir en el congreso de 1897. La actual discusión financiera [veasé el Apéndice.] me ha sido presentada como una de las obras maestras de Satanás para estos últimos días. Hay un poder que actúa desde abajo, por obra del gran enemigo. Suponía que nuestros hermanos pisarían con cuidado y se moverían con mucha cautela, manteniéndose lejos de todos estos nuevos temas de discusión relativos a la moneda circulante. El cambio de la moneda circulante no es un plan ideado por Dios. ¿Cuál será su resultado? Determinará un estado de cosas que traerá opresión a los pobres y creará gran angustia. Es uno de los planes del diablo y yo pensaba que los que creían en la verdad no serían engañados en lo más mínimo en este asunto. Pero en el transcurso del año 1896 me han sido presentados asuntos que me han hecho temblar por nuestro pueblo. He estado donde escuchaba conversaciones de los que ocupan puestos de confianza en nuestras instituciones, y había mucho calor en la discusión sobre las diferentes posiciones asumidas. La luz que me fue dada fue ésta: Este es el método que Satanás ha dispuesto para traer angustia.TM 331.1

    ¿Queremos saber cómo agradar mejor al Salvador? No lo haremos dando discursos políticos, ora sea en el púlpito o fuera del púlpito, sino considerando con temor y temblor toda palabra que pronunciamos. Donde la gente se reúne para adorar, no se hable una palabra que distraiga la mente del gran interés central: Jesucristo, y éste crucificado. El mensaje del tercer ángel ha de ser el tema central de nuestra amonestación. No debemos entremeternos en asuntos secundarios. La preocupación de la obra es: Predica la palabra. Hay quienes han adquirido experiencia en predicar y trabajar por la salvación de las almas por las cuales Cristo ha dado su preciosa vida. La obra es la empresa especial que ha de absorber a todo aquel que alimenta al rebaño de Dios. Estamos ahora en un tiempo en que se oirán voces: “Este es el camino, andad por este sendero”. Pero el Señor Jesús dice: “Sígueme tú”. “El que me sigue, no andará en tinieblas”. La salvación de las almas ha de ser nuestra tarea personal, y nada es de una importancia suficiente como para distraer nuestra mente de ella. Cristo vino a nuestro mundo a salvar almas, a difundir la luz en medio de las tinieblas morales. Una voz viva se oye proclamar: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”.TM 331.2

    Dejad a un lado la política

    Me he sorprendido de ver a hombres que pretenden creer la verdad para este tiempo, totalmente enfervorizados con respecto a asuntos... ¿relacionados con el Señor Jesús y los intereses eternos? No; sino que parecían estar maravillosamente enfervorizados con respecto a la moneda corriente. Algunos pastores se distinguían por entretejer estos temas en sus sermones. Se estaban enfervorizando, tomando partido en estos asuntos de los cuales el Señor no les encargó que se ocuparan. Estas personas aparentaban tener una gran medida de suficiencia propia. Pero ellos mismos no sabían qué estaban defendiendo. No sabían si estaban defendiendo principios que se originaban en los concilios del cielo o en los concilios de Satanás.TM 332.1

    La voz de uno que poseía autoridad habló con gran decisión: No sabéis de qué espíritu sois. Leed las instrucciones dadas por el Hijo unigénito de Dios cuando se hallaba rodeado por la columna de nube. Cuando esa voz se obedezca, no daréis vuestra voz o vuestra influencia a ningún sistema para enriquecer a unos pocos y traer opresión y sufrimiento a la clase más pobre de la humanidad. En este fervor se halla precisamente aquello que separa a personas de la misma fe. ¿Lleva esto las credenciales divinas? ¡Atención! Cuidad que vuestro brazo no esté unido con el brazo de un demonio. Tiene apariencia de hombre. Está andando alrededor como león rugiente, buscando a quienes devorar, y los encuentra entre los adventistas del séptimo día. Puede aterrorizar con sus rugidos; pero, si esto cuadra mejor a sus propósitos, tiene la dulce voz de un ángel de luz, y habla de cosas celestiales. ¿No conoce él todo lo que se relaciona con la gloria celestial?TM 332.2

    Pregunté por qué los que podían leer su Biblia y ver los peligros de estos últimos días estaban tan listos a posesionarse de asuntos que harían mejor en dejar de lado. ¿Cómo pueden ellos relacionarse con hombres que están presentando principios originados en los concilios de los demonios? ¿Por qué no ven que ésta no es en ninguna forma una obra que el Señor les ha dado para hacer? Vino la respuesta: Porque sus corazones están elevados a cosas vanas. Están engañados. No saben cuán débiles son. Hay muchos que serán engañados, los cuales, por la pluma y por la voz ejercerán toda su influencia para crear un ambiente perjudicial (ambiente que se producirá de todas maneras, cualquiera sea la posición que ellos asuman); pero ellos no debieran estar unidos a los obradores de maldad. Todos los que anhelan participar de alguna actividad que podría ser representada por Jehú cabalgando furiosamente, tendrán oportunidad suficiente para distinguirse. Su brazo se vinculará con aquel que fue una vez un ángel exaltado, y que no ha olvidado las maneras usadas por él en los atrios celestiales. Asumirá esos modales, y al tomar forma humana, engañará a muchos cuyas vidas no están escondidas con Cristo en Dios.TM 333.1

    ¿Por qué el amor se ha enfriado?

    Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se ha enfriado. ¿Por qué su amor se ha enfriado? Porque no han humillado sus corazones y no han huido a su refugio, Jesucristo. Pensaban que sabían tanto que se hicieron necios, y por elección propia llegaron a ser depravados. Así muchas almas serán perdidas. Planes y maquinaciones mundanos, y sentimientos y principios extraños, directamente opuestos a la ley de Dios, serán utilizados por el príncipe de la potestad del aire. Aquí debemos reservar toda nuestra influencia para actuar en el sostén de la verdad. Los sentimientos manifestados por los políticos serán proclamados por algunos que pretenden ser observadores del sábado. ¿Qué ángeles asisten a éstos en el púlpito mientras dan al rebaño veneno en lugar de trigo puro, cuidadosamente zarandeado? Esta es la obra de agentes satánicos para traer confusión, para hechizar la mente de ancianos y jóvenes. Los que han estado andando humildemente con Dios no se verán envueltos en la defensa de ninguno de los bandos de esta cuestión. Se colocarán bajo la guarda del Señor, y revelarán que están aprendiendo lecciones del gran Maestro, que ha dicho: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.TM 334.1

    Toda esta excitación y desasosiego está colocando la mente donde no se espaciará en la verdad. ¿Suponéis que el mundo, la carne y el diablo serán capaces de enlazar a aquellas almas que son mansas y humildes de corazón, serán capaces de cegar su entendimiento de manera que no puedan saber qué clase de compañía están escogiendo? Si los ojos de muchos pudieran abrirse en su marcha atolondrada, verían una grandiosa procesión de gentes de todas las clases, de todos los linajes, de todas las naciones, pasando por las mismas filas, clasificándose como compañeros de los demonios, avanzando rápidamente en una procesión que crece de continuo y que marcha a una ruina segura.TM 334.2

    ¿Qué diré? La fe de muchos, incluyendo a aquellos que predican la Palabra, debe ser algo diferente de lo que es ahora, o de otra manera su eterno destino futuro está sellado. La Palabra de Dios, estudiada cuidadosamente y obedecida, es la única cosa que hará al hombre puro y lo mantendrá puro. Esto es lo único que puede salvarlo de comprometerse con todas las iniquidades que prevalecen. Los cristianos han de llevar el sello del Rey de reyes. -Todos en nuestro mundo están tomando partido. Nosotros no hemos de tomar parte en esta lucha política relativa a la moneda. Se ha metido en nuestras filas.TM 335.1

    Hay personas, aun entre los adventistas del séptimo día, que están bajo la reprensión de la Palabra de Dios debido a la forma en que obtuvieron sus propiedades y las usan, actuando como si fuesen dueños de ellas, como si las hubieran creado, sin tener en cuenta la gloria de Dios y sin una ferviente plegaria para ser dirigidos en la manera de adquirirlas o usarlas. Están empuñando una serpiente que los morderá como víbora.TM 335.2

    El camino seguro

    Dios dice con respecto a su pueblo: “Sus negocios y ganancias serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán”. Pero muchos que profesan creer la verdad no quieren que Dios esté en sus pensamientos, más de lo que lo querían los antediluvianos o los sodomitas. Un solo pensamiento sensato acerca de Dios, despertado por el Espíritu Santo, destruiría todos sus planes. El yo, el yo, el yo, ha sido su dios, su alfa y su omega.TM 335.3

    Los cristianos están seguros tan sólo al adquirir dinero en la forma en que Dios lo indica, y al usarlo por conductos que él pueda bendecir. Dios nos permite usar sus bienes con el único propósito de glorificarlo, a fin de que sean una bendición para nosotros, de manera que seamos una bendición para los demás. Los que han adoptado la máxima del mundo y descartado las declaraciones de Dios, los que se posesionan de todo lo que pueden obtener en materia de sueldos o bienes, son pobres, ciertamente pobres, porque la ira de Dios está sobre ellos. Andan por sendas que ellos mismos han escogido y deshonran a Dios, la verdad, su bondad, su misericordia, su carácter.TM 335.4

    Ahora, en el tiempo de gracia, estamos todos en un período de prueba. Satanás trabaja con sus encantos y sus sobornos engañosos, y algunos pensarán que gracias a sus planes han logrado especular admirablemente. Pero he aquí que cuando pensaban que estaban levantándose con seguridad y se elevaban a sí mismos en el egoísmo, descubrieron que Dios puede desparramar más rápidamente de lo que ellos pueden juntar.TM 336.1

    “Vi yo al impío sumamente enaltecido y que se extendía como laurel verde. Pero él pasó, y he aquí ya no estaba; lo busqué, y no fue hallado”. El que ve el fin desde el principio, y que pone orden en la confusión, realiza bien todas las cosas. Veremos otro aspecto del cuadro: “Considera al íntegro, y mira al justo; porque hay un final dichoso para el hombre de paz”. La Palabra de Dios ofrece toda la preparación para la vida eterna. Nuestra fe debe ser una fe que obra por el amor y purifica el alma; no está en contra ni de la creencia ni de la práctica. ¿Creemos nosotros la Palabra de Dios? ¿Son fieles y veraces, firmes a los principios todos los que profesan la verdad? ¿Estamos haciendo la obra misionera con el espíritu de Cristo?TM 336.2

    Hay hombres que se presentan en el púlpito como pastores, profesan alimentar el rebaño, mientras las ovejas están pereciendo por falta del pan de vida. Hay discursos largos y fastidiosos, mayormente compuestos de relatos de anécdotas; pero los corazones de los oyentes no son tocados. Los sentimientos de algunos pueden resultar conmovidos, pueden derramarse algunas lágrimas, pero sus corazones no son quebrantados. El Señor Jesús estaba presente mientras daban aquello que llamaban sermones, pero sus palabras estaban destituidas del rocío y de la lluvia del cielo. Evidenciaban que no habían recibido la ministración de los ungidos descriptos por Zacarías (véase el capítulo 4) para que ellos a su vez pudieran ministrar a otros. Cuando los ungidos se vacían a través de los canales de oro, el aceite dorado mana de ellos hacia los vasos de oro, para fluir hacia las lámparas, las iglesias. Esta es la obra de todo verdadero y consagrado siervo del Dios viviente. El Señor Dios del cielo no puede aprobar mucho de lo que traen al púlpito aquellos que profesan presentar la Palabra del Señor. No inculcan ideas que serán una bendición para los que escuchan. Es un forraje barato, muy barato, el que se coloca ante el pueblo.TM 336.3

    Fuego extraño

    Cuando el orador golpea al azar en cualquier dirección, según los caprichos de su fantasía, cuando habla de política al pueblo, está mezclando el fuego común con el sagrado. Deshonra a Dios. No tiene verdadera evidencia de parte de Dios de que habla la verdad. Hace a sus oidores un grave daño. Puede sembrar semillas capaces de introducir profundamente sus fibrosas raíces, y al brotar las plantas darán su fruto ponzoñoso. ¿Cómo se atreven los hombres a hacer esto? ¿Cómo osan presentar ideas cuando no saben a ciencia cierta de dónde vienen, ni si se ajustan a la verdad?TM 337.1

    La clase de sermones que se necesita

    ¿Recordarán nuestros hermanos que estamos viviendo en medio de los peligros de los últimos días? Leed el Apocalipsis en relación con Daniel. Enseñad estas cosas. Sean los discursos cortos, espirituales, elevados. Esté lleno el predicador de la Palabra de Dios. Sepa cada hombre que se presenta en el púlpito que tiene ángeles del cielo en su auditorio. Y cuando estos ángeles descargan de sí mismos el áureo aceite de la verdad en el corazón del que está enseñando la Palabra, entonces la aplicación de la verdad será un asunto solemne, serio. Los angélicos mensajeros eliminarán el pecado del corazón, a menos que la puerta del corazón se cierre y Cristo sea rechazado. Cristo se alejará de los que persisten en rehusar las bendiciones celestiales que tan liberalmente se les ofrecen.TM 337.2

    El Espíritu Santo está haciendo su obra en los corazones. Pero si los ministros no han recibido primero su mensaje del cielo, si no han obtenido su propia provisión de la corriente refrescante y vitalizadora, ¿cómo pueden lograr que fluya lo que ellos mismos no han recibido? ¡Qué pensamiento solemne, el que las almas hambrientas y sedientas sean enviadas de vuelta vacías! Un hombre puede prodigar todos los tesoros de su conocimiento, puede agotar las energías morales de su naturaleza, y sin embargo no realizar nada, porque él mismo no ha recibido de los mensajeros celestiales el aceite áureo que, por lo tanto, no puede fluir de él para impartir vida a los necesitados. Las buenas nuevas de gozo y esperanza deben venir del cielo. ¡Aprended, oh, aprended de Jesús lo que significa permanecer en Cristo!TM 338.1

    Si el ministro cristiano recibe el aceite áureo, tiene vida; y donde hay vida, no hay estancamiento, no hay una experiencia empequeñecida. Hay constante crecimiento hasta la plena estatura de Cristo Jesús. Si tenemos una experiencia profunda y creciente en las cosas celestiales, caminaremos con el Señor, como lo hizo Enoc. En lugar de consentir a las proposiciones de Satanás, elevaremos la más ferviente oración por el ungimiento celestial, para que distingamos lo que es correcto, lo que es nacido del cielo, de lo que es común.TM 338.2

    Si luchamos con la fuerza del Todopoderoso, estaremos del lado que finalmente vencerá. Al final resultaremos triunfadores. La obra más grandiosa, las escenas más peligrosas están delante de nosotros. Debemos hacer frente al mortal conflicto. ¿Estamos preparados para ello? Dios todavía habla a los hijos de los hombres. Está hablando de muchas formas distintas. ¿Oiremos su voz? ¿Colocaremos nuestras manos con toda confianza en las suyas, y diremos: “Condúceme, guíame”?TM 339.1

    Existe religión barata en abundancia, pero no existe un cristianismo barato. El yo puede figurar mayormente en una falsa religión, pero no puede aparecer en la experiencia cristiana. Sois colaboradores de Dios. “Separados de mí—dijo Cristo—, nada podéis hacer”. No podemos ser pastores del rebaño a menos que seamos despojados de nuestros propios hábitos, modales y costumbres peculiares y seamos transformados a la semejanza de Cristo. Cuando comemos su carne y bebemos su sangre, los elementos de la vida eterna se encuentran en el ministerio. No habrá un acopio de ideas añejas repetidas a menudo. Habrá una nueva percepción de la verdad.TM 339.2

    Algunos de los que se presentan en el púlpito avergüenzan a los mensajeros celestiales que se hallan en el auditorio. El precioso Evangelio, que ha costado tanto traer al mundo, es profanado. El lenguaje es común y barato; hay actitudes y muecas grotescas. Algunos hablan en forma muy rápida; otros tienen una enunciación pesada y confusa. Todo el que ministra a la gente debe sentir que tiene el solemne deber de examinarse a sí mismo. Debe entregarse primeramente él mismo al Señor en una completa renuncia propia, determinado a no tener nada del yo, sino la totalidad de Jesús.TM 339.3

    La palabra es la luz del predicador, y a medida que el aceite áureo fluye del olivo celestial al vaso, permite que la lámpara de la vida brille con una claridad y un poder que todos discernirán. Los que tienen el privilegio de aprender de un ministerio tal, si sus corazones son sensibles a la influencia del Espíritu Santo, sentirán surgir la vida en su interior. El fuego del amor de Dios será encendido dentro de ellos. La Biblia, la Palabra de Dios, es el pan de vida. El que alimenta al rebaño de Dios, debe comer él mismo primero del pan que vino del cielo. Verá la verdad en todos sus aspectos. No se aventurará a presentarse delante de la gente hasta que no haya tenido primeramente comunión con Dios. Entonces es inducido a trabajar como Cristo trabajó. Respeta las variadas mentes que componen su auditorio. Tiene una palabra que se aplica al caso de todos, y no ideas mundanas y confusas. No tiene derecho a introducir perplejidades mundanas. El pan de vida satisfará toda hambre del alma.*[Estudio adicional: Obreros Evangélicos, 387, 406-411, 504-506; Testimonies for the Church 3:492-509; Testimonies for the Church 9:216, 218.]TM 340.1

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