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Cada Día con Dios - Contents
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    Viene el juicio, 14 de octubre

    Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala. Eclesiastés 12:14.CDCD 294.1

    El Señor pronto vendrá en las nubes de los cielos con poder y grande gloria. ¿No hay acaso suficientes elementos implícitos en las verdades que giran en torno de este acontecimiento, y en la preparación esencial para él que nos hagan pensar solemnemente en nuestro deber? Debemos presentar este asunto delante de la gente en forma definida y clara. “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria... serán reunidas delante de él todas las naciones”. Mateo 25:31, 32.CDCD 294.2

    Presente la verdad que se necesita en cada iglesia como un medio para alcanzar un fin y ese fin es el juicio, con sus eternas decisiones y recompensas. Dios pagará a cada cual según hayan sido sus obras. “De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos”. Judas 14, 15. Y Salomón, cuando extendió su invitación y formuló su declaración como pregonero de justicia, presentó de este modo las perspectivas del juicio venidero: “El fin de todo discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”. Eclesiastés 12:13, 14.CDCD 294.3

    Tenemos abundancia de importantes y solemnes verdades de la Palabra de Dios que proclamar, sin necesidad de que la mente imagine y trace teorías basadas en la vanidad humana para presentarlas a la grey de Dios como si fueran verdades probatorias. ¿Qué es la paja comparada con el trigo?CDCD 294.4

    El juicio final es un acontecimiento sumamente solemne y terrible. Se desarrollará delante del universo entero. El Padre ha delegado todo el juicio en el Señor Jesús. El será quien declare la recompensa que recibirán los que hayan sido leales a la ley de Jehová. Dios será honrado y su gobierno reivindicado y glorificado, y ello en presencia de los habitantes de los mundos no caídos. El gobierno de Dios será reivindicado y exaltado en la mayor medida posible. No se trata del juicio de una persona o de una nación, sino de todo el mundo. ¡Oh, qué cambio se producirá entonces en el entendimiento de todos los seres creados! Allí se percibirá el valor de la vida eterna.—Carta 131, del 14 de octubre de 1900, dirigida al pastor A. G. Daniells.CDCD 294.5

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