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    Capítulo 17—La circulación de nuestras revistas

    The Review and Herald y The Signs of the Times—Se ha cometido un error al disminuir los precios para afrontar ciertas dificultades. Estos esfuerzos deben cambiar. Los que dieron esa orden fueron sinceros. Pensaron que su generosidad conseguiría que los pastores y los hermanos trabajaran para aumentar la demanda de esas publicaciones.OP 131.1

    Los pastores y los hermanos deberían actuar con nobleza y generosidad al tratar con nuestras casas editoras. En lugar de estudiar y elucubrar cómo obtener revistas, folletos y libros al más bajo precio, deberían procurar llevar a la gente a ver el valor de las publicaciones. Todos esos centavos obtenidos de miles de publicaciones han producido una pérdida de miles de dólares a nuestras instituciones, cuando unos pocos centavos más de cada persona apenas se hubieran sentido.OP 131.2

    The Review and Herald y The Signs of the Times son baratas aun a precio normal. La Review es una revista valiosa. Contiene temas de gran interés para la iglesia, y debería recibirla cada familia de creyentes. Si algunos son demasiado pobres para suscribirse, la iglesia, mediante una ofrenda, debería reunir el precio completo de la revista y proveerla a las familias pobres. Cuánto mejor es este plan que dejar a los pobres a la misericordia de la casa editora o la agencia de distribución.OP 131.3

    El mismo plan debería seguirse con Signs. Con ligeras variantes, esta revista ha crecido en interés y valor moral como publicación pionera desde su fundación. Ambas publicaciones son una sola por su interés. Son dos instrumentos en el campo que han de hacer la obra específica de diseminar la luz en este día de preparación de Dios. Todos deberían ocuparse tan fervientemente en fortalecer tanto la una como la otra...OP 132.1

    Auméntese la circulación—Nuestros hermanos deberían hacer mayores esfuerzos para aumentar la circulación de la Review. Si nuestros hermanos y hermanas sólo manifestaran mayor fervor y realizaran esfuerzos más perseverantes para lograrlo, se lo obtendría. Cada familia debería tener esta publicación. Si se negaran a sí mismos algunos lujos favoritos como el té y el café, muchos que no tienen ahora estas visitas semanales podrían pagar para que este mensajero de luz llegue a sus hogares. Casi cada familia recibe uno o más periódicos seculares, que frecuentemente contienen historias de amor y relatos excitantes de villanía y asesinatos que perjudican la mente de cuantos los leen. Los que consienten en no adquirir The Review and Herald pierden mucho. Mediante sus páginas, Cristo puede hablarles con advertencias, reprensiones y consejos que cambiarían la dirección de sus pensamientos y les serían como el pan de vida.OP 132.2

    Contenido de nuestras revistas—Nuestras revistas no deberían estar llenas de largos estudios o discusiones doctrinales que cansen a los lectores. Más bien deberían contener interesantes artículos doctrinales y prácticos. El precio de nuestras revistas no debería ser tan bajo que no quedara margen para operar. Debería manifestarse el mismo interés en aumentar la circulación de la Review demostrado en la circulación de Signs. Si se hace, el esfuerzo se verá coronado por el éxito.OP 132.3

    Estamos en terreno encantado, y Satanás está trabajando continuamente para arrullar a nuestros hermanos para que se duerman en la cuna de la seguridad carnal. Hay una indiferencia y una falta de celo que paralizan todos nuestros esfuerzos. Jesús fue un obrero fervoroso; y cuando sus seguidores se apoyen en él, y trabajen como él trabajó, verán y se darán cuenta de los resultados correspondientes. Debe hacerse un esfuerzo para asignar el valor apropiado a nuestras publicaciones y llevarlas gradualmente a la base adecuada. ¡No deberíamos ser afectados por el clamor de la especulación y la ganancia de dinero! Deberíamos avanzar con firmeza, sin vernos afectados por la censura ni corrompidos por el aplauso. Será una tarea más grande de lo que muchos suponen volver a poner una base adecuada; pero debe hacerse para salvar a nuestras instituciones de la vergüenza.—Testimonies for the Church 4:598-600 (1881).OP 133.1

    En nuestras mesas y bibliotecas—Muchos observadores del sábado descuidan la Review, y algunos no tienen ni la Review ni Signs. Presentan como excusa que no pueden suscribirse a esas revistas que son tan importantes para ellos. Pero en muchos casos, varias revistas seculares aparecen sobre sus mesas para que las lean sus hijos. La influencia de la mayoría de los periódicos y las revistas de esta época es tal que la Palabra de Dios parece desabrida y destruye el gusto por toda lectura útil e instructiva. La mente asimila lo que recibe como alimento. Las revistas seculares están llenas de informes de asesinatos, robos y otros crímenes repugnantes, y la mente del lector se detiene en las escenas de vicio en ellas descritas. Por la complacencia, la lectura de literatura sensacionalista o desmoralizadora llega a ser un hábito, como el uso del opio u otras drogas perjudiciales, y, como resultado, la mente de miles de personas son debilitadas, degradadas y trastornadas. Por medio de las producciones de la prensa, Satanás está haciendo más para debilitar la mente y corromper la moral de los jóvenes que por cualquier otro medio.OP 133.2

    Eliminen de sus hogares toda lectura de este carácter, y pongan sobre sus mesas y en sus bibliotecas libros útiles, instructivos y ennoblecedores. El efecto ejercido por The Review and Herald, nuestra revista denominacional, y The Signs of the Times, nuestra revista misionera, tanto sobre los padres como sobre los hijos, será bueno. Durante las largas noches de invierno, cuiden los padres que todos sus hijos estén en casa y dediquen tiempo a la lectura de las Escrituras y otros libros interesantes, que imparten conocimiento e inculcan principios rectos. Selecciónese a quien mejor lea para que lo haga en voz alta, mientras los demás miembros de la familia están ocupados en cosas útiles. De ese modo, las noches en casa pueden ser placenteras a la vez que provechosas. La lectura pura y saludable será para la mente lo que el alimento sano es para el cuerpo. De ese modo llegarán a ser más fuertes para resistir la tentación, formar hábitos saludables y actuar según principios correctos.—The Review and Herald, 26 de diciembre de 1882.OP 134.1

    He estado leyendo la Review esta mañana. Está llena de material precioso. Esta revista debería estar en cada hogar de nuestro pueblo, no sólo en los Estados Unidos, sino en todos los países. Es la revista de nuestra iglesia para el mundo. Me interesaré en conseguir suscritores a ella en los Estados Unidos y Australia. No estoy menospreciando The Signs of the Times. Tanto Signs como Review deben circular profusamente. Y espero que la lista de suscritores del Watchman aumente notablemente. Espero que ustedes se esfuercen por conseguir suscritores para el Watchman y la Review, porque estas publicaciones contienen asuntos importantes para este tiempo.—Carta 93, 1905.OP 135.1

    Promover The Watchman—Se ha hecho la pregunta: ¿Debería el Watchman distribuirse fuera de los estados sureños? Una noche me pareció estar en una reunión donde se analizaba esta pregunta. Algunos alegaban que no sería sabio hacer esfuerzos para impulsar la circulación del Watchman en todo el campo. Decían que The Review and Herald y The Signs of the Times deberían tener la prioridad, y no debería permitirse que el Watchman interfiriera la circulación de esas dos revistas que habían estado por tanto tiempo en el campo. Pensaban que nuestra obra con el Watchman debería limitarse a los estados sureños.OP 135.2

    Algunos quedaron muy asombrados por estas propuestas. Un miembro respetable de la comisión se puso de pie y dijo: “El Señor Dios de Israel ve el egoísmo del corazón humano. Quienes están interesados en las dos publicaciones más antiguas deben precaverse contra el deseo de permitir que planes egoístas encuentren lugar en su obra. El Watchman ha de tener un lugar en el campo. Lleva el mensaje de la verdad tan ciertamente como lo hacen la Review y Signs. Tengan cuidado de no interferir con la obra del Watchman”...OP 135.3

    Una obra para hacer—Recuerden quienes tuvieron éxito con la circulación de Signs y Review que Watchman también tiene una obra que hacer. Logrará mucho bien si se le da la oportunidad de hacer la obra asignada en todas partes del mundo. Su campo es doquier puedan encontrarse suscripciones a ella.—Carta 351, 1904.OP 136.1

    Nuestras revistas de salud—La circulación de nuestras publicaciones de salud es una obra de gran importancia. Es una obra en la cual debieran interesarse vivamente todos los que creen las verdades especiales para este tiempo. Dios desea que ahora, como nunca antes, las mentes de la gente sean estimuladas profundamente para que investiguen el gran asunto de la temperancia y los principios que yacen bajo la verdadera reforma pro salud. La vida física debe ser cuidadosamente educada, cultivada y desarrollada, para que por medio de los hombres y las mujeres se revele plenamente la naturaleza divina. Tanto las facultades físicas como las mentales, incluyendo los afectos, deben educarse a fin de que alcancen la eficiencia más elevada.OP 136.2

    La reforma, una reforma continua, debe mantenerse ante la gente, y por medio de nuestro ejemplo debemos reforzar nuestras enseñanzas. La verdadera religión y las leyes de la salud van mano a mano. Es imposible trabajar por la salvación de los hombres y las mujeres sin presentarles la necesidad de romper las complacencias pecaminosas que destruyen la salud, rebajan el ser e impiden que la verdad divina impresione la mente. Hay que enseñar a hombres y mujeres a reconsiderar cuidadosamente cada hábito y práctica, y de inmediato descartar las cosas que enferman el cuerpo y arrojan una sombra oscura sobre la mente.OP 136.3

    Dios desea que su pueblo sea portador de luz al mundo que yace en medio de las tinieblas. Pero si rehúsa avanzar en la luz que él hace brillar en su camino, la luz finalmente se tornará en tinieblas; y en lugar de ser portadores de luz para el mundo, ellos mismos se perderán en las tinieblas que los rodearán. Dios desea que sus portadores de luz mantengan siempre una norma elevada ante ellos. Por precepto y ejemplo deben elevar esa norma perfecta muy por encima de la falsa norma de Satanás, la cual, si se la sigue, conducirá a la miseria, la degradación, la enfermedad y la muerte tanto para el cuerpo como para la mente.OP 137.1

    Los que actúan como maestros deben tener un buen conocimiento de las enfermedades y de sus causas, y deben comprender que cada acción del ser humano debe encontrarse en perfecta armonía con las leyes de la vida. La luz que Dios ha dado con respecto a la reforma pro salud es para nuestra salvación y la salvación del mundo. Los hombres y las mujeres debieran ser informados con respecto al cuerpo formado por nuestro Creador como su morada, y sobre el cual él desea que seamos mayordomos fieles. Estas importantes verdades deben ser dadas al mundo. Debemos alcanzar a la gente en el lugar donde se encuentra, y por medio del ejemplo y el precepto conducirla para que capte la hermosura de un estilo de vida mejor.OP 137.2

    Nuestro deber para con el mundo—El mundo necesita instrucción en este sentido. Ha llegado el tiempo cuando cada hermano/a debe ser permanecer fiel y leal a cada rayo de luz que Dios ha dado, y comenzar seriamente a dar este mensaje de la salud a la gente. Tendremos fortaleza y poder para hacer esto si practicamos estas verdades en nuestras propias vidas. Si todos siguiéramos la luz que hemos recibido, la bendición de Dios descansaría sobre nosotros y estaríamos ansiosos por presentar esas verdades a quienes no las poseen...OP 138.1

    En toda nuestra obra debemos ejercer cuidado para que una rama no se convierta en especialidad, mientras sufren otros intereses. No se ha puesto suficiente interés en la circulación de nuestras revistas de salud. La circulación de esas revistas no se debe descuidar, porque si se lo hace, la gente sufrirá una gran pérdida.OP 138.2

    Que nadie piense que la circulación de las revistas de salud es un asunto de menor importancia. Todos deberían manifestar más interés en esta obra y realizar mayores esfuerzos para llevarla a cabo. Dios bendecirá abundantemente a los que se preocupen de esto con seriedad, porque es la obra que debiera recibir atención en este tiempo.OP 138.3

    Los pastores pueden hacer mucho por estimular la circulación de las revistas de salud, y deberían hacerlo. Cada miembro de la iglesia debiera trabajar fervorosamente en favor de esas revistas, como también de otras publicaciones. No debiera existir fricción entre las dos. Ambas debieran circular al mismo tiempo en el campo. Cada una es complemento de la otra, y en ningún sentido puede ocupar su lugar. La circulación de las revistas de salud constituirá un medio poderoso para preparar a la gente para que acepte las verdades especiales que la harán idónea para la pronta venida del Hijo del Hombre.—Consejos sobre la salud, 442-445 (1901).OP 138.4

    Un programa equilibrado—Usted siente un profundo interés en la circulación de las revistas de salud, y está en lo correcto; pero esa rama especial no debería absorber todo. La reforma pro salud está relacionada tan estrechamente con el mensaje del tercer ángel como el brazo lo está con el cuerpo. La proclamación del mensaje del tercer ángel, los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesús es la gran carga de nuestra obra. El mensaje ha de ser proclamado con fuerte voz, y ha de ir a todo el mundo. La presentación de los principios de salud debe estar unida con la predicación del mensaje, pero de ningún modo ha de ser independiente de ella, ni debería reemplazarla de ninguna manera.—Carta 57, 1896.OP 139.1

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