Capítulo 19—La clase de libros que se necesita
- Prefacio
- Capítulo 1—El gran objetivo de nuestras publicaciones
- Capítulo 2—Los artículos para nuestras revistas
- Capítulo 3—Fundamentos, pilares e hitos
- Capítulo 4—Actitud hacia una nueva luz
- Capítulo 5—La investigación de nueva luz
- Capítulo 6—La integridad del mensaje
- Capítulo 7—Cómo afrontar la oposición
- Capítulo 8—Palabras de precaución
- Capítulo 9—Actitud hacia las autoridades civiles
- Capítulo 10—Publicación de declaraciones conflictivas
- Capítulo 11—Consejos para los escritores
- Capítulo 12—Consejos para los redactores
- Capítulo 13—El órgano informativo de nuestra iglesia
- Capítulo 14—Las revistas misioneras
- Capítulo 15—Las revistas de educación
- Capítulo 16—Las revistas de salud
- Capítulo 17—La circulación de nuestras revistas
- Capítulo 18—La publicidad en los diarios
- Capítulo 19—La clase de libros que se necesita
- Capítulo 20—Duplicación de libros y nuevas ediciones
- Capítulo 21—Las publicaciones independientes
- Capítulo 22—La comisión de manuscritos
- Capítulo 23—La mayordomía del autor
- Capítulo 24—Las ilustraciones de nuestras publicaciones
- Capítulo 25—Las publicaciones en la culminación de la obra
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Capítulo 19—La clase de libros que se necesita
Para fortalecer los pilares de la fe—La preparación de libros es una tarea grande y beneficiosa, pero no siempre ha estado en la posición santa y elevada que Dios quería que ocupara, porque el yo se ha entretejido en la obra de algunos que se han ocupado de ella. El trabajo editorial debería ser el medio para dar rápidamente la sagrada luz de la verdad presente al mundo. Las publicaciones que salen de nuestras prensas hoy deberían ser de tal carácter que fortalezcan cada clavo y cada pilar de la fe que fue establecida por la Palabra de Dios y la revelación de su Espíritu.OP 142.1
La verdad que Dios ha dado a su pueblo en estos últimos días debería mantenerlo firme cuando entren en la iglesia algunos que presenten teorías falsas. La verdad que ha resistido los ataques del enemigo por más de medio siglo debe seguir siendo la confianza y el consuelo del pueblo de Dios.OP 142.2
La evidencia que ofrecemos a los no creyentes de que tenemos la verdad de Dios debe ser avalada con una vida de estricta abnegación. No debemos transformar en una burla nuestra religión sino mantener siempre presente el ejemplo de quien, aunque era Príncipe del cielo, se humilló para vivir una vida de abnegación y sacrificio a fin de vindicar la justicia de la palabra de su Padre. Resolvamos cada uno hacer lo mejor posible para que la luz de nuestras buenas obras brille ante el mundo.OP 142.3
Unidad y progreso—Debería existir perfecta armonía en los planes que se hacen para la publicación de nuestros libros y revistas, para que la luz que contienen pueda ser llevada rápidamente a todas partes: a las iglesias nominales y al mundo. Debería lograrse mucho más con la venta de nuestros libros de lo que hemos logrado hasta hoy.OP 143.1
Nuestros pastores deberían llamar a los miembros de iglesia a hacer triunfar la verdad. “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento”. Isaías 60:1-3. La unidad y el amor lograrán maravillas para los creyentes. ¿No se levantarán nuestras iglesias para dar el último mensaje de amonestación al mundo?—Testimonies for the Church 9:69, 70 (1909).OP 143.2
Con un mensaje oportuno—Un poco más tarde, volví a dormirme y me pareció estar en una junta en la que se estudiaba nuestra obra de publicaciones. El Hno. Haskell, su esposa y varios de los hermanos dirigentes estaban presentes tratando con los demás acerca de la difusión de nuestros libros, tratados y revistas.OP 143.3
El Hno. Haskell presentaba poderosos argumentos para que se diese una difusión más intensa a los libros que contienen el conocimiento que fuera comunicado a la Hna. White, libros que contienen el mensaje especial que el mundo necesita hoy. El decía: “¿Por qué nuestras iglesias no aprecian más ni reparten con mayor profusión libros que son divinamente aprobados? ¿Por qué no se presta atención especial a las publicaciones que contienen advertencias relativas a la obra de Satanás? ¿Por qué no se da mayor circulación a los libros que muestran cómo Satanás se esfuerza por contrarrestar la obra de Dios, y dejan al descubierto sus planes y seducciones? Los males morales de esas seducciones deben ser eliminados abriendo los ojos de la gente para que discierna la situación y los peligros actuales, haciendo esfuerzos diligentes para aferrarse por fe de Cristo y su justicia”.OP 143.4
Un mensajero celestial estaba en nuestro medio y pronunció palabras de advertencia e instrucción. Nos hizo comprender con toda claridad que el evangelio del reino es el mensaje por cuya falta el mundo perece, y que este mensaje, contenido en nuestras publicaciones ya existentes y en las que aún han de aparecer, debería hacerse circular entre la gente de cerca y de lejos.—Joyas de los Testimonios 3:316, 317 (1909).OP 144.1
Que preparen a la gente para aferrarse a la verdad—Los libros mayores... contienen la verdad presente para este tiempo, verdad que ha de ser proclamada en todas partes del mundo. Nuestros colportores deben hacer circular los libros que dan instrucciones definidas respecto de los mensajes probatorios que han de preparar a un pueblo para aferrarse a la plataforma de la verdad eterna, manteniendo en alto la bandera sobre la que está escrito: “Los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.—Manuscrito 136, 1903.OP 144.2
Reflexionen acerca de la conducción divina—Estoy muy triste por la condición actual. Debemos hacer ahora una obra que debería haber sido hecha hace mucho tiempo. Debemos hacerla como el Señor lo indicó a Moisés, cuando los hijos de Israel, después de cruzar el desierto, estaban acampados a orillas del Jordán. Se le pidió a Moisés que les recordara el trato que Dios les había dado durante su peregrinación por el desierto. El registro de este repaso se encuentra en el libro de Deuteronomio.OP 144.3
El registro de la experiencia del pueblo de Dios en la historia temprana de nuestra obra debe volver a publicarse. Muchos de los que han conocido la verdad desde entonces ignoran la forma como el Señor actuó. La experiencia de Guillermo Miller y sus asociados, del capitán José Bates y otros pioneros del mensaje adventista debería mantenerse viva ante nuestra gente. Debería prestarse atención al libro del pastor Loughborough. Nuestros dirigentes deberían estudiar qué puede hacerse en favor de la circulación de ese libro.OP 145.1
Debemos encontrar la mejor manera de realizar el repaso de nuestra experiencia desde el comienzo de nuestra obra, cuando nos separamos de las iglesias y avanzamos paso a paso en la luz que Dios nos daba. Entonces, asumimos la posición de que la Biblia, y la Biblia sola, sería nuestra guía; y nunca nos hemos apartado de esa posición. Recibimos maravillosas manifestaciones del poder de Dios. Ocurrieron milagros. Una y otra vez, cuando estábamos en dificultades, el poder de Dios se manifestó en favor de nosostros.—Carta 105, 1903.OP 145.2
Compilaciones de artículos de Elena de White—Los temas que han sido presentados a la gente deberían serles presentados una y otra vez. Los lectores olvidan pronto los artículos que se imprimen en nuestras revistas. Debería reunirse estos artículos, imprimirlos en forma de libro y ponerlos ante creyentes e incrédulos.—Carta 71, 1903.OP 145.3
Publicaciones para los campos sureños—Deberían prepararse específicamente publicaciones especiales para los campos sureños y hacerlas circular en el sur, preparando a partir de ellas libros esenciales para ese campo.—Manuscrito 5, 1903.OP 146.1
Atiendan las necesidades de las personas de color—Entiendo que es su propósito hacer de la obra por las personas de color en el sur su primer interés. Bien, avance. Usted debería producir libros con muchas lecciones objetivas, porque la gente de color necesita ver algo antes de comprenderlo. Deben distribuirse copiosamente libros pequeños...OP 146.2
La publicación en Nashville deberá hacerse de modo que satisfaga las necesidades de las personas por las que usted está trabajando. Todo debe ser directo, sencillo e ilustrado. Las ilustraciones más económicas son tan buenas para este campo como las más costosas. Deben producirse libros baratos y sencillos...OP 146.3
El sur es un mundo en sí mismo, y las publicaciones deben hacerse en el mismo campo. Sin libros apropiados para poner en manos de la gente, las presentaciones y predicaciones no capturarán la mente. Si se pudiera poner en manos de ellos material de lectura apropiado para que lean acerca de la verdad y vean las figuras que lo acompañan, quedará en las mentes de su gente y tendrá poder de convicción. Luego, se debería publicar libros más grandes para atender las necesidades de la clase más educadas.—Manuscrito 28, 1903.OP 146.4
Libros esenciales para este tiempo—Me han llegado cartas con preguntas acerca de la publicación de libros. Específicamente me interrogan acerca de si no es peligroso poner delante de la gente muchas cosas que no se relacionan con verdades tan importantes para nosotros como pueblo. Se me ha instruido que los relatos comunes puestos en forma de libros no son esenciales para nuestro bienestar. El mundo está inundado con esta clase de literatura, y que tales libros encuentren una fácil venta de ninguna manera es evidencia de que son libros que deberían difundirse. La pasión por las narraciones está trayendo a la existencia muchos miles de libros sin valor, que son como paja, madera y hojarasca. Esos libros fueron escritos por personas cuyas mentes se han educado para encarrilarse por el sendero de los romances. Todo lo que su mente llena de imaginación puede pensar, es entrelazado para formar un libro y presentado al mundo como alimento para la mente. Pero muy a menudo no tiene valor nutritivo. “¿Qué tiene que ver la paja con el trigo”? Jeremías 23:28. No necesitamos novelas. Estamos tratando con las duras realidades de la vida.OP 147.1
Nuestras casas editoras no deben anunciar ni vender romances frívolos e inútiles. Muchos de los libros que ahora se ofrecen para la venta no están en armonía con las indicaciones de Dios. Quizás hubo un momento cuando la venta de esos libros pareció apropiada, pero ahora estamos demasiado cerca del fin de la historia de esta Tierra como para poner ante la gente libros que no contienen el mensaje que ella necesita. Llamen la atención de la gente a los libros que tratan de la fe y la piedad prácticas. Purifiquen y santifiquen el campamento. Hay abundancia de libros que no darán la luz al mundo.OP 147.2
No puedo entender por qué nuestras revistas deben contener tantos anuncios de libros que no son esenciales para este tiempo. Muchos de tales libros pueden obtenerse en cualquier librería. ¿Por qué no llamamos la atención de la mente de la gente a los temas que se relacionan con las palabras de vida eterna? ¿Por qué no hacer un esfuerzo para obtener notas sencillas, reales y verdaderas de nuestros obreros en todas partes del mundo? Dios pide esta clase de lectura. No tenemos tiempo para dedicarlo a las cosas comunes ni para desperdiciarlo en libros que sólo entretienen.—Manuscrito 80, 1899.OP 148.1
Peligro de los libros inferiores—A menos que tengamos cuidado, el mercado se inundará con libros de contenido barato, y la gente se verá privada de la luz y la verdad esenciales que se necesitan para andar en el camino del Señor. Se ha hecho eso, y se lo volverá a hacer a menos que los principios correctos controlen la obra de publicaciones.—Carta 43, 1899.OP 148.2