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    Capítulo 20—Duplicación de libros y nuevas ediciones

    Duplicación de libros—En el futuro se manifestará la misma ceguera que ahora se observa respecto de la publicación de temas importantes. Los hombres cubrirán el mismo terreno que ahora se cubre. Los principios sobre los que se basan los planes actuales son defectuosos. Cuando un libro sale de las prensas para llenar cierta necesidad del mundo, los intereses de ese libro deben ser protegidos por los hombres que han recibido el pago por publicarlo, incluso si el material contenido en el libro no es de suficiente importancia como para reclamar una gran circulación sin demoras.OP 149.1

    Se me han mostrado algunas cosas que se harán en el futuro. Un hombre preparará un libro para que sea publicado; después que esté en circulación, otra persona creerá que puede publicar un libro similar en apariencia y que cubra casi los mismos temas que el que ya está en el mercado. El escritor de este segundo libro usará palabras diferentes, pero tratará los mismos temas que se trataron en libro anterior. De ese modo habrá en existencia dos libros diferentes cuando uno solo hubiera sido más que suficiente. Habrá casos en que aun antes que el autor publique el libro que está preparando, otro escribirá sobre el mismo tema, para anticiparse a quien ha expresado su propósito de escribir acerca de cierta temática. El segundo libro disminuirá las ventas del primero, y el que se aprovecha de su prójimo de este modo no lo trata con equidad. Su libro ocupa mayormente el lugar y la aceptación del primero que salió a luz. Ha obrado contra los principios de la justicia pues ha robado a su prójimo.—Manuscrito 23, 1891.OP 149.2

    Una obra desleal—Tanto los autores como los editores deberían ser previsores y pesar cuidadosamente los resultados respecto de los libros y otros proyectos antes de publicar una obra nueva. No se consideran estas cosas como deberían ser consideradas. Se requiere mucha discreción en la administración de estos asuntos, para que nuestra obra actúe para la gloria de Dios. Los que han sido designados para cargos de responsabilidad en la obra de publicaciones deben considerar ahora con mucho cuidado estos temas importantes. Deben discriminar cuidadosamente entre el bien y el mal, entre la justicia y la injusticia, para discernir qué es igualdad y un trato leal...OP 150.1

    Hay peligro de que penetre el descuido en la obra de publicaciones, lo que la pondrá en situación de necesitar reajustes. Se debería seguir el principio de que un segundo libro acerca de cualquier tema no expulsará del mercado al que lo precedió hasta que haya tenido su oportunidad justa. Dejo con ustedes estas palabras de advertencia y admonición.—Carta 225, 1899.OP 150.2

    Equidad en la publicación de nuevas ediciones—Cuando los centros de distribución tienen en existencia grandes cantidades de ciertos libros, nada se debería hacer para producir una nueva edición sin consultar a quienes tienen grandes cantidades de la edición anterior. En cada caso debe ejercerse cuidado para no iniciar un camino que producirá pérdidas a nuestras instituciones. En estos asuntos debemos actuar con equidad y juicio santificado.—Carta 229, 1903.OP 150.3

    Revisión de libros clásicos—La obra que el Señor nos ha dado en esta época es presentar a la gente la verdadera luz respecto de las preguntas definitorias de la obediencia y la salvación: los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesucristo.OP 151.1

    En algunos de nuestros libros importantes, impresos durante años y que condujeron a muchos al conocimiento de la verdad, pueden encontrarse temas de menor importancia que exigen un estudio y una aplicación cuidadosos. Dejen que estos temas sean considerados por quienes han sido designados para supervisar nuestra obra de publicaciones. No permitan que estos hermanos, o nuestros colportores, o pastores, magnifiquen estos asuntos que a la larga disminuyen la influencia de estos buenos libros salvadores de vidas. Si asumiéramos la obra de desacreditar nuestras publicaciones, pondríamos armas en las manos de quienes se han apartado de la fe y quieren confundir las mentes de los que recientemente han abrazado el mensaje. Cuanto menos se haga innecesariamente para cambiar nuestras publicaciones, tanto mejor será.—Preach the Word, 7 (1910).OP 151.2

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