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Mente, Cáracter y Personalidad 1 - Contents
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    Capítulo 3—Peligros de la psicología

    Satanás estudia la mente—Por miles de años Satanás ha estado experimentando con las propiedades de la mente humana, y ha llegado a conocerla bien. Por sus sutiles operaciones en estos últimos días está ligando la mente humana con la de él, imbuyéndola con sus pensamientos; y está haciendo esta obra en forma tan engañosa que los que aceptan su conducción no saben que él los dirige a su antojo. El gran engañador espera confundir tanto las mentes de los hombres y mujeres que sólo oigan su voz.—Medical Ministry, 111 (1907).1MCP89 18.1

    Satanás, maestro de artes sutiles—Satanás busca continuamente influir sobre las mentes humanas mediante sus artes sutiles. La suya es una mente maestra, dada por Dios, pero prostituida con todas sus nobles capacidades para oponerse e invalidar los consejos del Altísimo...—The Signs of the Times, 18 de septiembre de 1893; Nuestra Elavada Vocacion, 212.1MCP89 18.2

    El viene disfrazado—Los planes y las maquinaciones de Satanás nos asedian por todas partes. Siempre debiéramos recordar que él se nos acerca disfrazado, ocultando sus motivos, y el carácter de sus tentaciones. Viene con vestidos de luz, aparentemente ataviado con el puro ropaje de los ángeles, para que no podamos discernir que es él. Necesitamos emplear gran precaución para investigar cuidadosamente sus artificios, para no ser engañados.—Nuestra Elavada Vocacion, 90 (1897).1MCP89 18.3

    Mal uso de las ciencias relativas a la mente—En estos días cuando el escepticismo y el paganismo aparecen con tanta frecuencia vestidos con un ropaje científico, necesitamos cuidarnos en todos lados. Nuestro gran adversario está engañando mediante ellos a miles de personas, y las está conduciendo cautivas conforme a su voluntad. Saca una enorme ventaja de las ciencias que conciernen a la mente. Mediante ellas se arrastra como serpiente, imperceptiblemente, para corromper la obra de Dios.1MCP89 19.1

    Esta entrada de Satanás por medio de estas ciencias ha sido bien planeada. Mediante el conducto proporcionado por la frenología, la psicología y el mesmerismo*Nota: En esta declaración, tal como fue publicada en la revista (The Signs of the Times, del 6 de noviembre de 1884), la Sra. White usó material, que clarifica en cierta medida, de una declaración publicada originalmente en la The Review and Herald, 18 de febrero de 1862 ahora en Testimonies for the Church 1:290-302
    La referencia a la frenología, la psicología y al mesmerismo, así como están aquí combinados, describiendo la manera como Satanás se aprovecha de la mente humana, puede parecer un poco oscura para quien no esté familiarizado con la literatura de la época y con su énfasis. Las obras científicas dedicadas a la fisiología y al cuidado del enfermo llevaban publicidad que informaba al público de la literatura disponible. Una de tales obras, The Water Cure Manual [Manual de cura por el agua], de 284 páginas y publicado en 1850 por Fowlers y Wells, traía una lista de 65 diferentes obras sobre salud física y mental. De éstas, 33 estaban dedicadas a la frenología, la psicología, el mesmerismo y la clarividencia.
    (hipnotismo), llega más directamente a los miembros de esta generación, y trabaja con ese poder que caracterizará sus esfuerzos cerca del fin del tiempo de gracia. Las mentes de miles de personas han sido envenenadas por este medio y conducidas al paganismo.
    1MCP89 19.2

    Mientras se cree que una mente afecta en forma maravillosa a otra mente, Satanás, que está listo para aprovechar cualquier ventaja, se introduce y trabaja en un lado y en otro. Y cuando los que se dedican a estas ciencias se alaban exageradamente debido a las grandes y buenas obras que afirman llevar a cabo, no se dan cuenta del poder para el mal que están fomentando; pero es un poder que trabajará con toda clase de señales y de milagros mentirosos: con todo engaño de iniquidad. Notad la influencia de estas ciencias, apreciados lectores, porque todavía no ha terminado el conflicto entre Cristo y Satanás.1MCP89 20.1

    El descuido de la oración hace que los hombres confíen en sus propias fuerzas y abre las puertas a la tentación. En muchos casos la imaginación es cautivada por la investigación científica, y los hombres son halagados por el conocimiento de sus propios poderes. Se exalta mucho las ciencias que tratan de la mente humana. Estas son buenas en su lugar; pero Satanás se apodera de ellas para utilizarlas como instrumentos para engañar y destruir a las almas. Sus artes se aceptan como si procedieran del cielo, y en esa forma recibe la adoración que tanto le agrada. El mundo, que se supone recibe tanto beneficio de la frenología y del magnetismo animal (hipnotismo), nunca estuvo tan corrompido como ahora. Mediante estas ciencias se destruye la virtud y se colocan los fundamentos del espiritismo.—The Signs of the Times, 6 de noviembre de 1884; Mensajes Selectos 2:402, 403.1MCP89 20.2

    Su obra es desviar la mente del hombre—Satanás entró y se puso entre Dios y el hombre. Su obra es desviar la mente humana, y arroja su oscura sombra sobre nuestro sendero para que no podamos distinguir entre Dios y la oscuridad moral y la corrupción y la masa de iniquidad que hay en nuestro mundo. ¿Qué haremos, entonces, con este asunto? ¿Permitiremos que permanezcan las sombras? No.1MCP89 20.3

    Hay un poder a nuestra disposición que traerá la luz del cielo a nuestro oscuro mundo. Cristo ha estado en el cielo, y traerá la luz del cielo, disipará la oscuridad, y permitirá que entre la luz de su gloria. Entonces veremos, en medio de la corrupción, la contaminación y la depravación, la luz del cielo.1MCP89 20.4

    No debemos darnos por vencidos ante la depravación que hay en la raza humana, y recordarla continuamente. No debemos mirar eso... ¿Qué hemos de hacer, entonces? ¿Cuál es nuestra tarea? Mirar “cuál amor nos ha dado el Padre”. 1 Juan 3:1.—Manuscrito 7, 1888.1MCP89 21.1

    La artera insinuación versus el ataque abierto y osado—Si Satanás atacara en forma abierta y osada al cristianismo, llevaría al cristiano inmediatamente a los pies de su poderoso Libertador, el único que pudo hacer huir al adversario. Generalmente no hace eso. Es artero y sabe que la forma más efectiva para cumplir sus propósitos es acercarse al pobre hombre caído en la forma de un ángel de luz. Con este disfraz trabaja sobre la mente para alejarlo del sendero seguro y correcto. Siempre ha ambicionado falsificar la obra de Cristo y demostrar su propio poder y sus pretensiones. Conduce a los engañados mortales a explicar las obras y mi lagros de Cristo en base a principios científicos; los hace aparecer como el resultado de la habilidad y del poder humanos. De esta manera, con el tiempo destruirá en muchas mentes toda fe verdadera en Cristo como el Mesías, el Hijo de Dios.—The Signs of the Times, 6 de noviembre de 1884.1MCP89 21.2

    Su objetivo especial son las mentes jóvenes—La obra especial de Satanás en estos últimos días consiste en tomar posesión de las mentes de los jóvenes, para corromper sus pensamientos e inflamar sus pasiones. Todos son agentes morales libres, y como tales deben hacer que sus pensamientos vayan en la dirección debida.—Nuestra Elavada Vocacion, 339.1MCP89 21.3

    Satanás controla la mente no dirigida por el Espíritu Santo—Pocos creen que la humanidad ha caído tan hondo o que es tan completamente malvada, tan desesperadamente opuesta a Dios como está en realidad. “Los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden”. Romanos 8:7.1MCP89 21.4

    Cuando la mente no está bajo la influencia directa del Espíritu de Dios, Satanás puede moldearla como desea. Excitará la sensualidad de todos los poderes racionales que controla. Se opone directamente a Dios en sus gustos, sus puntos de vista, sus preferencias, sus simpatías y sus antipatías, sus elecciones y sus proyectos; no se deleita en lo que Dios ama o aprueba, sino una apetencia por lo que El desprecia; por lo tanto se mantiene una conducta que ofende a Dios.1MCP89 22.1

    Esto conduce a la controversia con los que están tratando de caminar en el camino del Señor. Ellos [los que se oponen a la verdad] llamarán tinieblas a la luz, y luz a las tinieblas; bien al mal, y mal al bien.—Carta 8, 1891.1MCP89 22.2

    Desde los días de Adán hasta ahora—Satanás ha estado trabajando al timón, girándolo hasta que tiene el control de todas las mentes humanas que aceptaron las mentiras con las que engañó a Eva, y a quien usó luego como su agente para atraer a Adán al pecado. Satanás ha persistido en su engañosa obra sobre las mentes humanas desde aquel día hasta hoy.—Manuscrito 19, 1894.1MCP89 22.3

    Los que conocen la verdad son sus blancos preferidos—Satanás está trabajando silenciosamente para confundir la mente de los que conocen la verdad con la introducción de sentimientos y ejemplos engañosos. A menos que se arrepientan y se conviertan, los que están viviendo vidas divididas, profesando servir al Señor pero al mismo tiempo procurando llevar adelante sus propios planes—planes que retardan precisamente la obra por la que Cristo dio su vidaserán engañados por el enemigo de las almas.—Carta 248, 1907.1MCP89 22.4

    Satanás desvía las mentes con temas de controversia—El [el enemigo] se sentiría feliz de desviar la mente hacia cualquier tema mediante el cual pudiera crear división de sentimientos y conducir a nuestro pueblo a la controversia.—Manuscrito 167, 1897.1MCP89 22.5

    Una mente domina a otra—Satanás con frecuencia encuentra un instrumento poderoso para el mal en el poder que una mente es capaz de ejercer sobre otra mente. Esta influencia es tan seductora, que la persona que está siendo moldeada por ella a menudo no tiene conciencia de su poder. Dios me ha pedido que pronuncie advertencias contra este mal.—Mensajes Selectos 2:404 (1907).1MCP89 23.1

    Un poder para el bien, un poder para el mal—La influencia de la mente sobre la mente, un poder tan fuerte para el bien cuando está santificado, es igualmente fuerte para el mal en las manos de los que se oponen a Dios. Satanás usó este poder en su obra de inculcar el mal en las mentes de los ángeles, dando la apariencia de buscar el bien del universo. Como querubín ungido, Lucifer había sido altamente exaltado; fue muy amado por los seres celestiales, y su influencia sobre ellos fue fuerte. Muchos de ellos escucharon sus sugerencias y creyeron sus palabras. “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo”. Apocalipsis 12:7, 8.—The S.D.A. Bible Commentary 7:973 (1903).1MCP89 23.2

    No confiar en la mente de un hombre—No se debía confiar en la mente ni en el juicio de un hombre, porque estaban en juego intereses demasiado grandes, y no se hallaban libres de las flaquezas y errores humanos... No existe mente humana alguna tan perfecta que no corra el riesgo de que actúe por motivos equivocados, viendo las cosas desde una perspectiva errada.—Carta 41, 1891.1MCP89 23.3

    Satanás busca mentes no vigiladas—Satanás vigila esperando encontrar una mente en un momento en que no esté vigilada y así posesionarse de ella. No queremos ignorar sus trampas, ni queremos ser vencidos por ellas. Le agradan las figuras que lo representan con cuernos y pezuñas, porque es inteligente; una vez fue un ángel de luz.—Manuscrito 11, 1893.1MCP89 23.4

    Los ángeles malos intentan destruir la voluntad del hombre—Si se les permite, los ángeles malos trabajarán [cautivarán y controlarán] las mentes de los hombres hasta que no tengan mente ni voluntad propia.—Manuscrito 64, 1904.1MCP89 24.1

    La única seguridad es resistir—Nuestra única seguridad consiste en no dar lugar al mal; porque sus sugerencias y propósitos siempre nos dañarán, e impedirán que confiemos en Dios. Satanás se transforma en un ángel de pureza, para poder, mediante sus especiosas tentaciones, introducir sus artificios, de tal manera, que no discernamos sus trampas. Cuanto más cedamos, tanto más poderosos serán sus engaños. No es seguro discutir o parlamentar con él. Por cada ventaja que le demos al enemigo, él pedirá más. Nuestra única seguridad consiste en rechazar firmemente la primera insinuación a la presunción. A través de los méritos de Cristo, Dios nos ha dado gracia suficiente para resistir a Satanás, y ser más que vencedores. La resistencia es el éxito. “Resistid al diablo, y de vosotros huirá”. La resistencia debe ser firme y constante. Perdemos todo lo que ganamos si resistimos hoy para ceder mañana.—The Review and Herald, 8 de abril de 1880; Nuestra Elavada Vocacion, 97.1MCP89 24.2

    Evitar los actos de presunción—Hay quienes se exponen temerariamente al peligro y a las tentaciones, y se requeriría un milagro de Dios para sacarlos sin daño y sin contaminación. Esos son actos presuntuosos que no agradan a Dios. La tentación que Satanás presentó al Salvador del mundo, de arrojarse desde el pináculo del templo, fue firmemente enfrentada y resistida. El archienemigo citó una promesa de Dios, de seguridad, para que Cristo pudiera hacer eso seguramente, confiando en la promesa. Jesús hizo frente a esa tentación con las Escrituras: “Escrito está, no tentarás al Señor tu Dios”. Mateo 4:7. De la misma manera, Satanás insta a los hombres a ir a lugares a los que Dios no quiere que vayan, presentándoles las Escrituras para justificar sus sugerencias.—The Review and Herald, 8 de abril de 1880; Nuestra Elavada Vocacion, 97.1MCP89 24.3

    La fe genuina y la presunción—Las promesas de Dios no son para que las reclamemos imprudentemente, para protegernos mientras corremos temerariamente hacia el peligro, violando las leyes de la naturaleza, o desentendiéndonos de la prudencia y del juicio que Dios nos ha dado. Esto no sería una fe genuina, sino presunción... Satanás acude a nosotros con honor mundano, riquezas y los placeres de la vida. Estas tentaciones son variadas, para adaptarlas a hombres de toda categoría y condición, para tentarlos y alejarlos de Dios, para servirse a sí mismos más que a su Creador. “Todo esto te daré, si postrado me adorares” (Mateo 4:9), le dijo Satanás a Cristo. Y Satanás le dice al hombre: “Todo esto te daré”. “Todo este dinero, toda esta tierra, todo este poder, y honor, y riquezas te daré”; y el hombre queda encantado, engañado, y traidoramente arrastrado a su ruina. Si nos entregamos a la mundanalidad del corazón y de la vida, Satanás está satisfecho.—Nuestra Elavada Vocacion, 95 (1872).1MCP89 25.1

    Los ángeles malos o los ángeles de Dios controlan la mente de los hombres—O los ángeles malos o los ángeles de Dios controlan las mentes de los hombres. Entregamos nuestras mentes al control de Dios o al control de los poderes de las tinieblas; y será bueno que nos preguntemos dónde estamos parados hoy—si bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe Emanuel o bajo la bandera negra de los poderes de las tinieblas.—Manuscrito 1, 1890; The S.D.A. Bible Commentary 6:1120.1MCP89 25.2

    Sólo si cedemos—Satanás no puede tocar la mente o el intelecto a menos que se los cedamos a él.—Manuscrito 17, 1893; The S.D.A. Bible Commentary 6:1105.1MCP89 25.3

    Se necesita una percepción clara—Se necesita un claro discernimiento espiritual para distinguir entre la paja y el trigo, entre la ciencia de Satanás y la ciencia de la Palabra de verdad. Cristo, el gran Médico, vino a nuestro mundo para dar salud, paz y perfección de carácter a todos aquellos que lo recibieran. Su Evangelio no consiste en métodos exteriores y realizaciones, a través de los cuales la ciencia de una obra maligna ha de introducirse como una gran bendición, para que después resulte en una gran maldición.—Nuestra Elavada Vocacion, 111 (1901).1MCP89 26.1

    La oración prevalecerá contra Satanás—La oración de fe es la gran fortaleza del cristiano y con toda seguridad prevalecerá contra Satanás. Por esto él insinúa que no necesitamos de la oración. Detesta el nombre de Jesús, nuestro Abogado; y cuando acudimos fervorosamente a El por ayuda, la hueste de Satanás se alarma. Sirve bien a sus propósitos que descuidemos el ejercicio de la oración, porque entonces sus milagros mentirosos son recibidos con mayor facilidad. Lo que no pudo lograr al tentar a Cristo lo realiza con la presentación de sus tentaciones sutiles delante del hombre.—Testimonies for the Church 1:296 (1862).1MCP89 26.2

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