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Mente, Cáracter y Personalidad 1 - Contents
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    Capítulo 5—La mente fanática*Nota: El Diccionario de la Real Academia dice que el fanático es el “que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento, creencias u opiniones religiosas”, alguien “preocupado o entusiasmado ciegamente por una cosa”.—Nota del traductor.

    Los fanáticos y el fanatismo se introducirán—Vivimos en una época en que toda forma de fanatismo se abrirá paso entre creyentes e incrédulos. Satanás se presentará, hablando mentiras con hipocresía. Presentará todo lo que pueda inventar para engañar a hombres y mujeres.—Carta 121, 1901; Medical Ministry, 114.1MCP89 38.1

    Cómo lo hace Satanás—Hemos encontrado en nuestra experiencia que si Satanás no puede mantener a las almas atadas al hielo de la indiferencia, tratará de hacerlos caer en el fuego del fanatismo. Cuando el Espíritu del Señor viene sobre su pueblo, el enemigo aprovecha la oportunidad para trabajar también sobre las diversas mentes y conducirlas a mezclar sus propias características peculiares de carácter con la obra de Dios. Así siempre existe el peligro de que permitan que su propio espíritu se mezcle con la obra y se hagan movimientos imprudentes. Muchos realizan una obra de su propio diseño que no es sugerida por Dios.—Carta 34, 1889similar a Testimonies for the Church 5:644.1MCP89 38.2

    Resultado de acariciar tendencias defectuosas—Hay algunos que no escucharán. Por tanto tiempo escogieron seguir sus propios caminos y su propia sabiduría, por tanto tiempo acariciaron tendencias defectuosas de carácter heredadas y cultivadas, que están ciegos y no pueden ver muy lejos. Pervierten los principios, establecen normas falsas, preparan pruebas que no llevan la firma del Cielo... Algunos de ellos mismos se jactan en el Señor de que son un pueblo que hace justicia y no descuida los mandatos de Dios.—Manuscrito 138, 1902.1MCP89 39.1

    Privados de una actitud mental saludable—Los que caen en las trampas de Satanás no han llegado a tener una actitud mental saludable. Están deslumbrados, se creen importantes y autosuficientes. Oh, con cuánto dolor los mira el Señor y escucha sus engreídas palabras de vanidad. Están hinchados de orgullo. El enemigo se asombra de que hayan caído cautivos con tanta facilidad.—Carta 126, 1906.1MCP89 39.2

    Humildad espuria—Se observa mucha humildad espasmódica y espuria entre los cristianos profesos. Algunos, decididos a vencer el yo, se ponen tan bajo como sea posible; pero tratan de hacerlo con sus solas fuerzas, y la siguiente ola de alabanzas o adulación los eleva fuera de la vista. No están dispuestos a someterse completamente a Dios, y El no puede obrar por medio de ellos.1MCP89 39.3

    No acepten ninguna alabanza para sí mismos. No trabajen con una mente dividida, tratando de servir a Dios y al yo al mismo tiempo. Mantengan el yo fuera de la vista. Conduzcan sus palabras a los cansados y cargados a Jesús, el Salvador compasivo. Trabajen como viendo al que está a su mano derecha, listo para fortalecerlos para el servicio. La única seguridad para ustedes está en la dependencia total de Cristo.—The Review and Herald, 11 de mayo de 1897.1MCP89 39.4

    Excesiva importancia a un arranque de sentimiento—Algunos no se quedan satisfechos con una reunión a menos que sientan cierto poder y momentos felices. Trabajan para esto y despiertan sentimientos de excitación. Pero la influencia de tales reuniones no es benéfica. Una vez desaparecida la sensación fugaz de felicidad, descienden más bajo que antes de la reunión, porque su felicidad no proviene de la debida fuente. Las reuniones más provechosas para el progreso espiritual son aquellas que se caracterizan por la solemnidad y el escudriñamiento profundo del corazón; en las cuales cada uno procura conocerse a sí mismo y con fervor y profunda humildad se esfuerza por aprender de Cristo.—Joyas de los Testimonios 1:161 (1864).1MCP89 40.1

    Ritos extraños—Mediante el fanatismo que hemos tenido últimamente entre nosotros en California, con ritos peculiares y la pretensión de echar fuera demonios, Satanás está procurando engañar, si fuera posible, aun a los escogidos. Estas personas, con la pretensión de tener un mensaje especial para nuestro pueblo, acusan a uno y a otro de estar poseído por un espíritu malo. Luego de orar con ellos declaran que el demonio fue expulsado. El resultado de su obra testifica de su carácter. Se me pidió que dijera a nuestro pueblo que el Señor no estuvo en estos ritos extraños, sino que tales exhibiciones engañarían a las almas para su ruina, a menos que éstas fueran advertidas, y que la verdad bíblica sería pervertida.—Carta 12, 1909.1MCP89 40.2

    Naturalmente combativos—Algunos son naturalmente combativos. No les importa si están en armonía con sus hermanos o no. Les gusta entrar en controversia, pelear por sus ideas particulares; pero ellos deberían dejar esto a un lado pues no desarrollan las gracias cristianas. Trabaje con todas sus fuerzas para responder a la oración de Cristo, que sus discípulos sean uno, como El es uno con el Padre. Ni uno de nosotros está seguro a menos que aprendamos diariamente de Cristo su humildad y mansedumbre.1MCP89 40.3

    En su trabajo no sea dictatorial, no sea severo, no sea hostil. Predique el amor de Cristo, y esto derretirá y suavizará los corazones. Busque tener una sola mente y un solo juicio con sus hermanos y decir lo mismo. Hablar acerca de divisiones porque no todos tienen las mismas ideas que se le presentan a usted en su mente, no es la obra de Dios sino del enemigo. Hable la sencilla verdad en la que pueden estar de acuerdo. Hable de unidad; no sea estrecho ni engreído; permita que su mente se amplíe.—Manuscrito 111, 1894.1MCP89 41.1

    Seguir una norma propia—Muchos, muchos confían en su propia justicia. Establecen una norma para sí mismos y no se someten a la voluntad de Cristo ni permiten que El los vista con el manto de su justicia. Forman caracteres de acuerdo con su propia voluntad y placer. Satanás se complace con su religión. Representan mal el carácter perfecto—la justicia—de Cristo. Engañados ellos mismos, engañan también a otros. No son aceptados por Dios. Son responsables de desviar a otras almas por senderos falsos. Al fin recibirán su recompensa con el gran engañador, Satanás.—Manuscrito 138, 1902.1MCP89 41.2

    La reacción de un fanático—Pocos años después, un hombre llamado N, de la localidad de Red Bluff, California, vino a verme para presentarme su mensaje... Pensaba que Dios había pasado por alto a todos los dirigentes y que le había dado a él ese mensaje. Intenté demostrarle que estaba equivocado... Cuando le expusimos nuestras razones y analizamos la situación con él y le demostramos que estaba equivocado, realizó una gran demostración de poder y por cierto que gritó en alta voz... Tuvimos muchas dificultades con él; su mente se trastornó y debió ser internado en un hospital para enfermos mentales.—Mensajes Selectos 2:73.1MCP89 41.3

    Cómo enfrentar a un fanático—Dios pide a sus siervos que estudien la mente y la voluntadde El. Entonces, cuando vengan hombres con sus teorías curiosamente inventadas, no entren en controversia con ellos, sino afirmen lo que saben. “Está escrito” ha de ser su arma. Hay hombres que tratarán de extender los finos hilos de sus falsas teorías. Gracias a Dios que también hay quienes han sido enseñados por El y que saben qué es la verdad.—Carta 191, 1905.1MCP89 41.4

    Cuiden las expresiones y las actitudes—Este es un momento en que necesitamos ser muy vigilantes y cuidar celosamente la calidad de la obra que se hace. Algunos buscarán introducir falsas teorías y vendrán con mensajes falsos. Satanás agitará las mentes humanas para crear fanatismo en nuestras filas. Hemos visto algo de esto en 1908. El Señor desea que su pueblo avance cuidadosamente, cuidando las expresiones y aun las actitudes. Satanás usará las peculiaridades de la actitud y de la voz para producir excitación y actuar sobre las mentes humanas para engañarlas.—Carta 12, 1909.1MCP89 42.1

    Eviten criterios de invención humana—Cosas nuevas y extrañas se levantarán continuamente para llevar al pueblo de Dios a una falsa excitación, a reavivamientos religiosos, y a cambios curiosos; pero nuestro pueblo no debería ser sometido a ningún criterio de invención humana que produzca controversia en algún aspecto.—Manuscrito 167, 1897.1MCP89 42.2

    Cuidado con luz “nueva”, “maravillosa”, llamada superior—Mi alma está muy preocupada porque sé lo que nos espera. Cada engaño concebible será dirigido contra los que no tienen una conexión diaria y viviente con Dios. Los ángeles de Satanás son sabios para hacer el mal, y crearán lo que algunos pretenderán que es luz superior y la proclamarán como nueva y maravillosa; sin embargo, aunque en algunos aspectos el mensaje pueda ser verdad, estará mezclado con invenciones humanas y enseñará como doctrina los mandamientos de los hombres. Si alguna vez hubo un tiempo en que debíamos velar y orar con verdadero fervor, es ahora.1MCP89 42.3

    Muchas cosas aparentemente buenas tendrán que ser cuidadosamente consideradas con mucha oración; pues son ardides aparentemente plausibles del enemigo para llevar a las almas por un sendero que está tan cerca de la senda de la verdad que será apenas distinguible de aquél. Pero el ojo de la fe puede discernir que se desvía, aunque en forma casi imperceptible, del camino correcto. Al principio puede parecer realmente correcto, pero después de un tiempo se ve cuán ampliamente divergente resulta del camino que conduce a la santidad y al cielo. Mi hermano, le advierto que prepare sendas rectas para sus pies, no sea que los cojos caigan fuera del camino.—Manuscrito 82, 1894.1MCP89 43.1

    El fanatismo es difícil de apagar—El fanatismo, una vez que ha comenzado y se ha dejado sin control, es tan difícil de apagar como un fuego que se ha posesionado de un edificio. Los que han tenido una conducta extremista y han sustentado este fanatismo, habrían hecho muchísimo mejor en dedicarse a trabajos seculares, porque mediante su conducta inconsecuente están deshonrando al Señor y poniendo en peligro a su pueblo. Surgirán muchos movimientos semejantes en este tiempo cuando la obra del Señor debería estar en una condición elevada y pura, y no adulterada con supersticiones y fábulas. Debemos estar en guardia a fin de mantener una estrecha comunión con Cristo y para no ser engañados por las artimañas de Satanás.—Mensajes Selectos 2:40.1MCP89 43.2

    Teorías finamente hiladas que ocupan la mente—Satanás está trabajando de muchas maneras para que cada hombre, que debería estar predicando el mensaje, pueda estar ocupado con teorías finamente hiladas que él hará aparecer de tal magnitud e importancia como para llenar la mente entera; y mientras piensan que están dando grandes y maravillosos pasos en su experiencia, estén idolatrando unas pocas ideas, y su influencia se perjudique y hable muy poco en favor del Señor.1MCP89 43.3

    Haga cada ministro esfuerzos fervientes para descubrir la mente de Cristo. Hay algunos que sacan de la Palabra de Dios, y también de los testimonios, párrafos u oraciones aisladas que pueden interpretarse como que favorecen sus ideas, y luego se detienen en ellas y se edifican en sus propias posiciones, cuando Dios no los está guiando. Todo esto agrada al enemigo. No deberíamos innecesariamente tomar un camino que produzca diferencias o cause disensión. No deberíamos dar la impresión de que si no se siguen nuestras ideas particulares es porque a los ministros les falta comprensión.1MCP89 43.4

    Hay temas en abundancia en las lecciones de Cristo acerca de los cuales hablar, y sería mejor dejar de lado los misterios que ni usted ni sus oyentes pueden comprender o explicar. Demos lugar al mismo Señor Jesucristo para que enseñe; permitamos que la influencia de su Espíritu abra al entendimiento el maravilloso plan de salvación.—Manuscrito 111, 1894.1MCP89 44.1

    Apártese del lado negativo (consejo a un ministro)—Si Ud. pudiera ver el resultado de estar siempre del lado negativo, como lo ha hecho en mayor o menor grado por años, entendería mejor las palabras del Salvador registradas en el (capítulo 18) de Mateo. Los discípulos vinieron a Jesús con la pregunta: “¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se lo colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!” Mateo 18:1-7.1MCP89 44.2

    Hermano mío, eche fuera todo pensamiento malo. Humille su corazón delante de Dios. Entonces, con los ojos abiertos, usted ya no se pondrá del lado negativo. “Si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno”. Mateo 18:8. Elimine sus cualidades defectuosas, aunque hacerlo sea muy doloroso para la naturaleza humana. “Y si tu ojo—tan penetrante como para ver algo que criticar u oponerse—te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el fuego eterno”. vers. 9.—Carta 93, 1901.1MCP89 44.3

    La fe se sobrepone al negativismo—Tendremos éxito si avanzamos con fe, decididos a hacer la obra de Dios con inteligencia. No debemos permitirnos ser estorbados por hombres que gustan de estar del lado negativo, mostrando muy poca fe. La obra misionera de Dios ha de ser llevada adelante por hombres de mucha fe y ha de crecer continuamente en fuerza y eficiencia.—Carta 233, 1904.1MCP89 45.1

    El peligro de la independencia individual—Siempre ha habido en la iglesia quienes tienden constantemente a la independencia individual. Parecen incapaces de comprender que la independencia de espíritu puede inducir al instrumento humano a tener demasiada confianza en sí mismo, y a confiar en su propio juicio en lugar de respetar el consejo de sus hermanos y estimar debidamente su juicio, especialmente el de los que ocupan los cargos que Dios ha asignado para la dirección de su pueblo. El Señor ha investido a su iglesia con especial autoridad y poder que nadie tiene derecho de desatender y despreciar, porque el que lo hace desprecia la voz de Dios.—Los Hechos de los Apóstoles, 135 (1911).1MCP89 45.2

    La paz sólo se encuentra en abrigar la mansedumbre—El alma encuentra descanso sólo en abrigar la mansedumbre y humildad de corazón. La paz de Cristo nunca se encuentra donde reina el egoísmo. El alma no puede crecer en la gracia cuando es egocéntrica y orgullosa. Jesús asumió la posición que el hombre debe tomar a fin de que la paz de Cristo pueda morar en el corazón. Los que se han ofrecido a Cristo para llegar a ser sus discípulos deben negarse a sí mismos diariamente, tomar su cruz y seguir en las pisadas de Jesús. Deben ir adonde su ejemplo los conduzca.—Carta 28, 1888.1MCP89 45.3

    La virtud de la cortesía cristiana—Pablo, aunque era firme como una roca en sus principios, sin embargo conservó su cortesía. No era... indiferente a la gracia y a la cortesía que deben manifestarse en la vida social. El hombre de Dios no absorbió al hombre de la humanidad.—Nuestra Elavada Vocacion, 238 (1870).1MCP89 46.1

    Algunas personas hablan en una forma dura y descortés, que hiere los sentimientos de los demás, y luego se justifican diciendo: “Ese es mi modo de ser; siempre digo lo que pienso”; y exaltan este mal rasgo de carácter como una virtud. Debiera reprocharse firmemente su comportamiento descortés.—The Review and Herald, 1 de septiembre de 1885; Nuestra Elavada Vocacion, 231.1MCP89 46.2

    La autora fue llamada a afrontar todas las fases del fanatismo—En 1844 tuvimos que enfrentar el fanatismo por todas partes, pero siempre se me dio el consejo: Una gran ola de excitación es un daño para la obra. Mantengan los pies en las pisadas de Cristo. Me fue dado un mensaje para afrontar cada fase del fanatismo. Se me instruyó que debía mostrar al pueblo que bajo una ola de excitación se hacía una obra extraña. Hay quienes aprovechan la oportunidad para introducir supersticiones. Así se cierra la puerta a la promulgación de una sana doctrina.—Carta 17, 1902.1MCP89 46.3

    Un peligro inminente—A medida que se acerque el fin, el enemigo obrará con todo su poder para producir fanatismo entre nosotros. El se regocijaría de ver a los adventistas del séptimo día ir a extremos tales que diesen lugar a que el mundo los señalase como una sociedad de fanáticos. He sido invitada a poner a nuestros ministros y miembros laicos en guardia contra este peligro. Nuestra obra consiste en enseñar a hombres y mujeres a edificar sobre un fundamento verdadero, a asentar sus pies sobre un claro “así dice Jehová”.—Obreros Evangélicos, 331.1MCP89 46.4

    El control de la mente es una forma de fanatismo—He hablado con claridad con respecto a la peligrosa ciencia que dice que una persona debe entregar su mente al control de otra. Esta ciencia es del diablo.1MCP89 47.1

    Esta es la clase de fanatismo que tuvimos que afrontar en 1845. No sabia entonces lo que significaba, pero se me pidió que presentara un testimonio muy decidido contra cualquier cosa de esa clase.—Carta 130a, 1901.1MCP89 47.2

    Abrigue una perspectiva imparcial y optimista—No hay razón para que fijemos nuestra vista sobre el error, para quejarnos y afligirnos, y perder oportunidades y un tiempo precioso lamentando las faltas de los demás... ¿No sería más placentero para nosotros si fuéramos más imparciales, y viéramos cuántas almas sirven a Dios, y resisten la tentación y lo glorifican y honran con sus facultades y el intelecto? ¿No sería mejor considerar el maravilloso poder de Dios que obra milagros en la transformación de los pobres y degradados pecadores que han estado llenos de contaminación moral, transformándolos de tal manera que llegan a ser semejantes a Cristo en su carácter?...—Nuestra Elavada Vocacion, 250 (1893).1MCP89 47.3

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