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Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 - Contents
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    Número 7—Testimonio para la iglesia

    El norte y el sur

    El 4 de enero de 1862 se me mostraron algunas cosas acerca de nuestra nación. Se me llamó la atención a la rebelión del Sur. El Sur se había preparado para sostener un terrible conflicto, mientras el Norte se encontraba dormido con respecto a sus verdaderas intenciones. Antes de que comenzara la administración del presidente Lincoln, el Sur aprovechó grandes ventajas. La administración anterior planeó y dispuso las cosas para que el Sur despojara al Norte de sus materiales de guerra. Tenían dos objetivos al hacerlo: (1) planeaban una rebelión definida y debían prepararse para ella; (2) en el momento de efectuarse la rebelión, el Norte debía encontrarse completamente sin preparación. En esta forma ganaría tiempo, y mediante sus violentas amenazas y sus actos despiadados pensaron que podían intimidar al Norte para que se sintieran obligados a ceder y a conceder todo lo que ellos querían.1TPI 230.1

    El Norte no entendió el odio terrible y enconado que el Sur sentía hacia él y no se encontraba preparado para sus maquinaciones bien planeadas. El Norte se había jactado de su fortaleza y ridiculizaba la idea de que el Sur pudiera separarse de la Unión. Consideraba eso como amenazas de un niño voluntarioso y terco, y supuso que el Sur pronto volvería a pensar con cordura, y arrepentido de querer salirse de la Unión, pediría disculpas y volvería a manifestar fidelidad. El Norte no tenía una idea clara del poder del detestable sistema de esclavitud. Es esto, únicamente esto, lo que constituye el fundamento de la guerra. El Sur se ha puesto cada vez más exigente. Considera perfectamente justo dedicarse al tráfico humano, negociar con los esclavos y las almas de los hombres. Se encuentran disgustados y se exasperan completamente cuando no pueden obtener para sí todo el territorio que desean. Destruyen los límites y llevan sus esclavos a cualquier lugar que desean, y maldicen el suelo con el trabajo forzado. El lenguaje del Sur ha sido imperioso y el Norte no ha adoptado las medidas necesarias para silenciarlo.1TPI 230.2

    La rebelión se manejó con tanto cuidado, tan lentamente, que muchas personas que al comienzo se horrorizaron ante el pensamiento de la rebelión, fueron influenciadas por los rebeldes para que llegaran a considerarla recta y justa, con lo que miles de personas se unieron a la Confederación del Sur. Estos simpatizantes influyeron para que el gobierno actuara con prontitud y firmeza al comienzo de la rebelión, aunque entonces no se encontrara preparado para hacer frente a una guerra. El Norte se ha estado preparando para la guerra desde entonces, pero la rebelión ha ido en constante aumento, por lo que ahora no hay mejores perspectivas de someterla que hace algunos meses. Miles han perdido la vida, y muchos han regresado a sus hogares baldados y lisiados para toda la vida, habiendo perdido la salud y las posibilidades de surgir en la vida; ¡Y sin embargo cuán poco se ha ganado! Miles de hombres han sido inducidos a alistarse con el entendimiento de que esa guerra tenía el propósito de terminar con la esclavitud; pero ahora que se encuentran en el ejército, han descubierto que fueron engañados, que el objeto de esta guerra no es abolir la esclavitud sino preservarla en su estado actual.1TPI 230.3

    Los que se aventuraron a salir de sus hogares y a sacrificar sus vidas para abolir la esclavitud, se encuentran insatisfechos. No ven ningún resultado positivo de la guerra, y ven solamente la preservación de la Unión, para lo cual hay que sacrificar miles de vidas y afectar miles de hogares. Un número muy grande de hombres han perecido en el campo de batalla y muerto en los hospitales; otros han sido tomados prisioneros por los rebeldes, que es una suerte que debe temerse aún más que la muerte. En vista de todo esto preguntan: Si tenemos éxito en someter esta rebelión, ¿qué habremos ganado? Tan sólo pueden contestar con desánimo: Nada. No ha sido eliminada la causa de la rebelión. El sistema de la esclavitud, que ha arruinado nuestra nación, ha permanecido intacto y con el potencial de desatar una nueva rebelión. Miles de nuestros soldados se sienten desmoralizados. Experimentan enormes privaciones, que soportarían voluntariamente si no hubieran descubierto que han sido engañados, por lo cual se encuentran desanimados. Nuestros dirigentes están confundidos y llenos de temor. Temen poner en libertad a los esclavos de los rebeldes, porque al hacerlo exasperarían al sector del Sur que no se ha unido a la rebelión pero que mantienen firmemente la esclavitud. Y también temen la influencia de los fuertes opositores a la esclavitud que tienen mando en posiciones de responsabilidad. Han sentido temor del efecto que tendría un tono decidido y firme en favor de la abolición, porque podría convertir en llama el fuerte deseo de miles de personas de eliminar la causa de esta terrible rebelión, dejando en libertad a los oprimidos y rompiendo los yugos.1TPI 231.1

    Muchos de los dirigentes que ocupan puestos de responsabilidad tienen poca conciencia o nobleza de alma; pueden ejercer su poder aunque con eso destruyan a los que se encuentran bajo ellos, y lo hacen sin gran preocupación. Estos comandantes pueden abusar del poder que se les ha dado y hacer que sus subalternos ocupen posiciones peligrosas en las que se encontrarán expuestos a terribles encuentros con los rebeldes sin tener la mínima esperanza de vencerlos. En esta forma pueden deshacerse de hombres audaces y cabales, tal como David se desembarazó de Urías. 2 Samuel 11:14-15.1TPI 232.1

    En esta forma se han sacrificado hombres valiosos para librarse de su fuerte influencia contraria a la esclavitud. De este modo han desaparecido precisamente los hombres que el Norte más necesita en esta hora crítica y cuyos servicios serían del más alto valor. Han sido sacrificados injustificadamente. Las perspectivas para nuestra nación son desanimadoras porque hay funcionarios rebeldes que ocupan puestos de responsabilidad. Son oficiales que simpatizan con los rebeldes. Mientras están deseosos de mantener la Unión, desprecian a los que se oponen a la esclavitud. Algunas unidades de combate también se componen mayormente de este elemento; se oponen tanto unos a otros que no existe verdadera unión entre muchos regimientos.1TPI 232.2

    En la forma como se me mostró esta guerra, se veía como la más singular e incierta que haya existido. Gran cantidad de voluntarios se alistaron creyendo sinceramente que el resultado de la guerra sería la abolición de la esclavitud. Otros se alistaron con la intención de hacer lo posible por mantener la esclavitud en su forma actual, pero sofocando la rebelión y manteniendo la Unión. Luego, para confundir aún más la cosas, algunos de los oficiales en comando son hombres fuertes que favorecen la esclavitud y cuyas simpatías están con el Sur, y que sin embargo se oponen a un gobierno separado. Parece imposible llevar a buen término la guerra, porque muchos en nuestras propias filas favorecen continuamente al Sur, y nuestro ejército ha sido rechazado y diezmado sin misericordia por causa de estos hombres que favorecen la esclavitud. Algunos de nuestros representantes principales en el Congreso también trabajan constantemente para favorecer al Sur. En este estado de cosas se hacen proclamaciones pidiendo ayuno nacional, pidiendo oración para que Dios produzca una rápida y favorable terminación de esta guerra. Luego se me llamó la atención al pasaje de (Isaías 58:5-7): “¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová? ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras y no te escondas de tu hermano?”1TPI 232.3

    Vi que estos ayunos nacionales eran un insulto a Jehová. El no acepta esa clase de ayunos. El ángel registrador anota lo siguiente con respecto a ellos: “He aquí que para contiendas y debates ayunáis, y para herir con el puño inicuamente” Isaías 58:4. Se me mostró la forma como nuestros dirigentes han tratado a los pobres esclavos que se aproximaron a ellos en busca de protección. Los ángeles han tomado nota de ello. En lugar de quebrar su yugo de servidumbre y de poner en libertad a los oprimidos, esos hombres han hecho que el yugo sea más pesado aún para ellos que cuando se encontraban al servicio de sus amos tiranos. El amor a la libertad induce a los pobres esclavos a abandonar a sus amos y arriesgar sus vidas a fin de obtenerla. Nunca se aventurarían a abandonar a sus amos y a exponerse a las dificultades y los horrores que les esperan al ser recapturados, si no tuvieran un fuerte amor a la libertad, tal como cualquiera de nosotros.1TPI 233.1

    Los esclavos fugitivos han soportado indecibles dificultades y peligros para obtener su libertad, y como último recurso de su esperanza, con el amor de la libertad ardiendo en sus pechos, acuden al gobierno en busca de protección; pero su confianza ha encontrado el más absoluto desprecio. Muchos de ellos han sido tratados cruelmente porque cometieron el delito tan grande de atreverse a efectuar un esfuerzo para obtener su libertad. Hombres que ocupaban cargos importantes, que profesaban tener corazones humanos, han visto a los esclavos casi desnudos y hambrientos, y los han maltratado y enviado de vuelta a sus crueles amos y a su esclavitud sin esperanza, para que sufran crueldad inhumana por haberse atrevido a buscar su libertad. Algunos que pertenecen a esta clase despreciada son arrojados en prisiones inmundas para que vivan o mueran, sin que a sus verdugos les importe lo uno o lo otro.1TPI 233.2

    Los han privado de la libertad y del aire libre que el cielo nunca les negó, y los han dejado sufrir por falta de alimento y vestidura. ¡Y pensar que se proclama un ayuno nacional a la vista de todo esto! ¡Oh, qué insulto contra Jehová! El Señor dice por boca de Isaías: “Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios”. Isaías 58:2. Los amos de los esclavos fugitivos les dijeron que los hombres del Norte querían posesionarse de ellos para someterlos a crueles abusos, y que los abolicionistas los tratarían peor de lo que habían sido tratados en la esclavitud. Les han contado toda clase de historias terribles para hacerlos detestar al Norte, y sin embargo han tenido una idea confusa de que algunas personas bondadosas en el Norte simpatizan con ellos y harán un esfuerzo por ayudarlos. Esta ha sido la única estrella que ha arrojado su luz en su sombría y aflictiva esclavitud. La forma como los pobres esclavos han sido tratados los ha inducido a creer que sus amos les habían dicho la verdad. ¡Y a pesar de eso se ha proclamado un ayuno nacional! El Señor dice: “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?” Isaías 58:6. Cuando nuestra nación ponga en práctica el ayuno que Dios ha escogido, entonces él aceptará sus oraciones en lo que concierne a la guerra; pero en este momento éstas no entran en su oído. El se aparta de ellos, porque le causan disgusto. Las cosas se hacen de tal manera que los que desean deshacer las pesadas cargas y romper todo yugo son colocados bajo censura, o bien quitados de posiciones de responsabilidad, o bien los planes para sus vidas son efectuados por los hombres a quienes Isaías se refiere: “He aquí que para contiendas y debates ayunáis, y para herir con el puño inicuamente”. Isaías 58:4.1TPI 234.1

    Se me mostró que si el objetivo de esta guerra hubiera sido abolir la esclavitud, entonces, si se hubiera deseado, Inglaterra habría ayudado al Norte. Pero Inglaterra comprende plenamente los sentimientos existentes en nuestro gobierno, y sabe que el propósito de la guerra no es deshacer la esclavitud, sino únicamente preservar la Unión, y a ella no le interesa que ésta se mantenga. Nuestro gobierno ha sido muy orgulloso e independiente. Los habitantes de esta nación se han exaltado hasta el cielo, y han despreciado a los gobiernos monárquicos, y han sentido una sensación de triunfo en la libertad de la que se jactan, mientras al mismo tiempo han permitido voluntariamente la existencia de la esclavitud, que era mil veces peor que la tiranía ejercida por los gobiernos monárquicos. En esta tierra de luz se aprueba la existencia de un sistema en el que una parte de la familia humana vive esclava de la otra parte, con lo que millones de seres humanos se degradan y se rebajan al nivel de los animales. En los países paganos no se encuentra nada igual a esto.1TPI 234.2

    El ángel dijo: “Escuchad, oh cielos, el clamor de los oprimidos, y recompensad a los opresores con el doble de sus obras”. Esta nación será humillada hasta el polvo. Inglaterra está estudiando si es mejor tomar ventaja de la condición actual de debilidad de nuestra nación, y aventurarse a declararle la guerra. Está considerando este asunto y procurando interesar a otras naciones. Si comienza una guerra en el extranjero teme debilitar sus fuerzas en casa, y que debido a ello otras naciones se aprovechen de su debilidad. Otros países se están preparando activamente para la guerra aunque en silencio, y están esperando que Inglaterra declare la guerra a nuestro país, para ellos aprovechar la oportunidad de tomar venganza debido a las ventajas que Inglaterra ha sacado de ellos en el pasado y a las injusticias a que han sido sometidos. Una parte de los súbditos de la reina está esperando una oportunidad favorable para romper su yugo; pero si Inglaterra llega a la conclusión de que ello vale la pena, no vacilará ni un momento en aprovechar las oportunidades de proyectar su poder y humillar a nuestra nación. Cuando Inglaterra declare la guerra, todas las naciones tendrán intereses particulares que defender, por lo cual habrá una guerra generalizada, y una gran confusión. Inglaterra conoce muy bien la diversidad de sentimientos existentes entre los que procuran apagar la rebelión. También conoce la confusión que reina en nuestro gobierno; ha observado con asombro el desarrollo de esta guerra: las acciones lentas e ineficaces, la falta de actividad de nuestro ejército y los gastos ruinosos de nuestra nación. Las debilidades de nuestro gobierno son plenamente conocidas por otras naciones, y ahora han concluido que eso se debe a que no había un gobierno monárquico, por lo que admiran su propio gobierno, y algunos miran con compasión y otros con desprecio a nuestra nación, que habían considerado la más poderosa del planeta. Si nuestra nación hubiera permanecido unida habría tenido poder, pero al estar dividida debe caer. 1TPI 235.1

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