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Manuscritos Inéditos Tomo 3 (Contiene los manuscritos 162-209) - Contents
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    Del diario de 1859

    Sábado 1o de enero de 1859. El comienzo de otro año. Mi esposo bajó al agua y sepultó a siete con Cristo en el bautismo; dos no eran más que niños. Uno oró de todo corazón en el agua a fin de mantenerse libre de la mácula del mundo. Ojalá vivan una vida nueva para Dios.— Manuscrito 2, 1859.3MI 117.4

    Lunes 3 de enero de 1859. Fui a la oficina [...]. Luego cené en casa de mi hermana [...]. Pagué un dólar a la viuda Cranson por hacer un par de camisas. Pagué un dólar a la hermana Bognes por hacer una chaqueta. Ella no estaba dispuesta a aceptarlo, pero me pareció que era mi deber dárselo. Es pobre y enfermiza. Que el Señor tenga misericordia de ella y la cuide. Jesús dijo: «A los pobres siempre los tendréis con vosotros» (Juan 12: 8). Que el Señor nos libre del egoísmo [...].3MI 117.5

    Miércoles 5 de enero de 1859. Pensé quedarme en casa a preparar mi viaje. A mediodía James dijo que necesitaban ayuda en la oficina. Bajé a ayudarlos [...]. Mientras [yo] escribía, entró la hermana McClemule. Hube de salir a hablar con ella. Jenny, mamá y Willie vinieron después. Les enseñamos la prensa. Mientras [yo] cerraba cartas, entró la hermana Cornell, y quiso que yo bajara a la calle a buscar unas cosas [...]. Bajé, conseguí las cosas, volví a casa del hermano Smith para cenar, luego a casa [...]. Encontré a papá muy contento en casa.3MI 117.6

    Jueves 6 de enero de 1859. Hice un gorro y un chaleco para Edson. De noche estoy muy cansada. Di un vestido medio usado para su madre. Son pobres. El marido y padre está enfermo. Han perdido sus cosechas. Tienen que comprar alimentos, pero no tienen con qué comprarlos. Agnes es su principal sostén. Tiene solo diecisiete años. Ahora hay cuatro niños en el hogar. Sufrirán a no ser que la iglesia se interese en ayudarlos. Tenga el Señor misericordia de los necesitados [...].3MI 118.1

    Otsego, Michigan, sábado 8 de enero de 1859. Es el santo sábado. Que honremos y glorifiquemos hoy a Dios.3MI 118.2

    Recorrimos seis kilómetros hasta Otsego. Hacía mucho frío; costaba estar cómodos. Encontramos el lugar de culto no muy cálido. Todos teníamos frío. Tardamos un rato en entrar en calor.3MI 118.3

    Otsego, domingo 9 de enero de 1859. Hoy hace mucho frío. Nos han avisado de que el lugar de culto bautista ha sido clausurado para dejarnos fuera. Ellos mismos no celebran reuniones ahí, ni tampoco nos dejarán entrar.3MI 118.4

    Celebramos las reuniones en la casa del hermano Russell. La sala se llenó. Varios nuevos salieron para oír.3MI 118.5

    Martes 18 de enero de 1859. El hermano Lay enganchó sus caballos a un trineo y nos llevó a May [Lay], a Edson y a mí por el camino de troncos y por el trecho malo dieciséis kilómetros hasta la carretera de tablones. La carretera es muy mala y está llena de baches. John nos seguía con los caballos y el carro. Nos sentimos muy agradeci- dos por el fácil transporte por la mala carretera. La hermana Lay acompañó a su esposo en el viaje. Una vez que nos topamos con los tablones, tuvimos una buena carretera todo el camino hasta Grand Rapids. Estoy tan cansada y coja por el viaje que no puedo moverme sin sentir dolor.3MI 118.6

    Miércoles 19 de enero de 1859. Por la tarde fuimos a Wright. El hermano Cramer, el anciano, era el conductor de nuestro carro. Está familiarizado con la carretera. Es una buena carretera. No tienen nada de leche para Teresa. Ella llora. ¡Ay, ojalá podamos tener tanto fervor por el pan de vida como el que tiene ella por el alimento temporal! Ella no se sacia. Que nuestro clamor ascienda a Dios en busca de su salvación. Más o menos cuando oscurecía llegamos a casa del hermano Root. Nos dieron una cordial bienvenida. Es un buen hogar con sitio de sobra [...]. Hubo una reunión de noche. Estábamos demasiado agotados para acudir.3MI 118.7

    Wright, Michigan, viernes 21 de enero de 1859. Se aproxima el sábado. Hubo una larga reunión por la tarde, pero no hubo ninguna de noche. Se dieron muchos testimonios [...]. Hablé un poco; siento profundamente mi indignidad.3MI 119.1

    He añorado mucho mi casa en el viaje. Temo que no he estado dispuesta a sacrificar la compañía de mi esposo y de mis hijos como para hacer un bien a los demás [...]. He pasado un rato de llanto ante el Señor.3MI 119.2

    Wright, Michigan, sábado 22 de enero de 1859. Acudí a la reunión con el corazón afligido [...]. Había presentes unas trescientas perso- nas [...]. El pueblo de Dios parece hambriento del pan de vida [...]. La reunión acabó a las cinco. No hay ninguna reunión de noche [...]. ¡Ay, ojalá pudiera acudir a los pies de Jesús y presentarle todas mis necesidades!3MI 119.3

    Wright, Michigan, domingo 23 de enero de 1859. La reunión co- menzó a las ocho y media y el templo estaba atestado [...]. No se perdió ni un momento. Dos o tres se pusieron de pie de inmediato para hablar. Una hermana se puso de pie tres veces y no pudo hablar. Se levantaban otros y ella se sentaba. Acabó dándose por vencida [...]. Nuestras reuniones se clausuraron esta noche.3MI 119.4

    Martes 25 de enero de 1859. Nos amenaza una tormenta [...]. Recorrimos en carro veintitrés kilómetros hasta la casa del hermano Hardy. El hermano Cramer no nos dio bien las indicaciones y nos desviamos seis kilómetros de nuestra ruta. No llegamos a la casa del hermano Hardy hasta la hora de la cena. La nieve caía deprisa. La familia nos dio una cordial bienvenida. Pronto hubo una buena cena aguardándonos, la cual comimos con gratitud. Esta es una familia afroamericana, pero aunque la casa es vieja y antigua, todo está dispuesto con pulcritud y con perfecto orden. Los niños se portan bien, y son inteligentes y encantadores. Ojalá llegue a conocer mejor a esta querida familia.3MI 119.5

    Miércoles 26 de enero de 1859. El hermano Gerald es pobre, pero tiene un corazón afectuoso. Nos dio la bienvenida a su humilde casa y nos atendió lo mejor que pudo.3MI 120.1

    Es un día precioso. Temíamos que nos veríamos obligados a conducir en una tormenta, pero tenemos una carretera muy buena y todo parece favorable. Hoy vamos rumbo a casa y espero encontrarme con el esposo y los niños antes de la noche. A mediodía tomamos un almuerzo sencillo en un viejo hotel mientras los caballos comían. Con alegría, volvimos a encontrarnos con nuestra familia [...]. No hay ningún lugar que sea tan apreciado como el hogar.3MI 120.2

    Battle Creek, jueves 27 de enero de 1859. Estaba tan agradecida y feliz de volver a encontrarme con mi familia y de estar en compañía de mi esposo y mis hijos que no pude dormir.3MI 120.3

    Battle Creek, martes 8 de febrero de 1859. Corté e hice unos gorros para mamá. Puede que sea la última vez que tenga el privilegio de hacer gorros para su cabeza, pero mi oración es que ella pueda llevar una corona de gloria en el reino de los cielos. El hermano D. fue derribado y golpeado por borrachos. Dos hombres se inmiscuyeron. El hermano D. puso una denuncia contra los hombres. Anoche fueron encerrados. Hoy llevan a cabo el juicio. Los mismos hombres golpearon a mi esposo tres veces con una fusta. No le hicieron daño. El mundo es cada vez peor.3MI 120.4

    Battle Creek, lunes 28 de febrero de 1859. Fui a casa de la hermana Ratel [...]. Su niño tiene un viejo traje blanco con desgarrones, el mejor que tiene, salvo el que ella guarda para ponérselo cuando sale con él [...]. Son todos pobres en la familia. La niña mayor aprecia mucho una Biblia que le di y se la lee a sus padres.3MI 120.5

    Battle Creek, martes 1o de marzo de 1859. Caminé hasta la oficina. Visité a la hermana Sarah y a su madre. Sarah me dio un trajecito y dos mandiles para el niño de la hermana Ratel [...].3MI 120.6

    Bajé en carreta hasta la ciudad y compré unas cosas. Compré un trajecito para el niño de la hermana Ratel [...]. Envié las cositas a la hermana Ratel. Mary Loughborough le envía otro traje, por lo que ahora le irá muy bien. ¡Oh, si todos conocieran la dulzura de dar a los pobres [...]!3MI 120.7

    Battle Creek, miércoles 2 de marzo de 1859. Nos visitaron la hermana Kelsey y su hijo. La hermana Kelsey parece triste. Compró trigo para venderlo y huele a moho. No puede tirarlo. Necesita recursos para utilizarlo. Le preparamos una comida caliente e hicimos que se sentara y la comiera antes de que emprendiera el recorrido de veintiún kilómetros en carreta a su casa. Hace frío. Le presté un manto; yo temía que ella sufriera [...]. Ha sido una amiga bondadosa para nosotros, y en el tiempo de necesidad nos ha socorrido generosamente.3MI 121.1

    Battle Creek, viernes 4 de marzo de 1859. Hice dos gorros para mis chicos [...]. El hermano John Andrews llegó anoche a esta ciudad. Nos hemos visto hoy, y cenó con nosotros.3MI 121.2

    Battle Creek, lunes 7 de marzo de 1859. Hoy está lluvioso. Fuera, el cielo está muy nublado, pero si el Sol de justicia brilla en mi corazón, todo está bien y, por plomizo que esté el tiempo, no me entristezco.3MI 121.3

    Martes 8 de marzo de 1859. El hermano John Andrews se va hoy. Vino a visitamos anoche. [...] Reuní unas cosas para que se las llevara a casa. Envío a Angeline un vestido nuevo de percal, [que costó] nueve chelines y un par de zapatos fuertes de cuero de becerro. Papá paga la hechura de los zapatos y la hechura de un par de botas para el hermano John Andrews. Envío al muchachito una bonita camisita de franela e hilo para que le tejan un par de medias. Mando a la hermana Andrews o a la madre un bonito capote, bien acolchado, para que se lo ponga. Con un trapo de toalla hice una bolsa para ponerlo todo dentro. Escribo tres paginitas a la hermana Mary Chase. En ellas escribo una receta que me dio John.3MI 121.4

    Jueves 10 de marzo de 1859. Fui y volví de la ciudad caminando. Estaba muy cansada [...]. Por la tarde vino la hermana Irving. Se la veía triste y parecía tener mucho frío. Agnes [...] gritó: «Ma, dime cómo está pa» [...]. Su madre [...] le dijo que él decaía lentamente [...]. La hija lleva diez semanas viviendo con nosotros, y le pagamos nueve chelines por semana. Todo esto, salvo un dólar, se lo ha entregado a su madre. Su ropa es pobre; no obstante, no se queda con dinero para su propio uso. Se olvida de sí misma por su abnegación y su devoción por sus padres [...]. Los ayudamos algo. Pagué la mitad de un par de botas por un hermanito. Un dólar. Pagué un dólar cincuenta por un par de zapatos para la madre. Mi esposo dio un dólar en efectivo. Henry le dio diez centavos. Edson diez centavos, y el pequeño Willie diez. Mi esposo le dio cinco dólares más para comprar un regalito para el enfermo. [...] Enviamos un puñadito de manzanas secas para la mesa del enfermo.3MI 121.5

    Jueves 24 de marzo de 1859. Es un día frío y ventoso [...]. El tiempo es muy cambiante, pero en la tierra nueva no hay vientos fríos, ni cambios desagradables. La atmósfera es siempre buena y sana.3MI 122.1

    Miércoles 30 de marzo de 1859. Arreglé el frambueso. Fui [...] por fresales. Compré unos groselleros.— Manuscrito 5, 1859.3MI 122.2

    (Convis, Michigan,) sábado 9 de abril de 1859. Nos levantamos temprano y nos desplazamos en la carreta unos diecinueve kilómetros hasta Convis para reunimos con los santos de allí. El viaje fue refrescante [...]. Había reunido un pequeño grupo de observadores del sábado en una gran escuela [...]. La reunión duró hasta aproxi-madamente las dos [...]. Después de que acabara la reunión, llegó una mujer para la reunión. Pensó que iba a ser por la tarde. Había caminado dos kilómetros. Leyó el anuncio en el periódico, pero no lo leyó con suficiente atención para averiguar la hora de la reunión; por lo tanto, se la perdió toda. Después de la cena, cuando terminaban las horas de tiempo sagrado, tuvimos un refrescante momento de oración. James habló con los niños antes de inclinarse a orar.3MI 122.3

    Battle Creek, lunes 11 de abril de 1859. Pasé la mayor parte del día haciendo un jardín para mis hijos. Me siento dispuesta a hacer que el hogar les resulte todo lo agradable que yo pueda, para que el hogar pueda ser para ellos el lugar más agradable de todos.3MI 122.4

    Martes 26 de abril de 1859. Trabajé mucho todo el día en un vestido para llevarlo en el barro.3MI 122.5

    Viernes 29 de abril de 1859. De nuevo emprendimos un viaje a Grand Rapids. Malas carreteras hasta que llegamos a los tablones. El puente de Berlin había sido llevado por la corriente. Nos vemos obligados a vadear el arroyo; el agua sube hasta la caja del carro. Subir la orilla al otro lado del arroyo resultó difícil y peligroso. No nos aconteció ningún accidente, lo cual debería demandar la gratitud de nuestro corazón.3MI 122.6

    Battle Creek, viernes 20 de mayo de 1859. He cortado a Johnny y Willie un par de pantalones para cada uno de tres yardas de tela. Los de Willie los he hecho de un número considerable de piezas.3MI 123.1

    Domingo 5 de junio de 1859. Fuimos a la carpa a la reunión [...]. La carpa estaba llena [...]. J. N. Andrews predicó por la tarde sobre el sábado o, más bien, sobre las dos leyes.3MI 123.2

    Lunes 6 de junio de 1859. Acudimos a la reunión por la mañana [...]. Fue la mejor reunión de todas [...]. Tuvimos treinta y cinco para cenar.3MI 123.3

    Martes 7 de junio de 1859. Todos estábamos completamente agotados.— Manuscrito 6, 1895.3MI 123.4

    Lunes 4 de julio de 1859. Escribí casi todo el día: cosas importantes.3MI 123.5

    Viernes 8 de julio de 1859. Tuvimos mucho que hacer hoy. Secamos media fanega de cerezas.3MI 123.6

    Viernes 22 de julio de 1859. Mi hermano, al que hacía veinte años que no veía, vino desde Illinois con su esposa a visitamos.3MI 123.7

    Roosevelt, Nueva York, sábado 27 de agosto de 1859. Tienen un pequeño templo muy limpio. Se llenó a plena capacidad y muchos no pudieron tan siquiera entrar. Por la tarde se vieron obligados a cederlo a las mujeres y a los hombres enfermos y ancianos. Acercaron las carretas a las ventanas y los hombres las llenaron.— Manuscrito 7, 1859.3MI 123.8

    Lunes 10 de octubre de 1859. Me vi obligada a encerrarme para escribir [...]. La casa está llena de gente, pero [yo] no tenía tiempo para visitas.3MI 123.9

    Martes 11 de octubre de 1859. El hermano Howard esperó que hiciéramos las maletas y luego nos llevó a su casa. Era todo cuesta arriba en la montaña. Tienen un lugar muy agradable en la cima de la montaña.3MI 124.1

    Bucksbridge, Nueva York, miércoles 19 de octubre de 1859. Hace frío y hay tormenta [...]. Partimos todos juntos rumbo a la casa de oración de Bucksbridge [...]. El templo se llenó bastante [...]. Tuve facilidad de palabra hablando de la fe, mostrando la diferencia entre fe y sentimiento. Después de acabar la reunión, volvimos a casa e hice algo de costura.3MI 124.2

    Viernes 21 de octubre de 1859. Nos levantamos a las cuatro de la madrugada. Hacía frío y había nevado. Comimos y partimos en medio de la tormenta rumbo a la estación de Madrid. Esperamos una hora el tren [...]. Viajamos unos cuarenta kilómetros y se averió la bomba de la locomotora, y nos vimos obligados a aguardar dos horas antes de reemprender la marcha. Por esta demora no llegamos a hacer el enlace en Watertown y nos vimos obligados a esperar ocho horas en la estación. Esto fue una gran desilusión para nosotros, porque íbamos a estar fuera durante el sábado; pero otros también estaban desilusionados [...].3MI 124.3

    Comenzó el sábado. Intentamos dirigir nuestros pensamientos apartándolos de las cosas que nos rodeaban y llevándolos a las cosas sagradas. Subimos al vagón hacia las ocho y viajamos cuarenta kilómetros, y a menos de tres kilómetros de la estación el hermano Belue nos encontró en el vagón. Habían estado preocupados por nosotros, temiendo que no podríamos acudir. Se subió al vagón, continuó tres kilómetros y entonces nos encontró y volvió a darse la vuelta. Allí estaba el hermano Miles esperándonos para llevamos a su casa.3MI 124.4

    Martes 15 de noviembre de 1859. Nos levantamos temprano y desayunamos. Tuvimos un momento de oración y luego emprendimos nuestro agotador viaje [...]. Hacia el mediodía nos detuvimos para que los caballos descansaran. Luego tomamos un pequeño almuerzo, y en una hora íbamos otra vez camino a Monterey. La carretera de tablones está llena de baches, pero a lo largo de dieciséis kilómetros la carretera es muy mala. Caminos de troncos, atolladeros y, pese a todo, seguimos adelante, cantando: «The way may be rough, but it cannot be long» [«Puede que haya baches en el camino, pero no puede faltar mucho»], etcétera. Cuando llegamos a la casa del hermano G. Lay, este nos detuvo y nos instó a entrar. Accedimos a su petición y nos quedamos con él durante la noche.3MI 124.5

    Miércoles 16 de noviembre de 1859. Nos levantamos cansados, cojos y enfermos. El viaje fue demasiado para nosotros. No obstante, escribimos durante gran parte del día, y allí nos encontramos con mi padre, al cual llevaba tres meses sin ver.3MI 125.1

    Monterey, Michigan, sábado 19 de noviembre de 1859. Predicó el hermano Loughborough. Se reunió una gran congregación en la casa de oración de Monterey. El templo estaba lleno [...]. El hermano White predicó por la tarde sobre la obra y el éxito de los tres mensajes. Se expresó con claridad y facilidad de palabra en su discurso. El Señor me dio facilidad de palabra al hablar [...].3MI 125.2

    Monterey, domingo 20 de noviembre de 1859. Hoy es un buen día, y hubo mucha concurrencia en la casa de oración. No pudieron entrar todos en el templo.— Manuscrito 8, 1859.3MI 125.3

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