Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents
Manuscritos Inéditos Tomo 3 (Contiene los manuscritos 162-209) - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Del diario de 1868

    Bucksbridge, Nueva York, miércoles 1o de enero de 1868. Viajamos por una carretera llena de baches que atraviesa pastos y sobre una masa de agua cuando íbamos a tomar el tren en St. Albans [...]. Llegamos a tiempo para el tren, cuya llegada estaba prevista a las seis de la madrugada. En los vagones pasamos calor. Llegamos a casa del hermano Hilliard a la una de la tarde. Estábamos muy cansados, pero accedimos a vemos con los pocos creyentes de este lugar.3MI 127.6

    Rochester, Nueva York, jueves 9 de enero de 1868. Viajamos a Ro- chester [...]. Subimos a bordo del tren para descansar en el coche cama.3MI 127.7

    Viernes 10 de enero de 1868. Nos despertamos por la mañana a bordo del coche cama. Descubrimos que el tren lleva un retraso de unas dos horas. Había sido una noche de mucho frío y el tren tuvo que avanzar muy lentamente por la seguridad de los pasajeros. Tomamos nuestro desayuno a eso de las ocho. Pasamos del coche cama a un vagón de delante. Se determinó que el coche cama no era seguro. Sufrimos un retraso de dos horas en la vía por un tren averiado por delante. Perdimos el enlace en Detroit. Allí esperamos dos horas. Tuvimos un viaje agotador hasta medianoche [...]. Encontramos a un amigo esperándonos con un coche.3MI 128.1

    Viernes 24 de enero de 1868. Preparados para salir hacia Wright. Nos resultó un viaje muy desagradable. Nos soplaba un viento frío directamente en la cara. A mediodía paramos en Lappinville. Nos encontramos en un ambiente desagradable; había una mujer con una pipa en la boca, y un joven fumando un puro. Dijo [...] que había adquirido el hábito y que no podía dejarlo ahora, aunque sabía que era dañino [...]. Comimos nuestra comida saludable y sencilla con mucho gusto, pero fuimos tratados con descortesía por parte de los empleados del local. Se mostraron ajenos a la verdadera cortesía.3MI 128.2

    No encontramos buen heno para los caballos, ni avena ni agua [...]. Nos cobraron cincuenta centavos por sentamos delante de su chimenea y por ser molestados con el tufo del tabaco. Me alegré de salir de nuevo al aire libre.3MI 128.3

    Lunes 27 de enero de 1868. Nos levantamos a las cuatro de la madrugada. Dejamos el cómodo hogar del hermano Root a eso de las cinco [...]. Viajamos ocho kilómetros hasta la casa del hermano Buck. Desayunamos con ellos. El hermano Buck nos dio a cada uno un billete de cinco dólares. Le dimos las gracias por su generoso regalo [...]. No hicimos más paradas hasta que atravesamos Green- ville. Recibimos nuestro correo y proseguimos a nuestro hogar. No encontramos ninguna ayuda. Preparamos nuestra propia cena. Nos alegramos de encontrar que Willie no estaba enfermo. Lo habíamos dejado con un fuerte resfriado. El hermano Corliss había cuidado muy bien de todo, y lo apreciamos mucho.3MI 128.4

    Greenville, martes 28 de enero de 1868. El hermano Corliss me ayudó a preparar el desayuno. Todo lo que tocamos estaba congelado. Todas las cosas de nuestro sótano estaban congeladas. Preparamos patatas y nabos congelados. Después de las oraciones, el hermano Corliss fue al bosque [...] a buscar leña [...]. Cocí ocho bandejas de moldes de panecillos, barrí los suelos, lavé los platos, ayudé a Willie a poner nieve en la caldera, que requiere muchas cubas hasta arriba. No tenemos agua de pozo ni aljibe [...]. Preparé cena para Willie y para mí. Precisamente cuando terminamos, mi esposo y el hermano Andrews llegaron en el carro. No habían cenado nada. Empecé a cocinar otra vez. Pronto les puse algo que comer. Casi todo el día ha transcurrido así: no he escrito ni una línea. Me siento triste por esto. Estoy sumamente cansada.— Manuscrito 12, 1868.3MI 128.5

    (Alma) domingo 9 de febrero de 1868. Mi esposo habló [...]. Los niños hicieron tanto ruido que mi cerebro está cansado [...]. Hablé a la una durante casi dos horas sobre la temperancia. El hermano Andrews habló por la noche.3MI 129.1

    Lunes 17 de febrero de 1868. Me dijeron que se esperaba que me dirigiera a la gente por la noche [...]. Yo había dicho al hermano Andrews que tendría que hablar él, pero él temía que la gente quedara decepcionada. Me levanté con gran debilidad y hablé basándome en estas palabras: «¿De qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?” (Mar. 8: 36, 37) [...]. Pareció que la gente recibió el mensaje [...].3MI 129.2

    Después supe que el hermano Andrews había seleccionado este texto como base de su sermón si se dirigía a la gente. No habíamos hablado de eso, pero nuestras mentes fueron dirigidas en la misma dirección.3MI 129.3

    Jueves 20 de febrero de 1868. Preparamos las maletas para iniciar nuestro viaje a Vassar. Tuvimos una reunión por la mañana [...]. Quince fueron sepultados con Cristo en el bautismo. Nos regocijamos ante el espectáculo.3MI 129.4

    [Vassar, Michigan] domingo 23 de febrero de 1868. Mi esposo habló por la mañana [...]. No asistí a la reunión. Escribí parte del tiempo y cociné panecillos y pudín para cenar. Cuando la gente regresó, se llenó de alegría al oír el tema del sábado presentado de forma tan sencilla. Todos dijeron que nunca habían escuchado nada igual [...].3MI 129.5

    Hablé por la tarde [...]. Tuve gran facilidad de palabra. El templo estaba atestado.3MI 129.6

    Lunes 24 de febrero de 1868. Tuvimos una reunión que duró todo el día. El hermano Andrews se trasladó dieciséis kilómetros a Wa- trousville para asistir a un funeral [...].3MI 130.1

    Una pobre mujer vino a oírme hablar, pero llegó demasiado tarde. Había estado delicada de salud y no se atrevía a salir al frío. Intenté consolarla lo mejor que pude. Varios querían que los alentara; me contaron sus problemas [...]. No sabía qué hacer. ¡Oh, cuánto me alegré de tener un poco de descanso y de paz! ¡Es tan difícil mantener la calma con todo lo que pasa! A veces hablan todos a la vez.3MI 130.2

    [St. Charles, Michigan,] martes 25 de febrero de 1868. Fue un día muy agradable para viajar [...]. Llegué a casa del hermano Griggs hacia las dos. Comimos entre las dos y las tres. Tenía hambre; me gustó la comida. Escribí quince páginas de testimonio para la iglesia de Washington, Nuevo Hampshire.3MI 130.3

    Miércoles 26 de febrero de 1868. Me levanté temprano [...]. Escribí quince páginas, las metí en un sobre y lo envié a la oficina; a Washington, cuarenta y cuatro páginas.3MI 130.4

    Me puse el manto y el sombrero y anduve una corta distancia hasta la casa del hermano Guilford. Encontré a personas reunidas en dos habitaciones. Les hablé durante aproximadamente una hora basándome en estas palabras: «Bien, buen siervo y fiel» (Mat. 25: 21, 23). Todas parecían interesadas [...]. Comimos y hacia las dos nos subimos al trineo y nos pusimos en marcha de vuelta a Tuscola.— Manuscrito 13, 1868.3MI 130.5

    Tuscola, Michigan, domingo 1o de marzo de 1868. Hablé por la tarde: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón” (Mat. 22: 37; Mar. 12: 30; Luc. 10: 27). El templo estaba lleno. No había ventilación alguna. La estufa echaba humo. Tuve fuerza en medio de todo ello para hablar hora y media. Prestaron muchísima atención. Después nos dijeron que hablé basándome en el mismo texto en el que se había basado el pastor cuando habló por la mañana, pero que lo había abordado de forma muy diferente. Mi esposo habló unos diez minutos.3MI 130.6

    Lunes 2 de marzo de 1868. Nos levantamos entre las cuatro y las cinco. Desayunamos antes de las seis y salimos hacia St. Charles antes de las siete. Aumentó el viento, que metía la nieve en la carretera hasta que no pudimos ver ningún sendero. Sabíamos que estábamos en peligro de congelación y, después de haber avanzado ocho kilómetros nos dimos la vuelta. Al hacerlo, tuvimos el viento de cara y nos habríamos congelado si no hubiéramos usado mantas para tapamos y no nos hubiéramos sentado en el suelo del trineo, con la espalda al viento. Pareció transcurrir mucho tiempo antes de volver a estar a [...] cubierto [...]. Descansé toda la mañana. De tarde escribí diez páginas [...].3MI 130.7

    Martes 3 de marzo de 1868. Hoy saldremos de la casa del hermano Spooner [...]. Hace un frío glacial. El agua se heló en nuestras habitaciones. Suponemos que sufriremos; nos abrigaremos lo mejor que podamos [...].3MI 131.1

    La gente de St. Charles nos esperaba para celebrar reuniones con ellos [...). He aquí la pregunta: ¿Qué es el deber? Estamos deseosos de hacer todo el bien que podamos. Estamos cansados, pero estamos dispuestos a seguir trabajando si Dios [nos] da fuerza [...].3MI 131.2

    Esto es lo más duro de todo: que la gente suplique [la celebración de] reuniones [...].3MI 131.3

    Greenville, sábado 7 de marzo de 1868. Llovió toda la noche. Será imposible que la gente acuda hoy a las reuniones. Este es el primer sábado que hemos tenido sin trabajar, hablando con la gente durante ocho meses [...]. La nieve está desapareciendo rápidamente. El agua se queda en la carretera. Hay una gran charca profunda donde nunca se supo antes que la hubiera. Los caballos se acercan al agua, se los ve dubitativos y acaban cruzando. Se ha formado un camino atrave-sando nuestro jardín para evitar el charco de agua. Sigue lloviendo sin parar. Escribí dieciocho páginas de un importante testimonio [...]. Está tan oscuro que podemos ver con dificultad. Asistimos a la reunión de oración. Leí varias páginas en una Biblia de bolsillo [...]. El hogar es el lugar para nosotros durante esta tormenta. El viento va en aumento.3MI 131.4

    Lunes 9 de marzo de 1868. El agua está muy alta. Hemos quitado nuestras vallas para que la gente pase por nuestro jardín para evitar el agua profunda. La nieve está desapareciendo rápidamente. Escribí veinte páginas.3MI 131.5

    Martes 10 de marzo de 1868. Agua muy profunda. Los campos y las carreteras parecen un gran lago. Me hice con una bolsa de manzanas en casa del hermano King [...]. Se avanza muy mal arrastrándose por los campos para evitar el agua profunda.3MI 131.6

    Lunes 23 de marzo de 1868. Después de comer, la hermana Strong, Jaime y yo dimos un largo paseo por el bosque. Fue agradable, aunque me cansé mucho. Después de volver, me recosté un ratito; luego escribí bastantes páginas sobre la crítica de las faltas de los demás [...]. Ante nosotros hay muchas cosas pendientes de escribir.3MI 132.1

    Martes 31 de marzo de 1868. Escribí casi sin interrupciones; preparé material para el impresor. De tarde salí para hacer algo distinto, y la hermana Strong, Louisa y yo recogimos piedras y ayudamos a cegar el viejo sótano. De noche estoy sumamente cansada.— Manuscrito 14, 1868.3MI 132.2

    Jueves 2 de abril de 1868. Corté una chaqueta para Willie de un par de pantalones viejos del padre.3MI 132.3

    Domingo 5 de abril de 1868. El hermano Fargo cenó con nosotros, también el hermano y la hermana Noyce. Nuestra mesa está siempre llena. Yo no querría que fuera de otra manera.3MI 132.4

    Martes 14 de abril de 1868. Volví a clamar a Dios pidiendo fortaleza, que tanto necesito. Después del desayuno, viajé a Greenville. Compré un sombrero para Sonia, un sombrero muy bonito. Pagué un dólar [...]. Ahora tenemos una familia muy grande. Si tan solo disfrutamos de la bendición de Dios, todo irá bien.3MI 132.5

    Lunes 20 de abril de 1868. Hicimos que arasen. Hice parterres para poner mis flores enviadas desde Battle Creek. Sembré guisantes de buena calidad. Me mantuve ocupada dentro y fuera todo el día, y estuve cansada todo el tiempo.3MI 132.6

    Viernes 24 de abril de 1868. Nos preparamos para iniciar nuestro viaje a Wright. Hace un día frío con viento cortante; parece que va a llover. Nos fue muy bien hasta que tomamos una carretera equivocada. Recorrimos ocho kilómetros fuera de la ruta por una carretera muy mala. Encontramos un lugar conveniente, detuvimos nuestro coche y nos preparamos para comer. Mientras Jaime desenjaezaba el coche, yo preparaba una fogata. En poco tiempo tenía una gran fogata que desprendía mucho calor. Estábamos un tanto helados, pero nos calentarnos en poco tiempo. Nos gustó nuestra comida. Comenzó a llover antes de que hubiéramos reemprendido nuestro viaje, pero nos fue muy bien. Unos minutos después de que se hubiera puesto el sol, estábamos demasiado cansados para sentamos en nuestras sillas, y nos dimos prisa para acostamos. Encontramos al hermano Kellogg junto a la cancela del hermano Root.3MI 132.7

    Wright, Michigan, jueves 30 de abril de 1868. Nos levantamos a las cuatro y nos preparamos para nuestro viaje a Monterey [...]. Tomamos nuestra comida en el carro. Las carreteras tenían baches, el día era de viento cortante y frío. Nuestra carreta se rompió circulando sobre los caminos de troncos llenos de baches [...]. No hablé con tanto cuidado ni con tanta jovialidad como debería haberlo hecho. Confesé esto antes de dejar el carro.— Manuscrito 15, 1868.3MI 133.1

    Monterey, miércoles 6 de mayo de 1868. Mi esposo me compró una montura de amazona y la correspondiente brida en Martin Giles por doce dólares; muy barato. Después de volver de Monterey, salimos juntos a cabalgar a lomo de caballos. Por vez primera lo hice muy bien [...]. Asistimos a la reunión vespertina.— Manuscrito 16, 1868.3MI 133.2

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents