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El Cristo Triunfante - Contents
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    Cuando Dios llama, ¿cómo respondemos? 9 de junio

    “Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto”. 1 Reyes 19:19.CT 169.1

    Cuando Elías vio a Eliseo en el campo con sus siervos, arando con sus doce yuntas de bueyes, se dirigió al campo de labor y pasando junto a él se quitó su manto y lo echó sobre los hombros de Eliseo. Durante los tres años y medio de sequía y de hambre, la familia de Safat se había familiarizado con la obra y la misión de Elías; y ahora el Espíritu de Dios impresionó el corazón de Eliseo acerca de lo que significaba el acto del profeta. Era para él la señal de que Dios lo llamaba a ser sucesor de Elías. Se asemejaba a la comisión que Cristo puso sobre los hombros del joven rico para que lo dejara todo, las casas, las tierras, los amigos, las riquezas, las comodidades y fuese hacia él y lo siguiera.CT 169.2

    Elías continuó su paso como si aquel acto hubiera puesto fin al asunto. Pero sabía que Eliseo había comprendido el significado de la acción y lo dejó así, sin decirle una palabra, para que decidiera él si lo aceptaba o rechazaba. Eliseo apresuró su paso tras el profeta y le pidió permiso para ir hasta sus padres y despedirse de sus familiares.CT 169.3

    La respuesta de Elías fue: “Vé y vuelve, ¿qué te he hecho yo?” Esto no implicaba un rechazo, sino una prueba. Si acaso su corazón estaba aferrado a su casa y a sus comodidades, tenía plena libertad para quedarse. Pero Eliseo estaba preparado para aceptar el llamamiento de Dios. Él no había corrido en forma desordenada tras la invitación antes que llegara y, cuando fue llamado, demostró que no habría de dudar, ni ceder, ni volverse atrás...CT 169.4

    Si Eliseo hubiera preguntado a Elías qué se esperaba de él, cuál iba a ser su trabajo, se le habría contestado: Dios lo sabe; él te lo indicará. Si confías en el Señor, él responderá a cada una de tus preguntas. Puedes acompañarme si tienes evidencias de que Dios te ha llamado. Debes saber por ti mismo que Dios me apoya, y que lo que oyes es su voz. Si puedes considerarlo todo como escorias a fin de obtener el favor de Dios, ven.CT 169.5

    Recuerden todos que el Señor no acepta un servicio hecho con corazón dividido. Los que aman hacer la voluntad de Dios le ofrecen un servicio perfecto... Si avanzamos a fin de conocer al Señor, de buena gana y alegremente, sabremos que “como el alba será su salida”. Si decidimos obedecer a Cristo, habremos de responder a su llamamiento: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”.CT 169.6

    De inmediato, Eliseo abandonó todo y comenzó su ministerio.—Carta 12, 1897.CT 169.7

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