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El Cristo Triunfante - Contents
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    Es peligroso rechazar el arrepentimiento, 25 de octubre

    “Mas si es de Dios, no la podréis destruir, no seáis tal vez hallados luchando contra Dios”. Hechos 5:39.CT 307.1

    Podemos ver qué evidencias fueron dadas a los sacerdotes y a los príncipes, y cuán firmemente resistieron al Espíritu de Dios. Los que pretenden poseer sabiduría y piedad superiores pueden cometer los más terribles y fatales errores (para ellos mismos) si permiten que su mente sea amoldada por otro poder, y siguen una conducta de resistencia al Espíritu Santo. El Señor Jesús, representado por el Espíritu Santo, se hallaba en aquella asamblea, pero no discernieron su presencia. Por un momento habían sentido la convicción obrada por el Espíritu, de que Jesús era el Hijo de Dios; pero sofocaron la convicción, y se cegaron y endurecieron más que antes. Aun después de haber crucificado al Salvador, Dios en su misericordia les había enviado evidencia adicional... Les estaba enviando otra invitación al arrepentimiento, aun en la terrible acusación que trajeron contra ellos los apóstoles, es a saber, que habían muerto al Príncipe de la vida.CT 307.2

    No era solamente el pecado de entregar a la muerte al Hijo de Dios lo que los separaba de la salvación, sino su persistencia en rechazar la luz y la convicción del Espíritu Santo. El espíritu que obra en los hijos de desobediencia obró en ellos, induciéndolos a cometer abusos con los hombres por cuyo intermedio Dios estaba presentándoles un testimonio. La malignidad de la rebelión reapareció, y fue intensificada en cada hecho sucesivo de resistencia contra los siervos de Dios y el mensaje que él les había dado para que declararan.CT 307.3

    Todo hecho de resistencia hace más difícil rendirse. Siendo los dirigentes del pueblo, los sacerdotes y príncipes, creyeron que les incumbía defender la conducta que habían seguido. Debían probar que estaban en lo cierto. Habiendo manifestado ellos mismos su oposición a Cristo, todo hecho de resistencia llegó a ser un incentivo adicional para persistir en la misma senda. Los acontecimientos de su carrera pasada de oposición son como preciosos tesoros que deben ser celosamente guardados. Y el odio y la malignidad que inspiraron aquellos actos se concentró en los apóstoles.CT 307.4

    El Espíritu de Dios manifestó su presencia a aquellos que, al margen del temor o el favor de los hombres, declaraban la verdad que les había sido encomendada. Bajo la demostración del poder del Espíritu Santo, os Judíos vieron su culpa al rechazar la evidencia que Dios les había enviado; pero no quisieron ceder en su malvada resistencia. Su obstinación se hizo más y más determinada, y obró la ruina de sus almas. No era que no podían ceder, pues podían hacerlo; sin embargo no quisieron. No se trataba sólo de que habían sido culpables y merecían ser objetos de la ira, sino que se armaron de los atributos de Satanás, y determinadamente continuaron oponiéndose a Dios. Día tras día, al rehusar arrepentirse, renovaban su rebelión.—Carta 38, 1896.CT 307.5

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