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El Cristo Triunfante - Contents
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    Al fin podremos contemplar al rey en su hermosura, 26 de julio

    “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”. Apocalipsis 2:7.CT 216.1

    Si abrigamos un espíritu de conflicto con alguien, salgamos y hablemos del amor de Cristo a las almas que necesitan un testimonio en favor de la verdad. Hablemos de la hermosura de Cristo y el espíritu maligno que ha estado en el corazón se apartará. Necesitamos experimentar la victoria sobre el enemigo y aferrarnos de Uno que es poderoso. No podemos permitirnos la pérdida de la vida eterna.CT 216.2

    Debo decirles que el cielo es un bien que debemos buscar, algo por lo que hemos de orar y trabajar. A menos que se consagren a Dios nuestros rasgos de carácter, no podremos entrar al cielo...CT 216.3

    No gasten tiempo en controversias con quienes plantean objeciones, pues el enemigo habrá de sugerir a otras mentes suficientes falacias para que ocupen su tiempo en combatirlas. Vuestra fortaleza ha de mantenerse en lo afirmativo. Cuando el diablo enfrentó a Cristo en el desierto, el Señor no entró en controversia con él. Satanás tentó al Señor para que hiciera el milagro de hacer pan. Si Cristo lo hubiera hecho le habría dado al enemigo suficiente ventaja pues, de este modo, Satanás habría desplegado evidencias similares de su poder...CT 216.4

    Por lo tanto, hoy, si alguien les planteara objeciones a la verdad e intentara provocarlos, no pierdan la calma. Manténganse en la afirmativa. Afirmen la verdad, “Así dice el Señor”, y permítanme decirles que muy pronto el enemigo deseará huir de la presencia de ustedes...CT 216.5

    Dejemos la contienda en que nos puso el enemigo. Comencemos a trabajar seriamente en superar nuestras tendencias al mal, heredadas y cultivadas. Imploremos fervientemente al Señor que quite de nosotros la malévola propensión a encontrar errores y en su lugar nos conceda la vida y el amor de Cristo...CT 216.6

    Tenemos un cielo que ganar y Cristo desea que lo logremos. El murió para que podamos alcanzarlo. Cada alma que ha ser salva en el reino de Dios, le tributará la gloria a él y no a ningún ser humano. Cristo abre los portales dorados y nos invita a entrar...CT 216.7

    Y debemos entrar en el cielo aquí abajo o nunca entraremos en el cielo más allá. Aquí en la tierra debemos comenzar a vivir la vida de Cristo y entonces habrá un cielo para usted y habrá un cielo para quienes están asociados a usted. Entonces sentirá el deseo de ayudar a otros, de levantar a los abatidos y desanimados. Y, al fin, verá al Rey en su hermosura, contemplará su encanto incomparable y con dorada arpa, saturará las esferas celestial de hermosa música y de cánticos al Cordero.—Manuscrito 97, 1906.CT 216.8

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