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Sermones Escogidos Tomo 2 - Contents
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    La importancia de las llamadas «materias básicas»

    Estaba hablando con una de las maestras de nuestro colegio en San Femando, en el sur de California. Me dijo que algunos habían acudido a esa escuela presentando diplomas de otras instituciones que mostraban habían cursado estudios superiores. Le pregunté:SE2 309.3

    —¡Examinaron ustedes a cada uno de esos alumnos para determinar si habían recibido instrucción en esas materias comunes’SE2 309.4

    —¿Por qué? —contestó la profesora—. No podemos darles crédito por los estudios realizados en el pasado, según se muestra en los diplomas. Su adiestramiento en las materias comunes ha sido muy deficiente.SE2 309.5

    Eso sucede en muchos lugares. No son pocos los que fracasan luego de haber estudiado las obras clásicas y otras materias y alcanzar determinados niveles. ¿Por qué? Porque han descuidado realizar un esfuerzo concienzudo respecto a materias básicas. No han obtenido un apropiado conocimiento del idioma inglés. No han aprendido a leer y escribir correctamente. Los que solicitan que se les permita cursar las materias básicas, deberían primero pasar un examen de las materias básicas que son fundamentales.SE2 309.6

    Una de las calificaciones esenciales de un maestro es la capacidad de hablar y leer con claridad y aplomo. Me han dicho que las llamadas materias básicas son de más importancia que las materias avanzadas que exige la ley. Aquel que es capaz de emplear el idioma inglés en forma fluida y correcta puede ejercer una mayor influencia que si no está capacitado para expresar sus ideas concisa y claramente. Hay muchos que no pueden tener éxito como enseñantes porque no están preparados para ello. Algunos nunca podrán cumplir con su cometido pues no poseen el talento de la enseñanza. Sus talentos, en cambio, los hacen idóneos para otras ramas del servicio.SE2 309.7

    Una de las asignaturas básicas del saber humano es el estudio del idioma. En todas nuestras escuelas debería realizarse un especial esfuerzo para enseñar a los alumnos a que utilicen correctamente el idioma inglés al hablar, leer y escribir. Todo lo que se diga respecto a la importancia de dichas materias siempre es poco. El cultivo de la voz debería ser también enseñado en las clases de lectura y en otras. Los maestros deberían exigir a sus alumnos que hablen con claridad y que utilicen palabras que expresen sus ideas con precisión y convincentemente.SE2 310.1

    Los alumnos deben entender que Dios ha entregado a cada uno un maravilloso mecanismo que debemos emplear para glorificarlo a él: el cuerpo humano. Los órganos del cuerpo han de funcionar siempre de modo beneficioso para nosotros mismos, y podremos controlarlos si así lo decidimos. A los alumnos hay que enseñarles a utilizar sus músculos abdominales para respirar y hablar. Eso hará que el tono de su voz sea más claro y sonoro. Es sumamente importante que mantengamos nuestro organismo en buenas condiciones para poder compartir con los demás lo que hemos aprendido.SE2 310.2

    Nadie se debe incomodar por la obligación de poner en práctica estos conocimientos básicos. Alumnos, recuerden que ustedes serán quienes eduquen a los demás. Esfuércense por mejorar la voz y hablar con claridad. Incluso algunos pastores fracasan en este sentido. No son pocos los que reducen el volumen de la voz cuando llegan al final de una oración, pronunciando la última sílaba en una forma que apenas se puede escuchar, de modo prácticamente inaudible. Esos pastores por lo general fracasaran en casi todos los esfuerzos misioneros que realicen. No pueden llevar almas a Cristo porque la última parte de su trabajo es defectuosa, del mismo modo que su dicción es defectuosa al concluir sus oraciones.SE2 310.3

    Las palabras que valga la pena pronunciar deben ser expresadas correctamente, con entonación clara y bien modulada. Si no fuera importante educar la voz tampoco sería necesario que nuestros jóvenes asistieran a clase; bien podrían estudiar en casa. Y entonces ¿de qué les valdrían sus conocimientos si son incapaces de transmitirlos adecuadamente a los demás?SE2 310.4

    Cuando apenas tenía unos once años escuché a un pastor leer el relato del encarcelamiento de Pedro, según se registra en el libro de Hechos. Lo leyó en una forma tan impresionante que los detalles del suceso parecían estar pasando ante mi vista. Tan profunda fue la impresión efectuada en mi cerebro que jamás la he olvidado. Unos pocos años después mientras estaba participando en algunas reuniones me encontré de nuevo con aquel pastor y al final de mi predicación él preguntó: «¿Cómo obtuvo usted esa voz maravillosa?». Le dije que el Señor me la había dado. Cuando comencé mis presentaciones en público no contaba con una voz apropiada, excepto cuando me paraba al frente de una congregación para hablar. En cualquier otra ocasión apenas podía hablar en susurros. También le dije: «A menudo he pensado en lo que usted contestaba cuando alguien le preguntaba cómo se había convertido en ministro del evangelio. Usted decía que sus amigos afirmaban que jamás podría trabajar como pastor porque no podía hablar en forma correcta; pero usted dijo que se esforzó y que se dedicaba a hablarles a los árboles en el bosque y que también cuando trabajaba con los bueyes les hablaba como si estuviera en una reunión. “Esa —dijo usted— fue la manera en que aprendí a hablar en público”».SE2 311.1

    El pastor Andrews, nuestro primer misionero enviado a Europa fue autodidacta. No creo que después de cumplir los once años él fuera a la escuela ni un solo día. Casi siempre guardaba en su bolsillo un libro relacionado con algún idioma que deseaba aprender, o respecto a algún tema histórico o científico, y mientras realizaba sus tareas se mantenía consultando dicho libro. Siempre que tenía algún momento libre sacaba el libro para aprovechar los momentos de ocio.SE2 311.2

    En cierta ocasión, fue a Waukon, Iowa para trabajar al aire libre pensando mejorar sus pulmones y recuperar la salud, ya que estaba enfermo. Iba al campo con sus bueyes y mientras los dirigía, sacaba el libro para leer unas pocas palabras o frases y luego las repetía con voz fuerte y sonora, ejercitando sus pulmones a la vez que grababa las palabras y frases en su memoria. De esa forma mejoró sus facultades y se convirtió en uno de nuestros más valiosos colaboradores.SE2 311.3

    Yo podría mencionar a otras personas que se educaron gracias a sus esfuerzos personales. Manteniendo a diario un libro abierto ante ellos mientras trabajaban, y al mejorar sus conocimientos con perseverancia durante su tiempo libre, muchos han obtenido conocimientos que los han habilitado para ser obreros al servicio del Maestro.SE2 311.4

    Cada uno de nosotros, si así lo decide, puede tener el mismo éxito. Hermanos y hermanas, sin importar la vocación de cada cual; sin importar las oportunidades que pueden haber tenido, ustedes pueden alcanzar el éxito en su trabajo. Así que, antes de intentar el estudio de cuestiones lingüísticas de nivel superior, asegúrense de que entienden a cabalidad las sencillas normas de la gramática inglesa y que han aprendido a leer, escribir y pronunciar correctamente. Suban los peldaños más bajos de la escalera antes de llegar a los más altos.SE2 312.1

    Se puede mejorar mucho al cantar. Algunos piensan que cuanto más fuerte canten, mejor lo hacen; pero ruido no es lo mismo que música. Cantar bien es como el trino de las aves que es suave y melodioso. En algunas de nuestras iglesias he escuchado solos que eran completamente inapropiados para un culto en la casa del Señor. Las notas alargadas y los sonidos comunes a los cantos operísticos no son del agrado de los ángeles. A ellos les agrada escuchar los sencillos himnos de alabanza entonados con naturalidad. Ellos se unen a los cánticos en los que cada palabra de la letra es pronunciada con claridad y melodiosamente. Los ángeles se unen al himno que se canta de corazón, con el espíritu y con el entendimiento.SE2 312.2

    Mis queridos alumnos, traten de superarse al máximo. Cristo pagó un precio infinito por ustedes, por lo que no deben defraudarlo desaprovechando las oportunidades de superación que se les presenten. Cultiven un espíritu apacible, amable, bondadoso, tierno. Al hacerlo, podrán aprender con mayor rapidez, pues no estarán preocupados por algo que alguien haya dicho respecto a ustedes. Cuando llegamos a un punto en que podemos ayudamos mutuamente, tenemos la satisfacción de saber que hemos hecho lo mejor que podemos.SE2 312.3

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