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Consejos para la Iglesia - Contents
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    Padres, trabajad juntos para la salvación de vuestros hijos

    Si se descorriese el velo y ambos padres pudieran ver el trabajo del día como Dios lo ve, y discernir cómo su ojo infinito compara la labor de ambos, se asombrarían ante la revelación celestial. El padre consideraría sus labores con más modestia, mientras que la madre cobraría nuevo valor y energía para proseguir su tarea con sabiduría, perseverancia y paciencia. Conocería entonces su labor. Mientras que el padre trató con cosas perecederas que pasarán, la madre contribuyó a desarrollar mentes y caracteres y trabajó no sólo para este tiempo, sino para la eternidad.5El hogar adventista (1894), 208.CPI 261.1

    El deber del padre hacia sus hijos no puede delegarse a la esposa. Si ella cumple su propio deber, tiene bastante carga que llevar. Únicamente si obran de concierto pueden el padre y la madre cumplir la obra que Dios confió a sus manos.CPI 261.2

    El padre no debe excusarse de hacer su parte en la obra de educar a sus hijos para esta vida y para la eternidad. Debe compartir la responsabilidad. Tanto el padre como la madre tienen obligaciones. Los padres han de manifestarse mutuamente amor y respeto, si quieren ver estas cualidades desarrollarse en sus hijos.CPI 261.3

    El padre de niños varones debe tratar íntimamente con sus hijos, darles el beneficio de su experiencia mayor, y hablar con ellos con tanta sencillez y ternura que los vincule con su corazón. Debe dejarles ver que todo el tiempo busca sus mejores intereses y su felicidad.CPI 261.4

    El que tiene una familia de varones debe comprender que, cualquiera que sea su vocación, nunca debe descuidar las almas confiadas a su cuidado. Trajo a estos hijos al mundo y se ha hecho responsable delante de Dios de hacer cuanto esté a su alcance para guardarlos de compañías malas y no santificadas. No debe dejar a sus varones inquietos totalmente bajo el cuidado de la madre. Esta carga es demasiado pesada para ella. Debe él ordenar las cosas de acuerdo con los mejores intereses de la madre y de los niños. Puede resultar muy difícil para la madre ejercer dominio propio y dirigir sabiamente la educación de sus hijos. En tal caso, el padre debe asumir una parte mayor de la carga. Debe resolver que hará los esfuerzos más decididos para salvar a sus hijos.6El hogar adventista (1894), 193, 197, 198.CPI 261.5

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