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Consejos para la Iglesia - Contents
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    Dios se interesa en las cosas pequeñas

    Son pocos los que aprecian o aprovechan debidamente el precioso privilegio de la oración. Debemos ir a Jesús y explicarle todas nuestras necesidades. Podemos presentarle nuestras pequeñas cuitas y perplejidades, como también nuestras dificultades mayores. Debemos llevar al Señor en oración cualquier cosa que se suscite para perturbarnos o angustiarnos. Cuando sintamos que necesitamos la presencia de Cristo a cada paso, Satanás tendrá poca oportunidad de introducir sus tentaciones. Su estudiado esfuerzo consiste en apartarnos de nuestro mejor Amigo, el que más simpatiza con nosotros. A nadie, fuera de Jesús, debiéramos hacer confidente nuestro. Podemos comunicarle con seguridad todo lo que está en nuestro corazón.CPI 533.1

    Hermanos y hermanas, cuando os congregáis para el culto de testimonios, creed que Jesús se reúne con vosotros, creed que él está dispuesto a bendeciros. Apartad los ojos del yo; mirad a Jesús, hablad de su amor sin par. Contemplándole seréis transformados a su semejanza. Cuando oráis, sed breves y directos. No prediquéis al Señor un sermón en largas oraciones. Pedid el pan de vida como un niño hambriento pide pan a su padre terrenal. Dios nos concederá toda bendición necesaria, si se la pedimos con sencillez y fe.CPI 533.2

    La oración es el ejercicio más santo del alma. Debe ser sincera, humilde y ferviente: los deseos de un corazón renovado, exhalados en la presencia de un Dios santo. Cuando el suplicante sienta que está en la presencia divina, se olvidará de sí mismo. No tendrá deseo de ostentar talento humano, no tratará de agradar al oído de los hombres, sino de obtener la bendición que el alma anhela.4Joyas de los Testimonios 2:59-61.CPI 533.3

    Tanto en el culto en público como en privado, es privilegio nuestro doblegar las rodillas ante el Señor cuando le ofrecemos nuestras peticiones. Jesús, nuestro modelo, “puesto de rodillas oró”. Lucas 22:41. Acerca de sus discípulos está registrado que también oraban “puestos de rodillas”. Hechos 9:40; 20:36; 21:5. Pablo declaró: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo”. Efesios 3:14. Al confesar ante Dios los pecados de Israel, Esdras estaba de rodillas ver. Esdras 9:5. Daniel “se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios”. Daniel 6:10.5Obreros Evangélicos, 187.CPI 534.1

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