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Consejos para la Iglesia - Contents
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    Los niños deben ser reverentes

    Padres, elevad la norma del cristianismo en la mente de vuestros hijos; ayudadles a entretejer a Jesús en su experiencia; enseñadles a tener la más alta reverencia por la casa de Dios y a comprender que cuando entran en la casa del Señor deben hacerlo con corazón enternecido y subyugado por pensamientos como éstos: “Dios está aquí; ésta es su casa. Debo tener pensamientos puros y los más santos motivos. No debo abrigar orgullo, envidias, celos, malas sospechas, odios ni engaño en mi corazón; porque vengo a la presencia del Dios santo. Este es el lugar donde Dios se encuentra con su pueblo y lo bendice. El Santo y Sublime, que habita en la eternidad, me mira, escudriña mi corazón, y lee los pensamientos y los actos más secretos de mi vida”.CPI 454.2

    La mente delicada y susceptible de los jóvenes forma su concepto de las labores de los siervos de Dios por la manera en que sus padres las tratan. Muchas cabezas de familias hacen del culto un asunto de crítica en casa, aprobando algunas cosas y condenando otras. Así se critica y pone en duda el mensaje de Dios a los hombres, y se lo hace tema de liviandad. ¡Sólo los libros del cielo revelarán qué impresiones hacen sobre los jóvenes estas observaciones descuidadas e irreverentes! Los niños ven y comprenden estas cosas mucho más rápidamente de lo que puedan pensar los padres. Sus sentidos morales quedan mal encauzados, cosa que el tiempo nunca podrá cambiar completamente. Los padres se lamentan por la dureza de corazón de sus hijos, y por lo difícil que es despertar su sensibilidad moral para que respondan a los requerimientos de Dios.4Joyas de los Testimonios 2:195, 196, 199, 200.CPI 455.1

    También se debería manifestar reverencia hacia el nombre de Dios. Nunca se lo debiera pronunciar a la ligera o con indiferencia. Hasta en la oración habría que evitar su repetición frecuente o innecesaria. “Santo y temible es su nombre”. Salmos 111:9. Los ángeles, al pronunciarlo, cubren sus rostros. ¡Con cuánta reverencia debiéramos pronunciarlo nosotros que somos caídos y pecadores!5La Educación, 243.CPI 455.2

    Vi que el santo nombre de Dios debiera usarse con reverencia y temor. Las palabras Dios Todopoderoso son expresadas juntas y empleadas por algunos en oración de una manera descuidada y negligente, que le desagrada. Los tales no comprenden a Dios ni a la verdad, pues si la comprendieran no hablarían con tanta irreverencia del Dios grande y temible, que pronto los ha de juzgar en el día postrero. Dijo el ángel: “No las unáis; porque terrible es su nombre”. Los que se dan cuenta de la grandeza y la majestad de Dios, pronunciarán su nombre con santa reverencia. El mora en luz inaccesible; ningún hombre puede verle y vivir. Vi que estas cosas tendrán que ser comprendidas antes que la iglesia pueda prosperar.6Primeros Escritos, 122.CPI 456.1

    Tendríamos que reverenciar la Palabra de Dios. Deberíamos manifestar respeto por cada ejemplar de ella, no darle usos comunes ni manejarlo descuidadamente. Nunca se debería citar la Escritura en broma, ni usarla para decir un chiste. “Toda palabra de Dios es limpia”. “Como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces”. Proverbios 30:5; Salmos 12:6.CPI 456.2

    Sobre todo se debería enseñar a los niños que la verdadera reverencia se manifiesta por medio de la obediencia. Nada de lo que Dios ha ordenado carece de importancia y no hay otra manera de manifestar reverencia que le agrade tanto como la obediencia a lo que él ha dicho.CPI 456.3

    Se debería reverenciar a los representantes de Dios: pastores, maestros y padres, llamados a hablar y actuar en su lugar. Se honra a Dios cuando se manifiesta respeto por ellos.7La Educación, 244.CPI 456.4

    Sería bueno que jóvenes y ancianos meditasen en esas palabras de la Escritura que demuestran cómo debe ser considerado el lugar señalado por la presencia especial de Dios. “Quita tus zapatos de tus pies—ordenó a Moisés desde la zarza ardiente—porque el lugar en que tú estás, tierra santa es”. Éxodo 3:5. Jacob, después de contemplar la visión de los ángeles, exclamó: “Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía... No es otra cosa que casa de Dios y puerta del cielo”. Génesis 28:16, 17.8Obreros Evangélicos, 188.CPI 457.1

    Tanto por ejemplo como por precepto, debéis demostrar que reverenciáis vuestra fe, hablando reverentemente de cosas sagradas. No permitáis jamás que escape de vuestros labios una expresión de ligereza o trivialidad cuando citáis las Escrituras. Al tomar la Biblia en vuestras manos recordad que estáis sobre tierra santa. Hay ángeles a vuestro alrededor, a quienes podríais ver si fuesen abiertos vuestros ojos. Sea tal vuestra conducta que dejéis sobre cada alma con la cual os relacionéis la impresión de que os rodea una atmósfera pura y santa. Una palabra vana, una risa trivial, puede inclinar un alma en la dirección indebida. Terribles son las consecuencias de no tener una relación constante con Dios.9La Educación Cristiana, 408.CPI 457.2

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